7. Han Gyeong-su

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Nadie se pensaría que un acontecimiento así llegaría a ocurrir. Hacia tan solo unas horas el gran número de estudiantes del Instituto Hyosan caminaban por los establecimientos, iban de clase en clase, jugaban al fútbol, charlaban y reían con amigos. Y ahora, allí estaban, un pequeño grupo de supervivientes en el aula de música, donde había un estudio aislado, es decir, una sala con un amplio cristal. Dentro había un escritorio,una silla y materiales. También había una puerta para poder acceder y cerrarla sin tener ruidos del exterior cuando querían componer antes del desastre.

- ¿Y qué se supone que vamos a hacer? No tenemos agua, comida, ni armas. - preguntó la hermana melliza de Joon-yeong.

- No lo sé, habrá que seguir esperando. - respondió la profesora Park, la única que se preocupó realmente por sus alumnos.

- Vamos a morir todos. - se llevó las manos a la cabeza frustrada, Kim Ji Min.

- No digas eso. Seguro mi padre vendrá a rescatarnos. Sé que me está buscando. - Cheong-san miró a su amiga Nam On-jo tras decir esta esas palabras.

- ¿Y cómo sabes qué no está muerto? Seguro es un zombie. - comentó con voz apagada Na-yeon.

- No digas eso. - la hermana de Yoon-yeong habló. - Sea o no verdad, eso no lo sabemos. Yo creo a On-jo. Hay que tener esperanza en momentos difíciles. - la aludida, antes triste por el comentario hiriente, le dedicó una pequeña sonrisa mientras lágrimas caían por su rostro. El de gafas, su mellizo, se colocó estas y la miró con orgullo.

- Bueno, dejemos el tema. Hablemos de algo interesante.

- ¿Cómo qué, Dae-su? - dejó sus ojos en blanco Gyeong-su.

Él se limitó a encogerse de hombros.

De pronto, a parte del sonido de pisadas de los zombies y el sonido extraño que por si hacían algunos que caminaban por los pasillos, se escuchó un grito proveniente de fuera.

- ¿Habéis oído eso? - Bo-yoon habló asustada. Parecía estarlo más de lo normal.

- Alguien está en peligro. - Joon-yeong se puso en pie observando a su hermana sin quitarle los ojos de encima.

- Hay que ayudar. - comentó Cheong-san.

- Iré yo. - la profesora tomó el control de la situación.

- ¿Cómo? Si sale ahí fuera será comida de zombie.

- Na-yeon tiene razón, señorita Park. - la peli negra Ji Min espetó.

Se hizo un breve silencio, en el cual parecían pensar que hacer. ¿Ayudar a la chica o dejarla a su suerte? Quizás ya estaría convirtiéndose. No debían tomar riesgos innecesarios. Por ahora allí se encontraban a salvo.

La de ojos color miel avanzó hasta la puerta, su mejor amigo Park Solomon junto con Woo-Jin intentaron detenerla.

Un grito de su hermano salió de su boca. Ella ya había salido y cerrado la puerta enseguida. Algunos muertos la escucharon y corrieron hasta ella. Por ahora era más rápida. Mientras intentaba no tropezarse o ser acorralada gritaba para que aquella persona la escuchara.

- ¿Dónde estás? ¡quiero ayudarte! - esquivaba zombies sin cesar.

Tras un rato obtuvo respuesta, bajó al piso de abajo y siguió aquella voz. Se había encerrado en una clase.

- ¡Abre! ¡Vienen a por mí! - la chica abrió y la de cabello liso observó que no estaba sola. Dos hombres y una chica más iban con ella. Dos tenían equipación deportiva y un arco con flechas.

Un chica de cabello corto la jaló del brazo, metiendo a la confusa joven en la clase. Habían tapado las ventanas y bloqueado las puertas.

- ¿Estás loca o qué?

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