Realidad o sueño [CAP 4]

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(Cualquier falta ortográfica, me avisan)

Yo estaba atrapada en un mundo del que temía que en algún momento no pudiera escapar

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Yo estaba atrapada en un mundo del que temía que en algún momento no pudiera escapar.

No pronuncie ninguna palabra, solo dejé que el silencio se envolviera en preguntas, cuya explicación parecía ser nula. Tampoco el dijo nada, solo se sentó dando un largo suspiro y agarró la comida que había dejado preparada rato antes y tampoco pregunto por qué no comí junto a él, yo solo volví a mi cama poniéndome los tapones que me incomodaban para dormir, no quería oír nada, solo precisaba cerrar mis ojos y dormir.

Y como si eso se apiadara de mí, no tuve ningún sueño que me hiciera despertar en la madrugada, nunca antes había dormido tan tranquila y las horas que me habían recomendado los médicos.

Al despertarme me sentí feliz por ello, no sabía que podía llegar a ser tan reconfortante. 

Aunque no me había olvidado de lo sucedido, esto estaba empeorando, un sueño es tan solo eso, algo de la mente que puede sentirse real, pero que no traspasa ningún plano material en nuestras vidas y esto… no parecía ser un sueño, había pasado, lo había vivido. Mis pies habían sentido esas carnes fundándose en el suelo, pude verla… al igual que en el bosque.

Entendí que no me conozco, no sé si estoy loca o si algo me está buscando, ese espejo parece tener vida propia o contener algo que la tenga. No seguí indagando en aguas turbias de mi mente y seguí con mi día, sin presenciar ningún tipo de experiencia extraña, nada de monstruos ni espejos, tan solo había sido un día… es que, me sentía calmada. 

Como todos los días, fuí a comprar al almacén de aquella mujer que sacaba mi mayor esfuerzo para no contestar nada. A pesar de que los tapones me cubrían del sonido, solo lo hacían a un 70%, lo suficiente para escuchar sus rechinantes voces, hablando descaradamente de una adolecente cuya vida, no tenían ningún tipo de información.

Todos hablan, desgraciadamente lo hacen.

Por mi parte, escucho y es algo que hago bien, puedo oír cada detalle de mi entorno… como algo extraño, mi audición es demasiado aguda y ni los médicos pudieron explicar ese fenómeno. Todo en mí, es simplemente extraño para los demás, no tiene explicación… podría decir que  no pertenezco  a este planeta, soy ajena de todo el mundo ¿cuántas personas se sienten así?

En este pueblo, solo hay una persona que me trata como igual, un anciano que vive en las calles, no sé cómo llegó a estar en esas instancias y tampoco pretendía indagar.

Es de esas personas que tan solo están para dar sabiduría y que de algún modo, me dan fé en la humanidad, es un granito de arena entre tantas personas escasas de gran corazón.

Mi padre no sabía que hablaba con él, ni creo que lo haya visto alguna vez y eso no importaba, tan solo juntaba un poco de mi tiempo, para sentir que podía expresarme frente a un abuelo. 

—Buenas tardes— dije extendiendo mi brazo, para darle el almuerzo que le preparaba. 

—Hola niña— su voz era dulce y serena, cada palabra la decía con lentitud, como si pensara como exactamente expresarse en cada momento —tengo algo que mostrarte. 

Eso me tomó desprevenida, había algo que él ocultaba y eso lo sabía, porque parecía querer escapar, pero… ¿de quién?, él tenía un camino, una "guarida" como nos gustaba decirle. Un lugar en lo subterráneo, donde tanto adultos, como niños vivían. Quién pensaría que hay una ciudad por debajo nuestro, una donde las personas, escapan de la injusticia que atormenta a los ciudadanos.

No conozco bien a la gente, ciertamente había algo extraños en ellos, solo conocía a Gabriel y su triste historia… asumo a que todos los que habitan aquí, tienen una vida cargada de miserias, no sólo  económicas y sociales, trascendía todo tipo de cosa material, todos ellos escapan, como ratas en las alcantarillas y yo no los juzgo, muchas veces quise escapar por la locura que me perseguía desde pequeña. Si nadie puede ayudarte, ¿qué más queda? Una pregunta que hice repetidas veces a mi padre y que terminaba siendo contestada con un: "te ayudarán".

Ya saben como termina… nunca pudieron hacerlo, así que escapé. Me escondí en un pueblo, en mi casa, en el medio del bosque, los humanos somos escapistas por naturaleza, supongo que hay que estudiar más a un hombre que a un libro. 

En aquél túnel, él guardaba libros, revistas, periódicos que las personas desechaban y los que le parecían más interesantes, me las prestaba para que las pudiera leer.

Él me enseñó que cuando te sientes solo, aquéllas letras que a simple vistas no expresan nada, se convierten en parte significativa de tu vida. Nunca estoy sola, no cuando tengo un libro en mano.

—¿Puedes creerlo?—me dice con emoción que dibujó una sonrisa en mi rostro —mira lo que he encontrado. 

—¿Lovecraft?- dije seguramente pronunciando mal. 

—Extraños seres, monstruos terribles e inimaginables— da un largo suspiro calmando la emoción en sus palabras
—esto es terror. 

Aquéllo de "monstruos", me había hecho acordar a la experiencia que había experimentado y aunque dudé, aclaré mi garganta y pensé detenidamente cada una de mis palabras, teniendo en mente aquél monstruo que recordaba con gran magnitud de detalle. 

—¿Crees en los monstruos?— él me miró extrañado y sentí una gran vergüenza ante mi pregunta mejor… olvidalo. Tengo que irme, ya que pronto tengo clases— eso era mentira, aún faltaba dos horas, pero no podría explicarme, ¿como le diría que puedo ver y escuchar cosas que los demás no pueden ver?

—Sí, he visto— posó su mano en mi hombro —hay veces que los libros son más reales de los que parecen. Lo desconocido se oculta muy bien y solo algunos lo pueden ver— se alejó dando unos pasos hacía atrás y yo me dí vuelta para salir del lugar. 

¿Y si fué real?¿por qué yo soy la única que puede verlos?¿soy la única? 

Al salir de ahí, pude ver a los lejos un chico corriendo por su vida y unos autos negros que aparecieron acorralandolo, otro prófugo de la vida.

Y eso no me llamó la atención, sino que aquellas bestias que observaban el espectáculo desde la altura de los techos ocultando su presencia ante ellos y desmostrandose ante  mí.

Nos miramos y ahí entendí que no estaba loca, había algo más detrás de todo esto. ¿Seré lo suficientemente fuerte para descubrirlo?

Luego que ese muchacho logra escapar y ver cómo es que el anciano le dió paso a lo subterráneo, me percaté de que varios estamos escapando de algo y descubriendo que somos presas. Escapamos de lo desconocido. 

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Todos escapamos de algo... ¿Ustedes de escapan?

Yo por mi parte de Wattpad, pero por una extraña razón no lo consigo.

Les mando un beso grande a todos los terricolas!!!

El corazón de una galaxia (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora