Multi One-Shots Verse

24.Richie Tozier

Derry un pueblo ubicado en el estado de Maine, Estados Unidos había sido víctima durante siglos. Por suerte o desgracia, los ciudadanos desconocían el mal que los acechaba cada 27 años.

Un grupo de niños eran el punto de mira de un villano. Este no tenía una forma fija, pero solía aparecer en forma de payaso. Vestía con un sucio traje de payaso victoriano con gorguera y puños de encaje blancos, pompones y bordados de hilos rojos adornando su atuendo. En sus zapatos también los llevaba. Como bien habían notado el club de amigos llamados "Los Perdedores",en numerosas ocaciones le suelen aparecer colmillos amarillentos para atemorizar a sus víctimas. Su sentido del humor era extraño y siniestro pues, reía y contaba chistes grotescos.

El pueblo de Derry es un infierno. El sistema de alcantarillado son las arterias de un corazón oscuro, en donde la entidad que se hace llamar Pennywise aterroriza a todo el pueblo, controlando adultos que no ven su terror y provocando que los menores de edad se conviertan en presa fácil.

Ahora mismo se hallaban en un lugar abandonado, la casa ubicada en el número 29 de la calle Neibolt. Ya que creían que se trataba de las fauces de la operación del siniestro "Eso"

Iniciaron una travesía para confrontar sus miedos y al demoníaco espíritu. Varios de ellos se separaron huyendo de las representaciones de sus pesadillas.

Ben no se separaba del lado de Beverly, la chica que amaba en secreto aunque esta quisiera a Bill, quien caminaba por los sombríos pasillos junto a Richie.

Stanley aterrorizado fue atacado por una mujer que sabía bien quien era. Una que gritaba, con la cabeza y boca enormes, pintada en un cuadro de su casa. Salió corriendo y se encontró con Mike, que instintivamente puso a su amigo detrás de él para protegerle.

Lamentablemente, no todos tenían una grata compañía en el infierno. Pues, Eddie, se había quedado completamente solo, viendo al leproso que vio una vez por la calle.

- ¡No, joder, no! - salió corriendo, su corazón se aceleraba, creía que le faltaba el aire. Perdió su inhalador y creía que caería al suelo intentando respirar y que ese hombre asqueroso se le echaria encima. Bueno, no se equivocaba en una cosa. El suelo de madera se rompió bajo sus pies cayendo a la planta baja, sobre una mesa. Se había fracturado el brazo, le dolía, se quejaba e inmóvil, con la mano restante, lo agarraba.

Richie y Bill lo habían escuchado, no se encontraban tan lejos como parecía. Pero al Tozier,el joven de gafas con pánico a los payasos, salir corriendo para ayudarle, una puerta se cerró impidiendo a Denbrough ir con él.

- ¡Mi-mierda! - intentaba abrir la puerta en vano - ¡Richie, Richie!

No le oía, estaba concentrado en salvar a Kaspbrak.

El resto los escucharon y fueron lo más rápido posible a su encuentro, viendo a un Bill desesperado y aterrado.

- ¿Qué ha pasado? - preguntó la pelirroja.

- ¿Y Eddie y Richie? -Stanley temblaba.

- Edd está en-en problemas y él ha i-ido a rescatarle. ¡La pu-puta puerta no se abre!

Mientras tanto.

Eddie miraba perplejo una nevera que más bien parecía negra en vez de blanca por la suciedad. Su respiración se agitaba cada vez más y fue aún peor cuando escuchó que algo dentro del frigorífico se movía. El ruido era bajo hasta que aumentó. La puerta se abrió despacio, haciendo su peculiar sonido que hizo que el vello de la nuca del chico se erizara. Un payaso doblado de manera perturbante salía para recobrar su postura.

Cuando se encontraba de pie estiró sus brazos hacia arriba, para estirar su cuerpo y escuchar un supuesto hueso crujir.

- Mi querido amiguito, no sabes lo incómodo que ha sido estar ahí dentro. - señaló la nevera mientras sonreia. Eddie se mantenía en silencio. Probablemente estaba a punto de darle un infarto.