Vivo en un mundo donde no pertenezco... ¿quién soy realmente? ¿de dónde vengo?
¿Nunca te has sentido ajeno a tú alrededor?
Solo sé, que hay unos seres que me persiguen, me observan desde la oscuridad, saben algo y tienen miedo que lo descubra. Pero...
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-Estamos jodidos, unos completos boludos encerrados en una situación inexplicable.
-A sí... pero lo que viene ahora es peor- anuncié al ver que aquél sujeto había dejado aberturas que provocaron la entrada de un ser que todos reconocemos como los provenientes de las manos de un mundo que se interpone entre el nuestro -¿que hacemos?
-Lo que nos han enseñado toda nuestra vida, destrozar al enemigo.
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...
Ahora mismo, es este auto oyendo rock nacional junto a dos hombres que me podrían estar guiando a mi fín, me seguía preguntando a donde se había dirigido ella. No dió información sobre su nombre o barrio en el que vivía, sin embargo el misterio que desencadenó provocó el deseo de conocerla mejor. Por unos instantes tuve la certeza de que se trataba de M -pensaba que era aquella mujer que todos los científicos nombraban con horror- pero estaba equivocado, lo supe en el momento en que se abalanzó hacía el monstruo para pelear. Era distinta su técnica, no eran los básicos movimientos que adaptan los que trabajamos para lo oculto, se notaba que había peleado con varios corrompidos en su vida y que no era una humana cualquiera o una investigación como en el caso de M. Se trataba de un ser que justificó su pasado y se integró a un mundo en el que no pertenecía...
He leído varios casos similares en libros que las personas llaman "ficción", en el cual un humano atravesaba los fragmentos de espejos rotos para quedarse en tan solo una minúscula pieza que no era parte de la suya. Algunos a esto lo llaman multiverso nosotros los llamamos confines alternativos, en cual cada uno tiene un fragmento que se compone de varias piezas y si algo se atreve a mezclarlas, todo entra en caos.
Quizás está en la pieza equivocada.
Al parapetarnos en la entrada de la casa de 3K me dí cuenta de dos cosas: este no es el lugar que yo conocí antes, una enorme mansión oculta en el norte de Argentina donde un hombre vivía como servidor del corazón. Uno de los tantos guardias que rondaban por la galaxia y mucho más allá de lo que nosotros podemos conocer. Y este pequeño hogar totalmente ajeno a lo que consideraría como "normal" para un jefe como él, me daba una respuesta clara... estaba escapando.
Esperaba a que saliera aquél temible tipo que deshizo vidas y en su lugar... me encontré con un joven con pantalón corto y medias con dibujos de conejos. Y como si fuera poco, en vez de llevar un arma, tenía una empanada que le colgaba muzzarella.
-Creo que nos hemos equivocado- le dije al tipo que era casi el doble de alto que yo y que no se notaba sorprendido en lo absoluto.
-No, no se han equivocado -explicó abriendo más la puerta para darme acceso a la pequeña y poco pintoresca cabaña- los he mandado a que te busquen para hablar de los incidentes.
Un rato después me encontré con un joven muchacho que escribía una carta y que solo desvió sus ojos hacia los míos para analizarme por un gran rato y luego desviarlos poniendo un gesto de disgusto. Nos sentamos a hablar de todo lo que había sucedido ocultando algunos detalles, como por ejemplo, que había ido a otro piso porque me había sentido atraído por una mujer que resultó ser una humana que no provenía de aquí. No obstante, expliqué con lujo de detalle todo lo demás. O por lo menos en su mayoría.
-¿Tienes alguna idea de quién es Venus?- preguntó una mujer alta y delgada que vestía una camisa y unos pantalones ajustados.
-Me encantaría, facilitaría todo esto... pero temo que no.
Al instante me pregunté de dónde había salido y cómo es que no me había dado cuenta de su presencia, de igual modo no le presté mucha atención, tan solo me agobiaba entender que mi vida estaba en peligro. Como siempre últimamente.
-No creo que vaya a ser tan difícil, considero no que existen muchas personas con ese nombre- dijo el joven que emanaba olor a empanada y cerveza.
-Si lo será- dijo el pibe que al parecer terminó de escribir la carta -si no lo fuera, ya la habrían encontrado ellos mismos y no creo que esto se trate de un farsante haciéndose pasar por un ser tan poderoso como lo es el corazón. Aquí hay algo que ninguno de nosotros cuatro sabemos, quizás ni mi padre-dejó unos instantes de silencio en los cuales la nostalgia parecía habérselo llevado.
-¿Entonces qué haremos?- pregunté -porque aquí sabemos todos que esto no me involucra solo a mí, sino a todo el mundo. No podemos dejar que esto continúe...
-El mundo, la sociedad no está preparada- terminó ella por mí -eso lo entendemos.
