Park Jimin POV
Realmente no quiero salir. Pensé mientras sentía la cálida corriente del agua de la ducha. Me levanté esta mañana y vi mi aliento en el aire helado. Salí de la cama y encendí el calentador, esperando que para cuando saliera de la ducha, la casa estuviera más caliente. Instantáneamente sentí el aire frío cuando moví la cortina de la ducha. Temblando, cogí la toalla extra grande y la envolví alrededor de mi cintura luego cogí una más pequeña para mi pelo.
"¡Wain! ¿Dónde estás?" Escuché a Mingyu llamando fuera de la puerta del baño.
¿Qué estará haciendo?
"Wain," llamó otra vez. "Tengo que encontrarte antes de que lo haga Bom, cabeza tonta." Resoplé por su obvia frustración. Wain debe ser su nueva rana. Como vivimos en las afueras de Unnam-dong, estamos en un área más rural que cuando vivíamos en Busan. Había muchos bichos para que Mingyu se entretuviera con ellos.
Me quité la toalla y la colgué, cogiendo mi ropa interior y poniéndomela. Después me di la vuelta para coger mi camisa y fue cuando lo vi. Me congelé y miré fijamente al gran agujero bajo la puerta del baño. Todas las puertas eran tan viejas como la casa y la puerta del baño tenía un agujero a casi dos pulgadas del suelo. Deslizándose bajo la puerta había una pequeña serpiente.
"¡MINGYU!" grité mientras saltaba encima del retrete. La serpiente verde estaba completamente en el baño ahora y yo empecé a chillar mientras estaba histérico. Odio las serpientes. Reptó más cerca de mi santuario y empecé a bailar en el retrete, esperando que se diera la vuelta. "¡MIIINGYUUU!" grité otra vez.
"Estoy buscando a Wain, apa." Escuché a Mingyu gritar desde la cocina. "¡WAIN ESTÁ AQUÍ!" grité otra vez esperando que mi hijo de siete años me oyera y viniera más rápido. Mi hijo en pijama entró por la puerta justo cuando 'Wain' alcanzaba el borde del retrete. Miré a mi hijo en shock y apunté al ofensivo reptil. "¡SÁCALE DE AQUÍ!" le grité. Mingyu corrió, cogió la serpiente y luego se fue.
Bajé y me senté sobre la tapa del retrete. Internamente gruñí a mi hijo. ¿Qué estaba pensando trayendo una serpiente a la casa? Él sabe lo mucho que las odio. Me estremecí levemente mientras la adrenalina que me había subido empezaba a bajarse. Rápidamente acabé de vestirme y luego asomé mi cabeza por la puerta, asegurándome de que no había más sorpresas esperando por mí.
Lentamente fui hacia la cocina y vi a Mingyu en la ventana, todavía sujetando a la serpiente. La tenía a solo unas pulgadas de su cara mientras tenía una conversación con ella. Me estremecí otra vez y me pregunté como demonios podía él estar tan cerca de ella. Di golpecitos en la ventana, obteniendo su atención y luego le apunté para que dejara la serpiente y entrara en la casa.
Le vi bajar la serpiente y entrar rápidamente por las puertas francesas. Suspiré levemente de alivio cuando entró con las manos vacías. Crucé mis brazos sobre mi pecho e intenté parecer tan amenazador como fuera posible. Cuando Mingyu me vio bajó inmediatamente sus ojos y se acercó a mí.
"¿Por qué has metido a una serpiente en la casa?" pregunté con un gruñido. Él se estremeció levemente y luego levantó la vista a mí, intentando usar sus encantos para salir del problema en el que estaba. No va a funcionar esta vez, Señor.
"Solo era una serpiente jarretera, apa. Papá dijo que no eran venenosas." "No me importa si son venenosas o no. Bueno... si me importa, ¿pero por qué la has metido en la casa?" pregunté, con un leve lloriqueo en mi voz. Él se encogió de hombros y bajó la vista a sus pies.
"No sé. Era realmente interesante." Suspiré cuando la inocencia de sus palabras entró en mí. A veces es demasiado curioso para su propio bien. No quería que pensara que podía hacer esto otra vez así que levanté su mentón de manera que él me mirara a los ojos.
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Llegaste a mi vida
Hayran KurguTras su divorcio, Jimin empieza una nueva vida con su hijo. Pronto conoce a un guapo doctor que está lidiando con su propia pérdida y lucha para criar a sus dos hijos. Es una historia de encontrar fuerza durante la adversidad y aprender a amar de n...