One-shots BNHA (Dabi, Bakugou, Hawks)

Dabi ("Ghostface", +18) (Especial Halloween)

Akane contaba con una tradición. Desde hacía años, los últimos trece días de octubre, se veía una película de terror cada noche antes de irse a la cama, y es que la noche de Halloween era la perfecta para darle algo de terror al cuerpo. Algún año había conseguido que sus amigos se unieran a hacer la tradición con ella, pero no eran fans de una sesión de miedo tantos días seguidos, ellos eran más de salir esa noche con sus disfraces y sus ganas de pasarlo bien.

Por suerte para ella, el destino le puso a alguien en el camino, pero no se esperaba lo que acabó encontrándose. Había conocido a Dabi en un pequeño 24h por la noche, cuando ella salió a saciar una de sus debilidades: unas galletas de chocolate que estaban para chuparse los dedos. Se encontraron en el pasillo, Dabi la miraba a través de sus gafas de sol para que no le reconocieran mientras Akane cogía cinco paquetes de dichas galletas y se iba a pagar, ignorándole por completo. Mala suerte que luego entrara un hombre armado en la tienda y amenazar al cajero con una pistola, sin embargo fue ver las llamas azules que desprendía el villano de su cuerpo lo que le hizo huir con el rabo entre las piernas. El cajero no supo si seguir en alerte o darle las gracias, pero Akane contestó por él y le ofreció uno de los paquetes.

La historia era desconcertante.

Cada vez que la recordaba más rara le parecía.

Ahora, ese villano se encontraba sentado en el sofá de su casa rodeando a Akane con el brazo mientras esta se apoyaba contra él. La casa estaba totalmente a oscuras, salvo por el brillo de la televisión. Dabi no puso pegas en unirse a ella para ver películas de terror, de hecho, su chico no parecía asustarse con nada, parecía que solo estaba allí para tenerla pegada a él y reírse de los sustos de su chica.

-Yo aquí sufriendo y tú riéndote de mí- le acusó ella.

Dabi se estiró en el sofá, todavía con aquella sonrisita burlona.

-¿"Sufriendo"? Ratón, es Scream, es posiblemente la película de terror que menos terror cause.

Akane se encogió de hombros.

-No sé, a mí me gusta verla.

Dabi tenía intención de seguir metiéndose con ella, pero descubrió algo mucho mejor cuando la vio sin quitar los ojos de la pantalla y apretando los muslos. La agarró del brazo y la colocó sobre él. La mordió en el cuello.

-No las estas viendo por ser de miedo.- Akane gimió, entre placer y vergüenza al ser descubierta-. Creo que tengo una ligera idea de por qué te gustan tanto las películas de asesinos en serie.

-No sé a qué te refieres.

La agarró del cuello, mostrando un sonrisa sádica.

-Dime una cosa, ratón. ¿Es el disfraz o la idea de ser perseguida?- Akane le miró mordiéndose el labio, sus ojos mostrando una excitación como nunca-. O quizá... ¿Ambas?

No le dio tiempo a contestar.

Aquella noche Dabi la folló con fuerza sobre el sofá, con los gritos y la banda sonora terrorífica de fondo.

Akane todavía recordaba aquella noche con total detalle. Incluso llegó a pensar que Dabi la vería como una loca al tener tan fetiche, pero al parecer su chico parecía dispuesto a probarlo todo con ella.

La noche de Halloween, Akane salía de la tienda con la bolsa llena de dulces, lista para pasar la última noche de terror a lo grande. Dabi estaría ocupado con unos asuntos, pero le prometió reunirse con ella en cuanto acabara. El cajero le dio las buenas noches cuando salía por la puerta y el frío de octubre le acarició la cara. En aquel pequeño barrio residencial reinaba el silencio, ya siendo demasiado tarde para que los niños siguieran picando de puerta en puerta, así que Akane no tuvo más remedio que caminar bajo las farolas hasta su casa.