Capítulo 41 - Segunda primera cita

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Park Jimin POV

Jungkook y yo decidimos que lo mejor sería llevar a Mingyu a las nueve para que trabajara en la ventana rota. Yo no había tenido que decirle nada más a Mingyu sobre el incidente, él ya se sentía horrible.

Aparcamos en el camino de entrada de Jungkook y mi corazón se aceleró con la idea de verle. Mingyu saltó fuera del coche y subió las escaleras hasta la puerta principal, la cual abrió de golpe sin siquiera llamar, y entró corriendo.

"¡Mingyu!" regañé. Él se dio la vuelta y me miró como si no supiera cual era mi problema. "Llama a la puerta, cabeza de chorlito," le recordé. Él me sonrió tímidamente antes de que yo viera a Jungkook dejar sus manos en los hombros de él con una gran sonrisa.

"Está bien, Jimin," dijo Jungkook. "De cualquier manera, prácticamente vive aquí. Tal vez debería mencionarle en mis impuestos." Me guiñó el ojo antes de que su voz aterciopelada riera suavemente, debilitándome ligeramente las rodillas. Me quedé fuera de la puerta y miré a Mingyu.

"Pórtate bien y escucha a Jungkook," dije, intentando mostrar mi tono paternal más autoritario. Mingyu asintió, luego pasó corriendo al lado de Jungkook y desapareció en la casa.

"¿Quieres entrar?" preguntó, haciéndose a un lado.

"No, tengo que hacer algunos recados esta mañana, pero te veré más tarde esta noche, ¿verdad?" pregunté. Él asintió y sonrió.

"¿A qué hora quieres que vaya?" preguntó.

"Estaba pensando que alrededor de las seis, si te parece bien." Le miré con incertidumbre.

"Está perfecto; lo estoy deseando."

Sonreí y me di la vuelta para volver a mi coche. Podía sentir sus ojos en mí mientras bajaba las escaleras, así que cuando llegué al camino de entrada, me di la vuelta y me despedí de él con un pequeño gesto de la mano. Su intensa mirada se convirtió en una sonrisa mientras sus dedos se movían en respuesta. Salté arriba y abajo mentalmente con anticipación por que llegara la tarde. Paré en una pequeña tienda en el centro de Unnam-dong para elegir algo lindo y un poco atrevido que ponerme para nuestra cita de esta noche y luego cogí algunas cosas que necesitaba del supermercado.

Durante el resto de la tarde, limpié. No había limpiado mucho mientras Mingyu no estaba y mi pequeña casa gritaba en protesta por la falta de atención. Limpié las ventanas y la tetera junto a otras pequeñas cosas que normalmente eran ignoradas por un ocupado padre soltero.

La cena estaba hecha y en el horno antes de que decidiera tomarme algo de tiempo para mí mismo. Preparé un agradable y caliente baño de burbujas y me metí, sintiendo mis músculos empezar a relajarse después de un largo y duro día de limpieza. Pensé en la tarde pasada con la familia de Jungkook y me encontré a mí mismo sonriendo por haber sido incluido en su unida familia. Era obvio que ellos se tenían un gran amor. Era tan diferente a mi propia experiencia familiar. Claro, mis padres me querían y yo los quería a ellos, pero nunca hubo ese sentimiento de Familia Completa, ya que mis padres se divorciaron cuando era pequeño. Ji Sung era un gran padre y era tranquilo y predecible. Mi madre, en cambio, era frívola. Fui criado bajo circunstancias completamente diferentes de las de Jungkook y no fue hasta este momento, que me di cuenta de lo que quería para Mingyu.

Pensé en Taehyung y como él ya se estaba convirtiendo en un amigo que tendría el resto de mi vida. En realidad, no habíamos estado muy cerca, pero, ciertamente, lo llamaría un amigo. Él había encontrado a un gran chico en Hoseok. La boda se aproximaba rápidamente y todavía no le había comprado un regalo. Me pregunté si a Somin le gustaría ayudarme a elegir algo y tal vez eso nos daría una oportunidad para pasar algo de tiempo juntos y hacer que confiara en mí.

Llegaste a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora