Capítulo 1 - Dejando Busan

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Park Jimin POV

"Mingyu, ven aquí y termina de recoger tus Legos," grité mientras mi hijo entraba a hurtadillas en mi habitación.

"¿Dónde has estado?" Él tenía esa mirada en su cara que me decía que había hecho algo.

"No te enfades, apa, por favor." Suspiré, sabiendo que cuando su frase empezaba con 'no te enfades', no iba a ser bueno. Crucé mis brazos frente a mí y esperé pacientemente a que él reuniera el coraje suficiente para decirme la travesura que había hecho ahora.

"He roto tus delfines." Gemí internamente. Los delfines eran un regalo de graduación de mi padre cuando me gradué de Inha University en Incheon. Eran doce pulgadas de cristal de delfines saltando sobre las olas. Cerré mis ojos, no sabiendo si quería una respuesta para mi próxima pregunta.

"¿Cómo los has roto?" susurré mientras abría mis ojos y miraba a mi arrepentido hijo de siete años. Él bajó su mirada a sus pies mientras metía su mano en el bolsillo de sus pantalones.

"Bueno... Moon se escapó y le vi saltando hacia la puerta trasera." Tomó una gran respiración antes de continuar. "Así que fui a atraparle antes de que escapara. Luego Bom le vio y empezó a perseguirnos a mí y a Moon. Si no me hubiese lanzado a por él, Bom se lo habría comido." Rodé mis ojos. Bom era un inteligente Golden Retriever, excepto cuando se refería a las ranas. Él se las tragaba enteras y luego en diez minutos volvían a salir.

Moví mi mano hacia él para que continuara. "Golpeé la pata de la mesa y se cayó. Lo siento, apa. Sé que te gustaban los delfines." Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas y cualquier enfado que tuviera se fue instantáneamente. Se lo habíamos hecho pasar mal a este pobre niño los últimos dos años.

"Está bien, Mingyu. Ve a terminar de recoger tus legos y llévale al abuelo Ji Sung la caja para que la ponga en la camioneta." Él se acercó y me abrazó por la cintura.

"De verdad lo siento, apa," sollozó en mi camisa. Pasé mis dedos por su pelo negro y le mantuve cerca.

"Está bien, cariño." Le alejé de mí y le di una sonrisa de 'estás perdonado'. "Ahora date prisa. Tenemos que irnos en unos minutos." Él se alejó de mí y corrió a su habitación. Suspiré, sabiendo que había un desastre esperándome en el comedor.

"Hey, Minie, ¿quieres la vajilla o no?" Miré a mi exmarido y me llegó un sentimiento de nostalgia.

"No, puedes quedártela. Compré una más pequeña la semana pasada." Él asintió hacia mí, pero tenía una mirada de querer tener esa discusión otra vez. Levanté mis manos, parándole antes de que empezara.

"No vayas ahí ahora. Mingyu está en la otra habitación. Podemos hablar sobre ello en el viaje." Él asintió secamente y luego se dio la vuelta rápidamente y me dejó en lo que una vez fue nuestra habitación. Lo único mío que se quedaba era la cama King size que compramos cuando nos casamos. No quería el recordatorio de lo que habíamos hecho en ese colchón o, peor, lo que él hace actualmente con él.

Sehun y yo nos separamos tras cinco años de matrimonio debido a su personalidad controladora y manipuladora. Eso fue hace casi dos años. Pensé que conmigo y Mingyu viviendo con mi padre, él finalmente vería que hablaba en serio cuando le decía que no podía vivir con sus 'reglas'.

Todavía recuerdo el día que perdí toda esperanza de reconciliación. Llegue a casa sin avisar para hablar con él sobre la última ronda de travesuras de Mingyu. Usé mi llave y entré cuando él no respondió a la puerta. Inmediatamente escuché en qué estaba ocupado cuando un ruido sordo vino de la habitación. Me quedé en shock. No puede ser.

Llegaste a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora