Hawks (en primavera la sangre altera, +18)

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Las noticias habían informado de otro huracán.

Akane lo había previsto y en cuanto cayeron las primeras gotas llegó corriendo a casa, desde entonces el cielo estaba negro, de vez en cuando iluminado por los relámpagos, y la fuerte lluvia que golpeaba por la ventana. Tenía pinta de durar unos días y la universidad optó por dar cancelar las clases y dar unos días para recomponerse. Eso ella lo agradeció, se acercaban los exámenes y aún no había empezado a prepararlos.

Al cerrar la puerta de la entrada se quitó rápidamente el abrigo y las botas, el paraguas destrozado por el fuerte viento, así que lo tiró a la basura. Encendió las luces y fue comprobar las ventanas y las puertas correderas del balcón para asegurarse de que aguantarían aquel temporal. Miró al cielo, deseando que cierto héroe no hiciera de las suyas y saliera con el cielo así.

Hawks podía ser muy temerario, y es que el segundo héroe más popular de todo el país vivía encima de ella, en el último piso que cubría todas las cabezas que compartían la planta con ella.

Maldito pajarraco ricachón.

Se quitó el resto de la ropa y la llevó al cuarto de la colada para después darse una ducha calentita que le supo a gloria. Se haría una deliciosa cena y la llevaría al salón para seguir la serie que la tenía enganchada.

Cuando salió de la habitación con el pijama puesto y secándose el pelo con la toalla, las luces de la casa parpadearon un poco. No le dio importancia, era el huracán y disponía de un juego precioso de velas que tuvo que comprar en cuanto las vio en el escaparate. Dejando la toalla húmeda encima de la isla de la cocina, empezó a preparar la cena, sin embargo, dio un salto cuando escuchó un fuerte golpe que venía del piso de arriba. Soltó una carcajada, seguro que Hawks no controló bien la trayectoria de sus alas.

Respiró tranquila, al menos sabía que estaba en casa y le dieron tiempo libre para no volar con este clima. Intentó no preocuparse al escuchar las puertas del balcón temblar y la lluvia golpeando el cristal.

Volvió a escuchar otro golpe en el piso de arriba, ya eso le pareció raro. Valía que pudiera descontrolarse un poco, pero Hawks solía tener un buen control sobre sus alas. Quizá estaba entrenando. Con la cena lista, se fue a sentar al sofá y tras colocar la bandeja en la mesita encendió la televisión...

...Por desgracia el universo tenía planes diferentes y quedó completamente a oscuras.

Maldijo encendiendo la linterna del teléfono para ir a buscar las velas. Las repartió por el salón y volvió a tomar asiento en el sofá, tendría que conformarse con ver la serie en el teléfono. Escuchó ruido en el apartamento de Hawks, seguramente estuviera también buscando algo de luz, pero se preocupó cuando empezó a oír muebles arrastrándose y cristal rompiéndose contra el suelo. Puso pausa a la serie y le envió un mensaje para comprobar que todo estaba bien. Pasaron diez minutos, no obtuvo respuesta y siguió escuchando aquel alboroto como si estuviera peleándose con alguien. ¿Alguien aprovechó el apagón y se atrevió a meterse en casa de un héroe? Akane no pensó que alguien fuera así de tonto, así que, como buena amiga que era, cogió el móvil y las llaves y cerró la puerta de su casa antes de subir andando hasta la última planta. Hacía frío, su piel de gallina era prueba, pero aquello era más importante.

En la última planta solo existía la puerta que daba a la vivienda de Hawks y sin perder el tiempo presionó el timbre.

Nada.

Presionó otra vez, esperó más y nada.

Golpeó la puerta con fuerza. Sí escuchó algo en el interior.

One-shots BNHA (Dabi, Bakugou, Hawks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora