Corazón del mar

Capítulo 1: Un reino en peligro

Antes de que comenzar a leer "Corazón de mar" es importante considerar que los lugares, nombres, personajes, fechas, rangos y términos son ficticios, aunque, existen varios personajes históricos que son verídicos. Por lo que si durante la lectura identifican algún dato que no coincide con la realidad, es por que son invenciones de mi imaginación, muy pocas cosas son basadas en datos reales.

Se aceptan recomendaciones y opiniones en caso de saber algo más sobre esta época o de estos temas, siempre y cuando se dirijan con respeto a través de los comentarios.

También me gustaría agregar que no tengo experiencia ni éxito escribiendo, por lo que voy previniendo que habrá varios errores de ortografía y redacción que con gusto aceptare correcciones de querer hacerlas.

Gracias por su atención, espero que sea de su agrado la lectura. <3

1

Epílogo

Un reino en peligro

Desde el momento en que la vi, supe que mi vida cambiaría para siempre. La princesa Helena, con su radiante belleza y sus ojos azules como el mar en calma, cautivó mi corazón de una manera que nunca creí posible. Era como si el mismísimo océano hubiera cobrado vida en aquellos ojos, llenos de misterio y pasión.

Cada vez que nuestros caminos se cruzaban, mi corazón latía desbocado, incapaz de controlar la avalancha de emociones que despertaba en mí. Su presencia, su voz melodiosa y su risa contagiosa, se convirtieron en mi razón de existir. Me enamoré perdidamente de ella, de una manera que desafiaba todas las leyes de la piratería y la lógica misma.

Cada noche, cuando el viento susurraba en las velas de mi barco, cerraba los ojos e imaginaba que estaba a su lado, acariciando su suave cabello y susurrándole palabras de amor al oído. Soñaba con el día en que podría llamarla mía, en que nuestros destinos se entrelazarían de manera irrevocable.

Pero la realidad era implacable. Ella era una princesa, destinada a casarse con el príncipe Stephan y asegurar la protección de su reino, mientras que yo era un capitán pirata, un hombre condenado a vivir en las sombras. Nuestros mundos eran opuestos, separados por barreras sociales y obligaciones impuestas por otros.

A pesar de ello, mi devoción por ella no menguaba. Cada vez que la veía, sentía cómo mi corazón latía con más fuerza, como si quisiera escapar de mi pecho y volar hacia ella. La forma en que su sonrisa iluminaba su rostro, cómo su mirada se posaba en mí, me hacía desear con una intensidad incontrolable romper todas las reglas y luchar por nuestro amor.

Pero el miedo me atenazaba. Temía que si me acercaba demasiado, si revelaba la profundidad de mi amor por ella, solo la pondría en peligro. Los piratas no eran bienvenidos en los reinos, y sabía que al escogerme, ella tendría que renunciar a su posición y enfrentar el rechazo de su pueblo.

Me sentía desesperado por tenerla a mi lado, por poder perderme en sus brazos y descubrir el paraíso en sus labios.

A veces me preguntaba si ella también sentía algo por mí, si en su mirada encontraba el reflejo de ese amor prohibido que arde en mi pecho. Pero temía que fuera solo un sueño, una fantasía que me negaba a abandonar. La realidad era cruel y me recordaba constantemente que nuestra historia era imposible.

A pesar de ello, no podía evitar aferrarme a la esperanza, a ese destello de luz en medio de la oscuridad. Quizás algún día, en algún rincón secreto del tiempo, nuestros caminos se encontrarían nuevamente y el amor que nos unía sería más fuerte que cualquier obstáculo.

Mientras tanto, seguiría navegando por los mares, llevando conmigo el recuerdo de sus ojos azules y el eco de su risa. Ella era mi musa, la inspiración detrás de cada canción que entonaba en la cubierta del barco. Y aunque mi corazón anhelaba su amor, aceptaba que a veces, el destino no siempre es como uno lo desea.