Akane suspiró encantada cuando probó el plato que estaba preparando, solo necesitaba un poco más de tiempo al fuego y ya estaría todo listo para esa noche. Era su primer aniversario, llevaban un año entero de relación y quería sorprender a su novio con su plato favorito para la cena.
Habían durado todo ese tiempo a pesar del trabajo de Dabi, en muchas ocasiones había pasado días sin verle, preocupada por si le había pasado algo o si los héroes le habían atrapado. Tenía que estar loca para seguir en una relación así, pero también estaba enamorada hasta el fondo, y lo mejor de todo es que él tampoco podía vivir sin ella. Dabi no era el novio más abierto del mundo, en muchas ocasiones no era honesto con ella, pero le entendía si era para protegerla.
Nadie se atrevería tampoco a atacar a la novia de un miembro de la Liga de Villanos, sobre todo la de una de los miembros con un Don poderoso. Akane observó el apartamento vacío desde la cocina, su ausencia se notaba, aunque llevara solo todo el día fuera por el trabajo, muchas veces se sentía sola. Por suerte para ella, en su cumpleaños Dabi apareció en casa con una sorpresa en sus brazos, para que no le echara tanto de menos, le había dicho.
Dicha sorpresa la miraba desde la encimera con ojos azules y curiosos mirando lo que estaba preparando. Suspiró y pasó una mano por su peluda cabecita.
-Ambos lo echamos de menos, ¿verdad, Kuro?
El gato maulló en respuesta restregándose contra su mano. Kuro había sido un regalo para ella, pero el traidor quería mucho más a Dabi. Akane nunca pensó que a su novio le gustaran los gatos, no sabía por qué siempre pensó que sería más una persona de perros, pero ahora que se fijaba tenían muchas cosas en común. Cuando querían buscaban la atención de la mujer de la casa y cuando se enfadaban cada uno se sentaba en su sitio preferido y la ignoraban. Ver aquello era todo un espectáculo.
La puerta de la entrada se abrió y cerró rápidamente, haciéndoles saltar a gato y dueña en el sitio del susto. Kuro se encogió en la encimera mirando el pasillo que llevaba a la entrada y Akane empezó a asustarse, yendo hacia el cajón de los cubiertos para coger un cuchillo, sin embargo, bajó el arma improvisada cuando la figura de su novio apareció en la cocina y dejó salir el aire que no sabía que estaba aguantando.
-Dabiiiii...- se quejó mientras guardaba el cuchillo otra vez-. Me asustaste y has fastidiando la sorpresa que estaba preparando. Pensé que tardarías más.
Él no contestó, solo se quedó mirándola con intensidad, concretamente la camiseta varias tallas más grande que ella y que le pertenecía a él. Sus ojos azules la repasaron de arriba abajo, como si fuera un depredador y fuera a abalanzarse sobre ella en cualquier momento y devorarla allí delante de su gato, el cual no se había relajado nada y siseó a Dabi. Eso es raro.
Se acercó a ella lentamente y la cogió de la cintura. Akane se dejó hacer, la situación calentándola más, sobre todo cuando la estaba mirando así, como justo antes de tener sexo.
Bajó el rostro hasta su cuello y respiró profundamente, captando su olor, el aroma de su piel para luego subir a sus labios y posarlos sobre los de ella. Pero eso fue todo, no intentó meter su lengua, solo la besó con intensidad y se separó para salir de la cocina en dirección al dormitorio y dejarla allí con las piernas temblando, la mente nublada y con ganas de seguirle y acabar lo que había empezado.
Sin embargo, eso no le quitaba la idea de que Dabi se había comportado de manera extraña, quizá había pasado mal día en la Liga, quizá su jefe le tocó demasiado las narices, o quizá una misión no había salido como planearon. Pensado que no sería nada, volvió a fijar su atención en la comida, y en el hecho de que Kuro parecía haberse tranquilizado, pero seguía en guardia.
ESTÁS LEYENDO
One-shots BNHA (Dabi, Bakugou, Hawks)
Historia CortaPequeñas historias de mis personajes favoritos de BNHA. Un poco de todo. Sé que os va a gustar.