20. Obi-Wan Kenobi

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La nave se averió. Obi-Wan mencionó un planeta seguro llamado Tatooine.

- Quedaos aquí. R2-D2 y Jar Jar irán conmigo.

- La reina quiere que yo también vaya. - comentó una joven.

- No es seguro, será mejor que te quedes aquí. - ella no se rendía y al cabo de un rato asintió no muy convencido. -Está bien, pero no te alejes de mí.

- ¿Está seguro, maestro?

- Sí. - asintió a su fiel padawan. - Estad alerta y reparar lo que podáis de la nave. - se queda pensativo. - ¿Solo hace falta el motor de salto espacial?

- Así es, y algunas piezas de repuesto para la nave. - lo mira. -Tenga cuidado.

- Lo tendré, Obi-wan. - le dedicó una pequeña sonrisa y se alejó, caminando por la arena.

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- Misa tusa que deberiamos tener cuidado.

La torpeza de Binks era notoria. Padmé lo vigilaba de vez en cuando para que no se metiera en más líos.

- ¿Qué haremos ahora?

- Buscar alguna tienda que venda piezas de naves. - comentó con decisión Qui-Gon Jinn.

Caminaron procurando que la arena no le cayera en los ojos. El maestro jedi encontró lo que buscaban, asi que entraron.

Watto,un robusto toydariano de piel azul con un rápido movimiento en sus alas que lo mantenían suspendido alrededor de un metro por encima del suelo,se acercó curioso. Era un comerciante que trabajaba allí.

- Buenas, ¿puedo saber que desean?

- Hola,pues, un motor de salto espacial y algunas piezas para mi nave - sonrió al finalizar.

Watto los analizaba entre cerrando los ojos. Padmé y R2-D2 se hallaban atentos mientras Jar Jar tocaba artículos que por allí tenían. Un niño de cabello corto se acercó para conocerles, seguido de una chica. Esta los miraba con desconfianza, pero río al ver al Gungan intentar apagar uno de los productos.

- Debes de darle un golpe ahi. - la joven señaló la zona y Jar Jar hizo lo que le dijo. - ¿Ves qué fácil? - él le sonrió.

Estuvieron conversando en lo que Jinn intentaba convencer al comerciante con sus trucos jedi, ya que el dinero que llevaba era de la república y Watto no lo quería.

- Los trucos Jedi no funcionan conmigo. ¡No hay dinero, no hay recambios, no hay trato!

Tras un minuto de silencio el alto castaño habló con decisión.

- ¿Y si hacemos otro trato? Uno que nos beneficie a ambos.

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- Mi hermana puede ayudarme a mejorar mi vaina.

- ¿Hermana? - preguntó confuso el jedi. Él, por lo que entendía, era hijo de la Fuerza no tenía padre. O eso le dijo la madre del pequeño.

- Antes se lo dije a Padmé y a Jar Jar, es mi mejor amiga. Watto la consiguió meses después que a nosotros, ella tan solo era una niña y hemos crecido juntos. Asi que para mí es de mi familia - sonrió el niño.

- Pero ella sigue trabajando en la tienda. - mencionó Amidala, después de que su conversación finalizara.

- Sip, lo sé,pero en nada regresará a casa.

Minutos más tarde la joven chica de cabello castaño largo por los hombros, tres años mayor,llegó y fue a saludar a su madre. Luego, salió al exterior donde ya había visto antes de entrar, a Ani , algunos niños y a los nuevos visitantes.

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