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Desperté como cada mañana, maldiciendo al inventor de los despertadores. Estaba tan ensimismada que me quedé dormida de nuevo.Al despertarme por segunda vez,miré apresurada el reloj. Mierda, iba tarde.

Rápidamente cogí unos vaqueros y una camiseta cualquiera y me los puse mientras me ponía los zapatos en una especie de nueva pose ninja inventada por mí.

Bajé corriendo las escaleras que conducían a la cocina, de hecho, las bajé tan deprisa que tropecé y me di de bruces contra el suelo. Me levanté todo lo rápido que pude, que no era precisamente mucho, ya que me había hecho la rodilla polvo. Fui hasta la cocina y cogí un paquete de galletas mientras bebía rápidamente la taza de café.

-Es de mala educación sorber tan fuerte al beber-dijo mi madre leyendo el periódico.

-Lo que tú digas-dije sacándole la lengua. Cogí mi mochila y salí de casa, donde me esperaba Sarah con cara de enfado.

-Vamos tarde-dijo simplemente.

Cogió mi mano y empezamos a correr por la calle como dos locas.Llegué sin aliento.Estaba en el pasillo de la clase que nos tocaba ahora.Nada más entrar por la puerta,toda la clase se nos quedó mirando.Perdón, se me quedó mirando,ya que de las dos la única con apariencia de haber corrido una maratón era yo.

Mientras que mi pelo caía desordenado ya que se me había desecho la coleta por el camino, llevaba ropa tan al azar que parecía un payaso, a Sarah tan sólo se e habían descolocado unos mechones pero por lo demás, parecía estar tan  increíblemente normal como siempre.

Ventajas de ser atlética como ella, y no una debilucha vaga como yo.Saqué de mi mochila el paquete de galletas y empecé a devorarlas con ansia, tanto por el hambre como porque tenía solo un minuto y medio antes de que empezaran las clases.Vi a Ryan entrando por la puerta y él me saludó sacudiendo la mano,al igual que yo. Sarah se sonrojó y miró al suelo.

Entramos en clase y nos sentamos en el sitio de siempre. El profesor comenzó a hablar y yo intenté atender , pero mi mente estaba lejos de allí.

-Tara , haz el favor de atender. Dijo el profesor.

Mire al suelo un poco avergonzada mientras Sarah se reía disimuladamente. La fulminé con la mirada.El resto de la hora paso sin altercados. Salimos de clase y nos dirigimos al aula de arte . Me senté en una de las primeras fila , ya que según mi opinión era una de las pocas asignaturas que valían la pena.

Terminé de colorear el trozo que me quedaba de la lámina y la entregué.Definitivamente había decidido dibujar un bosque, pues era un misterio lo que lo habitaba. Al menos, esa era mi manera de verlo. Lo entregué y pasé el resto de la hora trabajando en el nuevo trabajo. Pasó otra hora hasta el momento del recreo.

Me reuní de nuevo con Jordan y Tara. Estábamos sentados en la cafetería tomndo nuestros sándwiches cuando Ryan se acercó sonriendo y se sentó al lado de Jordan.

-Bueno...hay un baile dentro de poco.Ya sabes, el de primavera.Podrías llevar a tu personita especial.

Jordan me miró sonriendo mientras yo me sonrojaba.

-¿ Tú llevarás a alguien?

-Oh mierda, es verdad-dijo sonriendo encantadoramente. Sacó de su mochila una rosa y se acercó a nuestro lado. Se arrodilló en el suelo.

-Sarah, sé que apenas te conozco, pero me gustas.Demasiado, diría yo. No hay momento del día en el que no piense en ti. ¿Quieres venir conmigo?-dijo mirando con intensidad a mi amiga.

Ella sólo se quedó asombrada y con un leve rubor en el rostro.Tras unos segundos sonrió y dijo:

-Sí, claro Ryan-dijo sonriendo.Ryan se levantó del suelo y sonriendo radiantemente cogió a Sarah y comenzó a darle vueltas. Jordan comenzó a reír al ver la escena, mientras que la mayoría de chicos miraban la escena sacudiendo la cabeza, las chicas los miraban enternecidas preguntándose qué demonios había que hacer para tener a alguien como Ryan. Yo miraba sonriendo a la pareja. Era un poco extraña, pero pegaban, y aunque no conocía demasiado a Ryan, sabía que no debía de ser muy idiota si mi novio lo tenía como mejor amigo.

Cuando Ryan depositó con sumo cuidado a Sarah en el suelo de nuevo, habían pasado como diez minutos. Me pregunté si Jordan me invitaría al baile. Dios, qué cliché. No es que no me hiciera algo de ilusión, pero preferiría quedarme con Jordan viendo una peli en casa, o en nuestra cafetería leyendo libros. Alcé mi mirada hacia él y me topé con que me miraba intensamente. Algo dentro de mí se revolvió. No había manera de que él pudiera mirarme así sin que yo me pusiera nerviosa, o me dieran ganas irresistibles de besarle.

Sarah y Jordan se sentaron.

-Además, algunos chicos del colegio irán, ya que la entrada es libre.-dijo guiñándole un ojo.

Sarah y yo quedamos un poco fuera de lugar al no saber muy bien de que narices hablaban, pero era imposible entender siempre a los chicos.Me estaba despediendo de Jordan con un corto beso en los labios cuando él me susurró en la oreja:

-Ni se te ocurra pensar que no serás mi pareja. Es sólo que quiero pedírtelo de una manera original, no pienso hacerlo de la típica manera, te mereces algo mejor-dijo.Su aliento rozaba mi oreja haciendo que me estremeciera.

Todo desapareció a nuestro alrededor. Veía todo lo que no era él como un recuerdo borroso. Enrolló sus brazos alrededor de mi cintura de manera posesiva y me atrajo hacia él. Entrelacé mis manos detrás de su cuello intentando estar tan cerca de él como pudiera. El apasionado choque de sus labios contra los míos hizo que ambos sintiéramos la necesidad de más. Introduje mi lengua en su boca y comenzamos a jugar con nuestras lenguas en una explosión de sensaciones. 

Empezamos a apurar nuestros besos mientras sus manos recorrían con caricias mi espalda. Mordí su labio inferior y él gruñó suavemente. A través de este tipo de momentos podía percibir cuánto nos necesitábamos el uno al otro. Él era mi oxígeno y yo el suyo. Yo era los pilares de su vida, al igual que él era los míos. Gemí al sentir la necesidad de sentirlo más cerca aún. En ese preciso momento sonó lo que menos necesitaba en ese momento, la sirena que anunciaba el inicio de nuevo de las clases. Gemí con disgusto apartándome de él.

Jordan estaba con el pelo desordenado, los labios un tanto hinchados y con un brillo extraño en los ojos. Seguramente mi apariencia sería tan rara como la suya.

-Te veo luego, no olvides que te necesito-susurró dándome un pequeño beso. Me dirigí hacia con Sarah hacia lo que serían tres horas más de tortura.

N/A:

Me encanta la pareja tan estrambótica que forman Ryan y Sarah ^-^

Bueno supongo que ya sabéis lo que viene a continuación,¿no?

Pues lo de siempre, que espero que os haya gustado y que votéis y comentéis.

*Se levanta de la silla emocionada tras haber dado el discursito de siempre*

Os quiero MOGOLLÓN . Byeeeee! :3

Xx

Bajo la lluvia #CWEEE3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora