Akane arrastraba los pies por la calle, consciente de lo que tendría que aguantar durante otra hora más. Se había levantado con el pie izquierdo, estaba lloviendo y le había pillado en mitad de la caminata sin paraguas, y para acabar el día tendría que soportar a aquel imbécil de turno.
No, aquel día no tenía paciencia, y a la mínima le saltaría a la yugular.
Llegó al local, no había nadie en el mostrador, así se sentó a esperar después de quitarse la chaqueta empapada. Se palpó su tatuaje por encima de la ropa, al menos el agua no había calado hasta su piel, pero eso no quitaba que tuviese frío, y para colmo recordó que tendría que quitarse todo para el tatuaje.
Seguro que se moriría de frío.
En ese momento, la chica rubia apareció tras la cortina y le mostró una radiante sonrisa.
-¡Dabi, tu clienta ya está aquí para sus dos horas!- gritó a su espalda.
Ella se levantó de golpe al escucharla.
-Un momento, había pedido una hora la semana pasada.
-Lo sabemos, pero no tiene más gente hoy, así que puede estar contigo más tiempo.- Iba a quejarse otra vez y la chica le guiñó un ojo-. No te preocupes, solo te cobraremos la hora que pediste.
Genial.
Maravilloso.
Fantástico.
Dos putas horas con aquel gilipollas.
Se levantó y atravesó la cortina que en ese momento parecía la puerta al infierno más que un local de tatuajes. La puerta de la habitación estaba abierta, Dabi se encontraba preparándolo todo para la sesión, con las manos enguantadas y una camiseta blanca que dejaba ver los tatuajes de sus brazos. Se le vino de repente a la cabeza los piercings que había en su cuerpo, y sin querer, la mirada se le fue a la entrepierna, consciente que cinco decoraban la longitud de su polla.
Menuda faena.
No le soportaba, pero también le ponía cachonda.
La vida la odiaba.
Dabi se dio cuenta de su presencia, pero no sonrió con galantería.
-Buenas tardes.
¿Buenas tardes?
Akane quería estrellarlo contra la pared, sin embargo, también le saludó.
-Buenas tardes.
Sabiendo lo que tenía que hacer y que tenía una toalla sobre la camilla, empezó a desvestirse, aunque Dabi parecía no tener intenciones de darle privacidad.
-No te preocupes. No me voy a dar la vuelta.
Vaya, parecía que había perdido el interés en ella. Debería estar aliviada, ¿entonces por qué no lo estaba? Seguro porque la última vez no lo había conseguido. Que rápido pasaba página cuando no conseguía meterse entre las piernas de alguien.
Sin querer discutir, se desnudó y se tumbó en la camilla colocándose la toalla sobre ella, dejando su lateral derecho a la vista. Dabi se sentó en su taburete y sin mirarla se puso a trabajar.
-Hoy puedo acabar la silueta y la semana que viene empezaremos con el color. ¿Te parece bien?
-Sí...
-Estupendo.
Sin decir nada más puso la aguja sobre su piel sin avisarla antes, ignorando el pequeño quejido que salió de ella. Estuvo a punto de decirle cuatro cosas, pero al final no serviría de nada. ¿Qué iba a hacer?, ¿cambiar de tatuador a estas alturas solo porque el que le había tocado era un gilipollas?
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One-shots BNHA (Dabi, Bakugou, Hawks)
Historia CortaPequeñas historias de mis personajes favoritos de BNHA. Un poco de todo. Sé que os va a gustar.