Se había encontrado con quien era su marido. Lo encontró tirado en el suelo y lo ayudó a subirse a su moto. Las únicas palabras que le dedicaban eran de enfado y preocupación. No entendía mucho su actitud y encima este no le respondía.
- ¿Quieres dejar de estrujarme el hombro y sujetarte? - comentó con molestia.
- ¿Y dónde se supone que deb...? - un movimento brusco hizo que se sujetara aferrándose al cuerpo de esta. Un leve sonrojo salió de sus mejillas.
- ¿No dices nada? Me has tenido preocupada, Marc. Aún sigo siendo tu esposa.
- Espera...¿estamos casados?
- Ya nadie nos sigue, puedes dejar de fingir.
- No estoy fingiendo...
- Está bien, bájate.
- No no no, por favor. Te lo explicare todo, pero llévame a mi piso.
Una vez allí, el llamado Steven Grant que trabajaba en una tienda de regalos se mostró fascinado con ella. Le gustaba la historia egipcia y novelas francesas... parecía su alma gemela. Pero resultaba ser la esposa de su alter, un tal ex mercenario, Marc Spector.
- Toma aqui tienes. - le entrega unos papeles. - Me los diste sin firmar.
- ¿Divorcio? - leyó Grant.
- Sí. ¿Los vas a firmar ya?
- No, yo jamás me divorciaria de ti.
La chica no entendía ese personaje ni porque actuaba así. Tras unos acontecimientos, secuestraron a Steven. Ella lo siguió y apareció en la boca del lobo. Arthur Harrow estaba allí.
- Yo lo tengo. - alzó el escarabajo dorado.
Los días pasaban y la rubia vivía aventuras con Steven y Marc. Tras descubrir el trastorno disociativo de su marido, logró aunque le costara asimilarlo, comprenderlo.
Luchaban juntos en la batalla final contra Harrow y la Diosa Egipcia Ammit, ya que la habían liberado. Khonshu combatía contra la mujer cocodrilo, dándole tiempo a Marc.
- Marc. Estás vivo. - fue a sus brazos, él tenía el traje puesto.
- Me alegro de volver a verte. - mostró una sonrisa sincera pues, tenía la cara descubierta.
- ¡Estás guapisima! - tomó el control Steven. - Hey, hemos aprendido movimientos nuevos. ¡Mírame!
- Claro, muestramelos. - dijo con voz dulce y vio como su amigo iba a darles de ostias a los malos. - Mi turno. - vestia con el traje que Tueris le había diseñado.
En un momento cítrico, la esposa estaba atrapada. No podia hacer nada y parecía que Marc tampoco. Cuando este volvió en sí había matado a todos menos a Harrow, que estaba a punto de darle el último golpe. Lo soltó y miró a todos lados confuso.
- No fuiste tú, ¿verdad, Steven?
- Ni de coña. - había tomado el control por unos momentos.
- ¿Qué has hecho, Marc? - se acercó a este.
Ganaron. Ammit acabó encerrada dentro de su avatar y luego en un psiquiátrico bajo control. Vivo. Aunque no por mucho tiempo.
Se despertó de golpe, en su apartamento. Miró la cuerda atada a su pie y el lugar.
- Steven, ¿estás ahi?
- Aquí estoy.
La manta se movió un poco revelando el cuerpo de una mujer hermosa acostada a su lado.
Esta abrio los ojos y se desperezo.
- Hola bella durmiente. - Spector besó su frente. - ¿Sabes algo...?
- Ni idea, me quede dormida. Lo siento.- se habia sentado. - ¿Desayunamos?
- Sí. - ella fue a decirle algo pero ellos ya se encontraban de cara contra el suelo.
- Así te sentías Steven. - la señora Spector Grant río ante eso
- Sí. - su voz con acento británico le parecía muy atractiva a la rubia. Por eso era la mujer de ambos.
- ¿Hoy que haremos? - preguntó Steven mientras desayunaban.
- Quedarnos en casita - respondió la de ojos verdes.
- ¿Y eso? - Grant parecía confuso.
- Pues quiero pasar tiempo con mis esposos. - les guiña el ojo. - Ya me entendéis.
- No, no lo entiendo. - Marc tomó el control. - Yo si, amigo. Sigues siendo muy inocente.
Acabaron de desayunar y fueron a lavarse los dientes.
- Vamos mi luna. - dijo Spector. La tomó en brazos y la llevó a la cama, con una sonrisa y expresión pícara.
- ¿Os vais a estar turnando? - los mira a los ojos.
- Así es. - pudieron jurar que Steven parecía un tomate por el sonrojo.
- Menos mal que se fue el pajarraco, no quiero que vea esto. - se puso sentada encima de ellos y se quitó la camisa, quedando en sujetador.
Los besó apasionadamente. Marc, ansioso, la puso a ella debajo.
- ¡Oye!
Sonrió y la besó.Al separarse se quitó la ropa y quitó la de ella. Volvieron a juntar sus labios. Sus cuerpos se llamaban a gritos, se deseaban.
- ¿Listo, Steven?
Este no respondió pero Marc intuyó que era un "puede.".
Entró dentro de ella provocando un pequeño gemido. Mientras lo hacian se turnaban, siendo un poco divertido para ella las actitudes nerviosas de Steven. Aún asi, los tres disfrutaron demasiado del momento, llegando al clímax a la vez.
Dejó caer su cuerpo al lado de sus esposos ,sus respiraciones estaban agitadas.
- Wow. - fue lo único que pudo decir Steven. - Ha sido mi primera vez...
- ¿Y te ha gustado?
- Sí. - le sonrio ruborizado a la chica que les robó el corazón. - ¿Y a ti?
- Más que nunca.
Spector tomó el control.
- ¿Qué insunuas? - su acento americano la pilló por sorpresa. - ¿Qué este es nuestro mejor polvo porque está Steven? - arqueo una ceja, mirándola. Ella no pudo evitar echarse a reir. - Habla.
Se acercó a él, puso sus manos en sus mejillas y lo besó. Marc quería respuestas pero al final se le olvidó por completo. Esos besos le quitaban el aliento. La extrañaba tanto. Él solo la alejó para protegerla y ahí estaban, juntos, desnudos. Eran felices. Podían vivir una vida juntos, los tres.
Lo que ella y sus maridos desconocían es que el otro, su tercera personalidad, Jake Lockley, (el hombre que ansiaba tomar el control en ese momento de arrebato y pasión) era el nuevo avatar de Khonshu. Y, que la paz y tranquilidad reinarian por muy poco tiempo.
~🌙~
Lamento que sea tan corto, es que ultimamente he estado leyendo shots de Marc Spector y no quería hacer una copia.
Tenía ganas de hacer algo original aunque basado en la serie.
Mis lectores bellos y lectoras hermosas, ¡espero que os haya gustado! 😊
(Si hay faltas de ortografía ya las corregire ❤️)
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Multi One-Shots Verse
Fanfiction¡Hola! Mi nombre es Sheyla. Como el nombre de esta nueva historia indica serán capítulos sueltos, es decir, puede haber uno que trate de Jughead Jones y otro de Bucky Barnes. Algunos cortos y otros, tal vez, más largos. El género no siempre será a...