Bajo la lluvia #CWEEE3

-19-

Al llegar a la puerta del hospital nos encontramos a Ryan sentado en una especie de barra de hierro que hacía de banco cerca de el centro.

-Por fin llegáis.

Miré mi reloj extrañada.

-Pero si es la hora exacta.

-Ya, pero no aguanto más a mi imaginación-dijo sonriendo amargamente. Me fijé en que sus puños estaban apretados. Entramos en el hospital y la chica de veinte años nos miró con escepticismo al fijarse en que los tres llevábamos

bolsas de deporte.

Subimos de nuevo a la quinta planta y nos apresuramos a entrar en la habitación de Sarah, la que casualmente estaba vacía.

-¿Serán tan malos padres de haber dejado aquí sola a Sarah?

-No, lo más seguro es que hayan ido un momento a cenar a la cafetería-dije intentando tranquilizar a Ryan.

-¿Cómo pueden comer sabiendo que su hija está así?

Jordan y yo nos miramos sin saber muy bien qué decir.

Jordan se sentó en el sillón tras acariciarle el pelo suavemente a Sarah. Me senté en el suelo y cogí de mi mochila el viejo peluche de un conejo.

-Siempre has sido más valiente que yo. Dijiste que utilizara tu peluche cada vez que tuviera mucho miedo-susurré-bueno, lo voy a utilizar ahora, porque tengo mucho miedo por ti ,S. No quiero que te pase nada-dije mientras una lágrima rodaba por mi mejilla. Me levanté del suelo y puse el estropeado conejo junto a su original dueña, la cual dormía frunciendo el ceño levemente.

Ryan se acercó a ella y simplemente le cogió la mano. Todo era tan triste. Miré a Jordan, quien a la vez me miró con tristeza.
Estuvimos unos segundos así hasta que la puerta se abrió súbitamente. Su madre apareció y puso cara de enfado total.
-¡¿Se puede saber qué narices queréis ahora?!
-Sólo hemos decidido quedarnos aquí hasta que Sarah despierte.
-¿¡No tenéis suficiente con haber llevado a mi hija a esta situación?! ¿¡Tenéis que amargarle la vida hasta el punto de matarla?! -gritó con lágrimas de odio.
Ninguno de los tres supo qué contestar. Sabíamos que era inútil discutir con ella, así que simplemente nos quedamos allí parados con miradas de esceptimismo.
-¡Fuera de aquí, no volvais a acercaros a mi hija!
Jordán fue el primero en encogerse de hombros, cogió su mochila del sillón y nos esperó en la puerta con mirada apremiante.Salimos de la habitación sintiendo la mirada de la madre de Sarah.
Jordan me cogió de la mano intentando animarme un poco,ya que todo no había servido de nada. Llegamos a la salida cuando Ryan preguntó:
-¿Dónde se puede saber que vais?
-A casa tío, como nos vuelvan a ver sus padres nos denuncian o algo.
-Yo no me muevo de aquí-dijo tajante Ryan tirando la bolsa de deporte al suelo.- Joder, no pienso abandonarla, no ahora.
-Bien, nos quedaremos contigo, pero necesitamos un sitio donde dormir sin que nos vean los padres de Sarah.
-No hay problema-dijo dirigiéndose a las sillas.
-¿Y si pasan por aquí?
-Técnicamente no nos pueden denunciar por estar en un lugar público.-dijo encogiéndose de hombros y acomodándose en la silla.
Me senté algo incómoda mientras observaba a una madre dándole de mamar a su bebé.
Jordan se sentó a mi lado y apoyé mi cabeza en su hombro.
-Jordan...
-¿Sí?
-Tengo miedo-susurré.
-Todo va a ir bien,Tara.Ya sabes, estamos juntos en esto y todos esos clichés que podría decir. Pero te voy a ser realista, porque odio cuando la gente dice que todo va a ir bien cuando no tienen la certeza de ello. Sólo te diré algo, y eso es verdad.Pase lo que pase, no me pienso mover de tu lado. No voy a irme a ningún lado hasta que me eches.
-Realmente estás loco.Una frase cliché habría pegado más.
-Bueno,técnicamente lo que te acabo de decir también es un poco típico.Pero es verdad.
Me recosté de nuevo en la silla, buscando la inexistente comodidad de mi cama.Jordan comenzó a acariciar mi pelo con suavidad, y el cansancio me pudo.
-Tara.Despierta.
Abrí los ojos intentando localizarme. Recordé todo lo acontecido hacía unas horas.
-¿Qué pasa? Son las cuatro de la madrugada,Ryan-contesté con cabreo.
-Sarah ha despertado.