Corazón del mar

Capítulo 8: Vinyamar es invadido

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Narrador omnisciente

Bajo el manto oscuro de la noche, el barco pirata surcaba silenciosamente las aguas hacia el reino de Vinyamar, cuyas costas eran bañadas por la luz plateada de la luna. La tripulación se preparaba para desatar el caos en pacífico reino costero llamado Vinyamar.

Los habitantes de Vinyamar se despertaron con el sonido incesante de las olas golpeando la costa, pero pronto este sonido se mezcló con algo más ominoso: el crujido de maderas podridas y el chirrido de las cuerdas de los navíos. Desde el mar, emergió una flota formidable, encabezada por el temido capitán Alexander Kidd, cuya bandera negra ondeaba con orgullo sobre su navío insignia, el "Venganza del Mar".

Cuando las sombras envolvieron por completo el horizonte, el capitán dio la orden de atacar. Con un estruendo ensordecedor, los cañones del barco dispararon sus mortales proyectiles hacia la fortaleza del reino, rompiendo el tranquilo silencio nocturno y sembrando el pánico entre los habitantes de Vinyamar.

Con una destreza formidable, los piratas desembarcaron en las sombras, sus figuras oscuras moviéndose como fantasmas entre los edificios iluminados por el resplandor de las antorchas. Sin dar cuartel, asaltaron las murallas del reino, enfrentándose valientemente a los defensores desprevenidos.

Con el rugido de los cañones, las defensas de Vinyamar se desmoronaron rápidamente bajo el ataque sorpresa de los piratas. Las calles pronto se llenaron de gritos de terror y el clamor de las espadas chocando. Los piratas, liderados por la astucia de Kidd, se adentraron en el corazón del pueblo, saqueando casas, mercados y tesoros antiguos.

El cielo se tiñó de rojo con el fuego de las casas incendiadas, mientras los habitantes luchaban valientemente para proteger lo que podían. Pero la ferocidad de los piratas era implacable.

El rey, desesperado por proteger su reino, había movilizado todas sus tropas y fortificaciones para resistir el inminente ataque pirata. Sin embargo, la astucia y la ferocidad de los piratas, combinadas con la traición desde dentro, superaban todas las defensas del reino.

Valtus desde su fortaleza en lo alto de la colina, observaba impotente cómo su reino caía ante la invasión. A pesar de sus esfuerzos desesperados por proteger a su gente y su tesoro, los piratas avanzaban implacables, saqueando cada rincón de Vinyamar en busca de su ansiado botín.

A medida que el sol se ocultaba en el horizonte, el rey y sus leales seguidores se retiraron hacia las profundidades de la fortaleza, preparándose para un último enfrentamiento contra los piratas.

***

Narrado: Helena

La noticia llegó como un puñetazo en el estómago, un golpe repentino que me dejó sin aliento y tambaleándome en estado de shock.

Una mezcla abrumadora de temor y desesperación me invadió por completo. Mi corazón se encogió con la angustia de imaginar a mi gente enfrentando el terror de la violencia y el caos, sobre todo mi familia ¿Estaban a salvo? ¿Habían logrado escapar del peligro, o estaban ahora en manos de los despiadados invasores? Esas preguntas no dejaban de torturar mi mente.

Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo, seguido de un calor abrasador que se apoderó de mí. Mis manos temblaban y mis piernas parecían incapaces de sostenerme. Un nudo se formó en mi estómago y un mareo repentino me invadió, como si el suelo se tambaleara bajo mis pies. Mis manos comenzaron a temblar y mis piernas se sintieron débiles, incapaces de sostenerme. Un sudor frío recorrió mi espalda mientras luchaba por contener las lágrimas que amenazaban con escapar. Mi mente se nubló con preocupación y desesperación. Cada parte de mi ser anhelaba estar en casa, para defender mi reino y proteger a mi gente de cualquier daño.