Al día siguiente, desperté en un incómodo sofá. Me había quedado a dormir junto con Jordan, El cual se había apoderado de la manta. Zarandeé su brazo un poco, y después de cinco minutos con intentos en vano para despertarle, lo conseguí.
Eran las seis de la madrugada, pero teníamos que salir de la ciudad pronto. Me vestí con unas mallas negras y una simple camiseta azul. Media hora más tarde, estábamos listos para salir de ahí.
-Vamos, cogeremos el coche de mi madre-dijo Jordan mientras íbamos andando hasta su casa.
-¿Desde cuando eres mayor de edad y sabes conducir?
-No puede ser tan difícil-dijo encogiéndose de hombros.
-Si muero por tu culpa, te perseguiré hasta que mueras como buen fantasma-dije negando con la cabeza.
Tras entrar en su garaje intentando no hacer nada de ruido, subimos al coche y empecé a hiperventilar. Nunca había hecho algo así.
-¿Seguro que no vamos a morir?
-Tranquilízate, Tara-dijo acariciando mi mejilla el suicida de mi novio.
Comencé a respirar hondo en un intento de tranquilizarme mientras Jordan arrancaba. Sería un viaje bastante largo, duraría como tres horas. Miré a Jordan detenidamente, fijándome en cada detalle de su cara, la cual ahora tenía semblante de concentración.
-Si sigues mirándome así, vamos a terminar teniendo un accidente-dijo Jordan sin despegar su vista de la carretera.
-Está bien, está bien-dije poniendo algo de música.
Puesto que en la radio no ponían nada bueno me fijé en un disco de Artic Monkeys que tenía tirado Jordan. Lo metí en el aparato y cerré los ojos intentando olvidar lo que estábamos haciendo.
Cerré los ojos y una hora más tarde volví a despertarme.
-¿Qué pasará con Ryan cuando despierte?-pregunté algo preocupada.
-Lo más seguro es que intente levantarse de la cama rápidamente para alcanzarnos, pero a juzgar por la paliza que le dio ese bastardo, no creo que pueda. Además puede que ayer al prepararle la cena, pusiera algún somnífero para que no la líe-dijo con sonrisa burlona.
-No puedo creer que seas tan mal amigo, y encima estés aquí, sonriendo como si nada pasara.
-Oye, sabes perfectamente de que no estoy dispuesto a que le pase algo malo a ese idiota, y en cuanto a lo segundo, no sé muy bien cómo tomarme el hecho de que vamos a ir a intentar pillar al asesino de mi mejor amiga-dijo torciendo la boca hacia abajo.
-Bien, cambiemos de tema. Tenemos que parar antes de llegar a la casa de él, ¿no?
-Sí, ya queda poco para llegar.
Bostecé, y arriesgándome a que Jordan me odiara por lo mala copiloto que era, me volví a dormir.
Abrí los ojos de nuevo y me alerté al notar que no había nadie a mi lado y que el coche estaba aparcado delante de un supermercado bastante grande. Esperé un tanto nerviosa a que Jordan volviera.
Mis músculos se relajaron cuando vi a Jordan saliendo de la tienda. Iba cargado con una bolsa de deporte negra.
-¿Qué has comprado?-pregunté cuando entró en el coche.
-Nada importante, es sólo algo que necesito-dijo arrancando el coche de nuevo.
Suspiré. No sabía por qué, pero sentía como si todo fuera demasiado rápido.
-Debo decir que conduces bastante bien, para ser la primera vez que lo haces.
-Talento, cariño- dijo guiñando un ojo.
Bufé y puse de nuevo el disco. Este viaje estaba siendo un maldito rollo, ya que Jordan estaba tan concentrado en que no falleciéramos en el intento, que se olvidaba por completo de todo aquello que lo rodeaba. Yo no tenía ninguna queja en ello, de modo que como ya no podía dormir más, me limitaba a cantar las canciones.
Al fin llegamos. Paramos en una estación de autobuses, donde fui al servicio para cambiarme. Recogí mi pelo en un moño, sustituí mi camiseta por una sudadera negra, y pinté mis ojos de negro. Ya sé, era ridículo, pero tampoco quería aparentar ser una chica débil delante de un asesino.
Repasé mentalmente el plan, el cual, aunque todavía no me convencía mucho, creía que tenía algunas posibilidades de funcionar.
-Realmente pareces una chica dura-dijo soltando una carcajada Jordan.
-Cállate-dije dándole un golpe en el brazo y poniendo los ojos en blanco. Mientras que yo parecía una niña pequeña vestida de ladrona, Jordan estaba genial de negro, y le daba aire rudo.
Mis manos sudaban de nervios y me revolvía inquieta en el coche mientras cruzábamos rápidamente calles. Jordan aparcó dos calles más lejos del real destino. Al salir, sacó del maletero la misteriosa bolsa negra.
-Confía en mí-dijo al ver mi cara de preocupación.
Me dio un beso antes de que comenzáramos a andar calle abajo. Al llegar a la dirección indicada, nos encontramos con un enorme almacén, el cual parecía estar abandonado.
Intenté abrir la puerta, pero era inútil. Jordan sacó un trozo de hierro de la bolsa de deporte y forzó la puerta unos segundos hasta que ésta a los pocos segundos cedió.
Miré a Jordan unos últimos segundos antes de entrar totalmente sola por la puerta. La estancia estaba oscura, no se veía nada. Comencé a vislumbrar algunas sombras de altas estanterías.
Definitivamente, era un almacén abandonado, o eso creía, ya que no había podido comprobar si había algo en las estanterías.
Me acerqué a la más cercana y comencé a palpar las enormes piezas que debían estar apoyadas.
Entonces, todas las luces se encendieron dejándome cegada por unos segundos. Giré mi mirada con miedo por todas las direcciones, pero no había nadie.
Fue en ese momento cuando miré el contenido de los altos estantes, antes de quedarme congelada.
No. No podía ser real. Noté como el mareo acudía rápidamente en mi cuerpo y las ganas de vomitar amenazaban con ganar la batalla. Miré al suelo, y me sentí más sola y con más miedo que nunca. Millones de cuerpos de chicas muertas estaban en los estantes.
Comencé a intentar salir por la puerta, pero por más que empujaba esta no se abría. Lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas mientras corría por los interminables pasillos en busca de otra salida.
Tropecé con el cuerpo de una chica que tenía la cara totalmente deformada, Y caí al suelo, pero con el golpe, otro cadáver cayó sobre mí. Estaba totalmente inmovilizada, y tenía que salir de ahí.
Aguantando la respiración por el horrible olor de los cuerpos putrefactos, empecé a sacudirme, intentando quitarme de encima el cuerpo de la chica.
Oí pasos que se acercaban rápidamente, y empecé a empujar el cuerpo con más ansiedad, pero era inútil, nunca había tenido mucha fuerza.
Cerré los ojos temblando y noté como oí la respiración de alguien pegada a la mía. Noté un fuerte golpe en la cabeza y lo vi todo negro.

ESTÁS LEYENDO
Bajo la lluvia #CWEEE3
Mystery / ThrillerTara es una chica normal,pero que perdió a su mejor amigo cuando este cambió de ciudad.Unos años después, Jordan ha vuelto. Todo parece ir bien hasta que se ven envueltos por una serie de altercados. ¿Qué es lo que realmente está ocurriendo en su ci...