Llegó el fin de semana y el sábado en la mañana, después del desayuno, Marlene le comentó a Henry que ella y César pasarían el día afuera. Su padre estaba en su oficina atendiendo una llamada y Ágatha había salido a correr.
—Tu padre me dijo que te quedarás estudiando, pero no le veo sentido a que estés solo todo el día. Deberías salir a conocer y divertirte. —le sugirió Marlene.
—No creo que se buena idea, mejor me quedo aquí. —dijo Henry resignado. Sabía que su padre se enfadaría con él si salía.
Marlene salió de la cocina y volvió inmediatamente con su cartera en las manos, se sentó junto a Henry y le puso en las manos su tarjeta de crédito.
—Toma, necesitas un corte de cabello, compra lo que quieras. —anotó la clave en un post-it y se lo pasó.
—No puedo aceptarlo. Además tengo la mía, no te preocupes... —comenzó a decir cuando ella lo interrumpió.
—Pero con esta puedes hacer lo que quieras sin que César lo sepa, de todos modos lo paga tu padre, es lo mismo. —Henry estuvo de acuerdo con ese punto y aceptó la tarjeta agradecido con Marlene por estar dispuesta a romper las reglas por él. Cuando su padre entró en la cocina para tomar su café Henry se apresuró en salir. Ya casi lo alcanzaba en estatura, pero parecía no ser consciente de ello y seguía intentando escabullirse al verlo.
Cuando escuchó partir el auto se preparó para salir. Se puso una chaqueta y tomó su mochila. Justo cuando bajaba la escalera entró Ágatha, traía su polerón amarrado en la cintura y los audífonos puestos, pero al verlo bajar le sonrió y se los quitó.
—¿Vas a salir? —preguntó con las manos apoyadas sobre las rodillas, recuperando el aliento.
—Sí, iré al centro. Nuestros padres estarán afuera por el día. —respondió él, esforzándose en desviar la mirada de su escote.
—Entonces invitaré a Javier. —pensó en voz alta.
A Henry le desagradaba el novio de Ágatha y se alegró de tener planes justo cuando él vendría a casa. Le dijo a Ágatha que volvería más tarde y salió.
Tomó un taxi hacia el centro y al llegar lo primero que hizo fue buscar una peluquería. El comentario de Marlene no había sido gratuito. Generalmente usaba el cabello bien peinado, pero cuando no tenía clases lo dejaba natural, y si crecía más de la cuenta comenzaba a molestarle en los ojos.
Una vez solucionado ese punto, se dispuso a recorrer el sector, llevaba tiempo sin salir. Visitó algunas tiendas y luego fue a comer.
Su padre le permitía salir solo en situaciones específicas, como para comprar ropa, ya que estaba en edad de crecimiento, o cortarse el cabello. E incluso en esas ocasiones estaba constantemente llamándolo para saber dónde estaba y a qué hora volvería.
Desde su intento de huida, César había estado revisando religiosamente los movimientos de su tarjeta. Aunque a su padre no le molestara que comprara libros, discos o lo que se le ocurriera, Henry ya no se sentía cómodo sabiendo que todos sus movimientos eran vigilados, y había renunciado a sus salidas recreacionales. Hoy por primera vez sentía que tenía un poco de libertad y estaba muy agradecido con Marlene por eso.
Cerca de las cuatro de la tarde decidió que era hora de volver. Comenzaba a hacer frio y de todos modos ya había hecho suficientes compras, incluso había pasado por una librería para tener lectura nueva.
Tomó un taxi y regresó a casa.
Entró sin hacer ruido, seguro aún no regresaban su padre y Marlene pero no estaba seguro. Subió la escalera con la intención de dejar las compras en su habitación pero justo cuando abría la puerta un sonido llamó su atención. Se quedó allí por unos segundos preguntándose de donde venía e inmediatamente se arrepintió de haberlo hecho.
Ágatha había dicho que invitaría a su novio para que la acompañara, así que cuando Henry logró identificar lo que se oían cómo gemidos y jadeos, le quedó claro lo que estaba sucediendo.
Entró a su habitación ya sin preocuparse de si hacía ruido o no, dejó sus compras sobre la cama y se dispuso a leer uno de los libros que había comprado. Pero aún dentro de su habitación los podía oír, muy poco ya que las paredes eran gruesas, pero al parecer sus oídos buscaban los sonidos que emitía la pareja. Salió de su habitación con su libro en la mano y fue a la sala de estar. Se recostó en el sofá y lo abrió en la primera página, pero aun allí no conseguía concentrarse, por alguna razón le molestaba demasiado que Ágatha estuviera teniendo sexo con su novio. ¿Marlene estaría de acuerdo con eso también? No creía que fuera tan liberal. No le hubiera molestado que su padre y Marlene llegaran en ese instante y los descubrieran. Tal vez le prohibirían la entrada a Javier. Ese último pensamiento le arrancó una sonrisa.
No sabía por qué estaba deseando eso ni por qué estaba tan molesto. Intentó con todas sus energías dejar de pensar en ello y continuar con su lectura, pero cada tanto volvía a pensar en ellos.
Después de una hora o algo así los oyó bajar la por la escalera y luego escuchó la pesada puerta de la entrada. Tal vez han salido, pensó. Creyendo estar solo en casa fue a la cocina a buscar agua.
Ágatha estaba allí y pareció sorprendida al ver a Henry.
—¿Cuánto llevas aquí? —preguntó mientras llenaba un vaso con jugo.
—Lo suficiente. —respondió él secamente, sin lograr ocultar su molestia.
—Oh, ¿estabas arriba? —se había puesto muy nerviosa, aunque intentaba sonar casual.
—Eso quería, pero pensé que necesitaban privacidad. —le dijo mirándola a los ojos.
Ágatha se sonrojó.
—Lo siento, pensé que estábamos solos, no te oí llegar. —se disculpó abochornada.
—Ahora si estaré en mi habitación. —Henry se retiró dejando a Ágatha avergonzada en la cocina.
Más tarde Marlene llamó a su puerta para decirle que bajara a cenar con la familia.
Estaba la cena servida en el comedor y su padre y Ágatha ya estaban allí conversando. Marlene y Henry ocuparon sus puestos y comenzaron a comer. Durante la cena Marlene y su padre comentaron que habían pasado el día en casa de un matrimonio amigo y en la tarde habían ido los cuatro a jugar tenis. Lo habían pasado de maravilla y pretendían repetirlo.
A Henry aún le molestaba lo que sucedió en la tarde, pero sabía que no era asunto suyo lo que Ágatha hiciera con su novio y tendría que olvidarse del tema.
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Resiliencia
Fiksi Remaja🥈2° Summer HEA edition awards 2022 (mención Mejor Escrita)/🥈2° Premios semanales editorial submarino/🥉3° Drama concurso Daher 2022 Henry, un solitario adolescente de clase alta, vive bajo el asfixiante control de su exigente padre. Él ya ha asum...