Llegaste a mi vida

Capítulo 39 - Nuevos comienzos

Park Jimin POV

"¡Mingyu! Para de perseguir a Bom por la casa," gruñí mientras salía de la cama. Las risitas de Mingyu y los ladridos juguetones de Bom me habían despertado de un profundo sueño mientras luchaban por la casa. Abrí la puerta de mi habitación y encontré a Mingyu tirado encima de Bom en medio del pasillo, su sonrisa traviesa estaba firmemente en su lugar. Cualquier irritación que tuviera desapareció cuando me sonrió felizmente.

"¿Quieres llevar a este pequeño juguetón a la playa?" pregunté. Los ojos de Mingyu se iluminaron y asintió rápidamente antes de bajar de un salto de Bom y correr a su habitación. Yo me agaché y rasqué a Bom entre las orejas, luego entré en el baño. Rápidamente, me cepillé los dientes y me lavé la cara. Optando por ducharme cuando volviera a casa, me puse un short de baño y una camisa, cogí el protector solar y las toallas de la playa.

Entré en la cocina mientras Mingyu juntaba dos sándwiches de mantequilla de maní y gelatina. Él me sonrió cuando levanté una ceja por el desastre que había creado sobre la encimera.

"Podemos hacer un picnic en la playa," dijo felizmente. Reí por su entusiasmo y asentí.

"Eso suena fantástico," contesté. Me ayudó a preparar la nevera con todas las cosas que le gustaban. Eventualmente tuve que pararle cuando cogió las Oreo, así que le di dos manzanas. Él me sonrió tímidamente antes de que le metiera prisa para que cogiera la pelota y la correa de Bom.

Era un hermoso día de verano, hacía unos 26º y había una ligera brisa que venía del océano. Lentamente hicimos nuestro camino por la playa mientras que Mingyu le lanzaba la pelota a Bom, su correa se arrastraba salvajemente detrás de él. Persiguió la pelota entusiasmado dentro del agua y luego corrió a nuestro alrededor a toda velocidad. Mingyu rio y persiguió a Bom por la playa cuando se negó a dejar caer la pelota. Reí fuertemente, amando la sensación de la arena entre los dedos de mis pies y las despreocupadas risas de mi hijo.

Cuando mi divorció terminó, todo parecía sombrío; como si la vida ya no fuera a ser lo mismo nunca más. La pesada carga de estar solo me asustaba muchísimo. No fue hasta que nos mudamos y me encontré a mí mismo controlando mi propia vida, que vi lo liberador que realmente era. Sabía que aunque había grandes obstáculos en nuestro camino, podíamos superarlos.

Levanté la vista para ver a Bom ir a gran velocidad hacia una pequeña figura en la playa. Parecía una niña y me preocupé de que le asustara, así que solté un largo silbido. Bom paró y me miró, sus orejas se levantaron. Silbé de nuevo, pero no se movió. Dando un suspiro exasperado, fui hasta él. Cuando notó que iba hacia él, él fue hasta la niña y corrió a su alrededor en círculos. Ella tenía un sombrero rosa brillante y pude oír su risa mientras Bom destruía completamente el castillo de arena en el que ella estaba trabajando.

Mingyu corrió hasta él para pararle, pero la chica envolvió sus brazos alrededor de Bom y él se calmó inmediatamente. Mingyu se dejó caer sentado a su lado y no fue hasta que me acerqué más que me di cuenta de que era Somin. Miré rápidamente por la playa y no vi a Jungkook o Min Ho y sentí a papá Oso empezar a subir a la superficie. ¿Dónde demonios estaba Jungkook? Somin era demasiado pequeña para estar sola en la playa. Mingyu cogió los juguetes de ella y empezaron a cavar felizmente antes de que los alcanzara.

"Buenos días, Somin," dije cuando me acerqué. Ella se giró hacia mí y me saludó con la mano con una genuina sonrisa en la cara. "¿Qué estás haciendo aquí tú sola?" inquirí. Ella apuntó al océano y sacudió la cabeza.

"Papi y Min Ho están haciendo surf," declaró, luego volvió a seguir llenando su cubo. Moví mis ojos y vi varios surfistas sentados en sus tablas esperando la ola perfecta. Estaban demasiado lejos para ver quiénes eran Jungkook y Min Ho. Me dejé caer al lado de ella y seguí mirando, intentando verle. Sin embargo, había diez hombres, todos en trajes de buceo con el pelo mojado, era casi imposible.