13
Narrador: Helena
Arrastro mi cuerpo a pasos cansados hasta la orilla del barco, pensando ilusamente en la vaga posibilidad de saltar y nadar hasta alguna isla cercana. Tomando el barandal con fuerza mientras divago con la mirada buscando un indicio de algún puerto o tierra, pero lo único que alcanzo a ver es el basto océano.
El vaivén del barco y el olor a salitre llenaban el aire, dandome una sensación de mareo, al tiempo que un escalofrío recorría mi cuerpo. No estaba acostumbrada a los movimientos ondulantes del mar y mi cuerpo reaccionaba a las horas llenas de angustia y agotamiento. Mi visión comenzó a nublarse y mis piernas se volvieron débiles. Me aferré al barandal con fuerza, tratando de mantener el equilibrio, pero fue en vano.
De repente, siento cómo mis rodillas cedían y desplomandome en el suelo de la cubierta. El mundo a mi alrededor se volvió difuso y lejano, como si estuviera sumergida en un sueño profundo. El sonido de las olas chocando contra el casco del barco se desvaneció y todo se volvió silencio.
El tacto de una suave y tersa sabana se siente bajo mi cuerpo, mi cabeza descansa en una comoda almohada y el olor a cedro junto con almizcle llenan mis mis fosas nasales. No quiero abrir los ojos, imploro a Dios que todo esto haya sido una pesadilla. Mi cabeza latía con fuerza y mi cuerpo se sentía débil, con frío y con una ligera capa de sudor.
- Tiene fiebre, es una respuesta normal debido a todo el estrés que paso estos días, tiene agotamiento y deshidratacion severa. Solo debe comer, descansar y tomar mucha agua. - escucho una voz a la lejanía
- Yo creo que lo mejor es regresarla a Vinyamar, la flota corre peligro con su presencia. Es esposa del príncipe de Erebor. Su ejército es uno de los que hemos estado evadiendo por años, no podemos perder a más hombres
- Nos expondríamos al regresar, de seguro los corsarios están a tan solo unos días de diferencia. Sería un fin seguro para al menos la mitad los nuestros. Pero tal vez podríamos dejarla en una isla cercana, nos libraríamos de un problema
- No podemos regresar a su reino, el trato con esa rata traidora decía que no iban a haber muertes durante el ataque, el maldito nos traicionó llevando refuerzos de Erebor y Hustengar, cuando prometió que no se defenderían. Por un lado, encuentro beneficioso el secuestro de la princesa, lo tomaremos como pago por la traición, de igual manera nos servirá como objeto de chantaje en caso de que su gente nos encuentren - la voz de Alexander me hace removerme incomoda de la cama, maldiciendo internamente - En cuanto a el príncipe de Erebor, aún no es Rey, dudo que el regente Turpin acceda a su petición de rescate para la princesa
Mis ojos se abren con dificultad al segundo después de escuchar a la última frase, encontrándome con la figura de Alexander a unos metros de la cama, mirándome fijamente y con un semblante serio, obligándome a tomar un respiro profundo.
Me observaba de una manera detallada, arqueando una ceja al notar que desperté, para después girar sobre sus talones y caminar hasta la puerta del camarote saliendo sin decir ni una sola palabra, seguido por Mason, quien solo me mira algo extrañado.
Su salida me permite soltar todo el aire contenido.
- Princesa, necesitas comer algo - Mi vista enfoca a Toranaga en una silla no muy lejos de la cama, mientras me tiende un plato hondo, sorpresivamente no tiene un mal aspecto y por el olor que despide puedo adivinar que es algún estofado de especies marinas. - seguro no es algo a lo que esta acostumbrada a comer pero necesita alimentarse
-Gracias - hago un intento de sonrisa que sale como una mueca a medias, mientras tomo el cucharón con mis manos temblorosas y sucias, respirando pesadamente a modo de frustración por mi estado.
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Corazón del mar
RomanceCasia Helena Harcourt es una princesa, segunda hija de cuatro hermanos de la corona de Vinyamar. Obligada a casarse con un príncipe de la realeza con el que pueda pactar la seguridad y paz de su reino. Por un lado la princesa Helena, obediente y r...