LIBRO XV. Capítulo 8: Reencuentro

3 2 0
                                    

Capítulo 8

Reencuentro

Lisandro no abrió los ojos ya que quería percibir aquello que el original sintió en aquel mundo, apretó los puños porque ya sabía que no estaba solo. Había alguien más y que debió escuchar todo lo que habló con Patroclo. Quien estaba allí decide no ocultarse más y de las sombras va emergiendo la figura de una mujer. Era Tsuruko Aoyama.

Lisandro no quiso abrir los ojos. Sabía de las emociones fuertes de la kendoka y prefería evitarse escenas. Quiso por un momento sentir lo que debió sentir el original al confrontar a aquella mujer.

- ¿Seguirás negándote quién eres? - le pregunta seriamente

- No sé a qué te refieres... ni siquiera sé quién eres

- Ya no te funciona, Lisandro... podrás ser una copia, pero vi mucho del original cuando luchaste contra ese encapotado a quien llamaban Superman Prime...

- ¿Y qué? Tenemos los mismos poderes

- Y también la voluntad de sacrificio... sabías que no ibas a ganar pero aun así luchaste porque quisiste protegernos

- ¿Qué te hace pensar eso?

- Ya hablé con Motoko, ella me lo contó

- Tu hermana ni siquiera sabe que vio... yo lo hice por proteger a mi servant...

- Un servant que parece importarte demasiado

- ¡Porque es mi hija! ¡Mi verdadera hija! ¡Motoko, pese a todo, pretende hacerme creer que ese niño en Mystacor es hijo mío también pero no lo es! ¡Yo tengo que salir de aquí para retornar al torneo y volver a encontrarme con Lucy!

- ¿Crees que ella está viva? Motoko también me comentó que no era la más fuerte del torneo

- ¿Que no lo era? ¡Jajaja! Eso es lo que cree ella... Lucy está destinada a brillar en este torneo mucho más de lo que todos piensan... supongo que ya te habrá hablado de Kay Namura, el otro hijo de Lisandro, el original... Lucy es una versión femenina suya ya que está destinada a ser muy poderosa y solo lo logrará con mi ayuda

Tsuruko lo mira por unos instantes.

- Escuché lo que hablabas con Patroclo y sentí tu confusión ¿sabes? Yo también soy muy sensible y puedo darme cuenta que lo que tratas de demostrar no es cierto... no solo estás demasiado atado a este mundo sino que también eso es lo que quieres

El rostro de Lisandro se pegó al de Tsuruko a velocidad supersónica. Lisandro abre los ojos para intimidarla.

- No creas eso Tsuruko Aoyama... puedo matarte si quisiera, lo mismo que a todo el Hinata Sou si supiera que eso me devolvería al torneo y a Lucy... no lo dudaría

- Tal vez - le responde la kendoka - porque en lo que te diferencias del original es que el anterior tenía mucha más fuerza de voluntad que tú... él si pertenecía a la oscuridad pero pudo salir de ella... tú pareces no tener la fuerza para hacerlo, sea el primordio o Gantz

- Te atreves a...

Lisandro quiere levantar el puño pero la espada se posa sobre su cuello. Motoko estaba detrás de él

- No te atrevas... - le dice la kendoka - No te maté antes porque pensé que me ayudarías a encontrar a mi hijo pero ya veo que eso no te importa y solo te interesa tu preciosa Lucy... esa asesina psicópata, a tu imagen y semejanza... digna hija tuya ¡Me doy cuenta que tú no eres Lisandro!

Motoko levanta la espada y golpea pero la punta choca contra el suelo ya que Lisandro se aparta y mira a Motoko quien cae de rodillas llevándose el rostro a las manos mientras sollozaba. Lisandro la sigue observando en silencio.

En Busca de la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora