Con el final de noviembre llegó la graduación de Ágatha.
Ella se veía feliz. Había conseguido terminar la escuela con excelentes calificaciones, tendría una hermosa ceremonia en la escuela y para la noche a los graduados los esperaba una gran fiesta.
Henry había faltado a clases con permiso de su padre para asistir a la ceremonia, y al terminar el evento irían a comer a un restaurante los cuatro. Semanas atrás Marlene había acompañado a su hija a comprar los vestidos para ambos eventos y ahora permanecía ansiosa al pie de la escalera para acompañarla al auto. Henry esperaba afuera con su padre, quien no se cansaba de mirar el reloj de su muñeca.
Cuando Ágatha por fin salió por la puerta acompañada de su madre, se veía hermosa. Llevaba un vestido floreado con escote abierto que destacaba sus hermosos hombros y cuello, y el cabello recogido en lo alto de su cabeza. Era una pena que tuviera que cubrirse con su túnica y birrete durante la ceremonia.
Luego de tomarse algunas fotos en la entrada, los cuatro subieron al auto y partieron.
Carla, Sofía y Janine estaban reunidas en el estacionamiento de la escuela y al ver a Ágatha bajar del auto comenzaron a gritar de emoción. Henry no había visto a Janine desde el cumpleaños de Ágatha, ya que luego de esa noche ellas comenzaron a reunirse en el centro comercial o en otras casas, y él sospechaba que la razón podría ser que Janine no quería verlo.
Ágatha corrió a encontrarse con sus amigas y Henry se quedó atrás con su padre y Marlene, y aunque Sofía y Carla lo saludaron desde la distancia, cuando él respondió el saludo con la mano en alto, Janine se dio la vuelta ignorándolo. Si aún estaba molesta por lo que sucedió entre ellos hace unos meses, no quería ni imaginarse cómo reaccionaría al saber que él y Ágatha estaban juntos.
La ceremonia de graduación fue hermosa. Uno de los alumnos distinguidos leyó un discurso acerca de despedidas y nuevos comienzos y todos lo aplaudieron emocionados. Luego el director comenzó a llamar a los estudiantes destacados para después continuar con el resto de los graduados. Henry solo tenía ojos para Ágatha y la aplaudió con energía cuando fue su turno de recibir el diploma, en cambio cuando Javier fue llamado por el micrófono, mantuvo los brazos cruzados.
Al finalizar la ceremonia todos se pusieron de pie para reunirse con sus familiares. Había padres interactuando por primera vez con los padres de los amigos de sus hijos, todos conversaban emocionados por el fin de este ciclo, aliviados porque sus pequeños lo habían logrado.
Henry vio que Ágatha venía hacia ellos junto a Sofía y Carla. Al llegar a su lado las jóvenes saludaron a Marlene y César educadamente y luego comenzaron a hablar con él.
—¿Cómo has estado? —preguntó Carla dándole un abrazo amistoso.
—Bien. Felicidades —dijo Henry a ambas mientras las saludaba—. ¿Qué se siente terminar la escuela?
—Estoy muy emocionada —Sofía tenía los ojos llorosos—. Pensé que no me afectaría, pero voy a extrañarlas tanto. —y abrazó a sus amigas ya sin poder contener el llanto.
Era extraño ver a Sofía actuando tan sentimental cuando, de las veces que la había visto, era la más alegre de las cuatro.
—Henry, el próximo año serás tú quien se gradué, no falta nada. —anticipó Carla entusiasmada acariciando el hombro de Sofía para consolarla.
Era verdad y Henry solo pensaba en eso mientras veía la ceremonia. Faltaba tan poco...
Conversaron los cuatro por varios minutos, hasta que Marlene le señaló a su hija que era hora de irse. Sofía seguía muy emocionada y Ágatha tuvo que recordarle que volverían a verse en unas horas para la fiesta, mientras Carla sonreía incomoda ante la exagerada reacción de su amiga. Ágatha fue la última en subir al vehículo y César los condujo al lugar donde cenarían.
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Resiliencia
Ficção Adolescente🥈2° Summer HEA edition awards 2022 (mención Mejor Escrita)/🥈2° Premios semanales editorial submarino/🥉3° Drama concurso Daher 2022 Henry, un solitario adolescente de clase alta, vive bajo el asfixiante control de su exigente padre. Él ya ha asum...