Capítulo 20 - Amor en el Barco

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Park Jimin POV

Me despertó un cosquilleo en la nariz y los labios. Alcé mi mano y con los nudillos me tallé bajo la nariz para detener la sensación que interrumpió mi plácido sueño. Dejé caer mi mano en la almohada sobre mi cabeza, respiré profundo buscando volver al sitio donde estaba. Sentí el mismo cosquilleo recorrer la parte interna de mi brazo, las cobijas se movieron permitiendo que el cosquilleo ahora rodeara mi pezón. Abrí los ojos lentamente para acostumbrarme a la claridad que entraba al camarote a través de la escotilla, pero tuve que cerrarlos nuevamente.

Mientras mis ojos se ajustaban, volví a sentir el mismo cosquilleo recorrer mi estómago y dirigirse a mi cadera que estaba destapada. Cuando el cosquilleo se movió hacia la parte interna de mi muslo, abrí los ojos y encontré a Jungkook al pie de la cama en una bata verde y con una sonrisa traviesa en el rostro. Al hacer las cobijas a un lado, vi que en la mano sostenía una rosa roja que deslizaba sobre mi pierna y que luego acercó a su nariz para oler.

"Me encanta que tus labios tienen el mismo tono que esta rosa, pero son el doble de suaves." Dijo con una sonrisa mientras subía a la cama y se colocaba sobre mí. Se detuvo cubriendo todo mi cuerpo con el suyo sólo un instante antes de pasar la rosa sobre mi mejilla. Cerré los ojos y disfruté las sensaciones.

"Buenos días amor" murmuró antes de agacharse y besarme los labios suavemente. Sus caricias llenaron mi mente con los recuerdos de la noche anterior. Aumentó la intensidad del beso mientras mis brazos rodearon su espalda y lo jalé hacia mí para sentir el peso de su cuerpo contra el mío. Una ligera risa se escapó de entre sus labios mientras se alejaba y me sonreía.

"Si tienes hambre, tengo el desayuno listo esperándote en la cubierta." Dijo mientras se levantaba. Gruñí y tomé sus caderas para que no se alejara de mí.

"Solo tengo hambre de ti" le dije mientras me alzaba para atacar su cuello. Se dio por vencido y se dejó caer sobre mí con un suave gemido, su frente recargada en la almohada junto a mi mientras yo me movía de su oído hasta su hombro, quitándole la bata en mi recorrido hacia su pecho.

Sus manos se dirigieron a mi pelo masajeando mi cabeza mientras yo continuaba el descenso por su pecho escultural. ¿A qué hora haría ejercicio? Un cuerpo así necesita mucha atención. Mi mano se deslizó por sus pectorales hasta su abdomen. No pude evitar que mis dedos hicieran el mismo recorrido para sentir cada pliegue. Un ligero escalofrío recorrió su cuerpo por donde habían pasado mis dedos y labios.

Podía sentir su miembro cerca de mi pecho mientras hacía mi recorrido. Una de sus manos se enredó entre las sábanas mientras que la otra lo hacía en mi pelo cuando comprendió cual era mi plan.

"Jimin" gruñó disminuyendo la fuerza de sus manos y mirándome con sus ojos brujos. "No tienes que hacer eso". Apenas si escuché su murmullo y comprendí, por su voz y sus manos, que le estaba costando mucho trabajo seguir actuando como un caballero. Quería esto. Al darme cuenta incliné mi cabeza para que mis labios lo rozaran.

"No creo haber tenido tantas ganas de probar algo en mi vida como en este momento" dije contra él provocando que se moviera contra mis labios. Abrí mi boca y con la lengua rocé la parte inferior; volvió a gruñir y recargó la cabeza contra las almohadas. Sonreí al ver su reacción mientras cubría la punta con los labios y mi lengua giraba a su alrededor, dejándome probar mi deseo en él. Volví la vista hacia su rostro y vi sus ojos fijos en lo que le estaba haciendo. La intensidad de su mirada me hizo sentir pena un instante, pero desapareció en cuanto lo introduje todo en mi boca, sus ojos giraron en sus órbitas antes de volver a fijarlos en los míos.

Este tipo de actividad nunca me había gustado demasiado, pero ahora mientras marcaba un ritmo con mi boca y lo veía mirarme, empecé a excitarme. Cada uno de los ruidos y gemidos que salían de su cuerpo hacían que me sonrojara más y que la erección entre mis piernas aumentara. Tallé mis piernas una contra otra intentando relajarme un poco mientras mi boca seguía con su misión hasta que lo sentí cerca de mi garganta.

Llegaste a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora