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Narrador: Helena
Desembarcamos en la Bahía del Herrante bajo un cielo que aún se sacudía de los vestigios de la tormenta. El aire estaba fresco, impregnado con el aroma salado del mar y el olor a tierra húmeda. Mis piernas temblaban al tocar tierra firme después de tanto tiempo en el barco, aferrandome a la manta que cubría mis hombros mientras observaba el entorno con ojos curiosos y cautelosos.
El capitán fue el último en desembarcar, observando la bahía con su usual indiferencia, no había cambiado su actitud distante y hostil.
- No se separen, Tor las guiará a el lugar donde se van a quedar - Nos encamina Mason mientras carga una caja grande de madera.
El lugar se desplegaba ante nosotras con un encanto rústico y una organización sorprendente, considerando que se trataba del refugio de piratas y sus familias. Desde el primer vistazo, era evidente que la comunidad había surgido de la necesidad.
La misma, estaba enmarcada por acantilados escarpados y playas de arena blanca, donde las olas rompían suavemente. Las casas, construidas con madera y piedra local, se distribuían en un patrón aparentemente caótico, pero que mostraba una cierta lógica interna, propia de quienes conocen bien su territorio.
Caminos de tierra bien marcados serpenteaban entre las casas, conectando diversos puntos de interés. En el centro del asentamiento, una plaza abierta servía como mercado y punto de reunión.
Mientras avanzábamos, noté cómo los piratas se mezclaban con sus familias, creando una atmósfera de comunidad que parecía casi normal, si no fuera por las banderas piratas ondeando sobre algunas casas. Niños corrían por las calles, riendo y jugando, sus risas contrastando con la seriedad de sus padres. El ver a mujeres y niños mezclados con los piratas, creaban una extraña mezcla de normalidad y peligro.
Un grupo de hombres trabajaba en la reparación de una embarcación en un astillero improvisado, sus músculos tensos y brillantes por el sudor. El sonido de los martillos y las sierras llenaba el aire, mezclándose con el murmullo constante del mar. Parecían ignorar nuestra presencia, concentrados en su labor.
- Princesa Helena, mire esto - susurró Camille, señalando discretamente hacia un grupo de mujeres que tejían redes de pesca. Sus manos se movían con rapidez y destreza, creando patrones complejos que mostraban años de práctica y dedicación. Aunque la vida aquí parecía dura, había una resiliencia y un sentido de propósito en cada persona que encontrábamos.
Hacia un extremo de la plaza, una gran taberna servía como centro social. Construida con troncos gruesos y piedra, el edificio tenía ventanas amplias y una puerta siempre abierta, invitando a los habitantes a entrar. Desde fuera, se podían oír risas, canciones y el sonido de jarras chocando.
- Yo me encargaré de darles el recorrido por la Bahía, es importante que comprendan dónde están y cómo funciona este lugar - la voz de Mason vuelva a resonar detrás nuestro.
Nos miramos entre nosotras, ansiosas y expectantes, antes de seguirlo. Nos llevó primero hacia la plaza central, el corazón del asentamiento.
- Este es el mercado - comenzó , señalando los puestos y vendedores que ya estaban ocupados organizando sus mercancías. - Aquí, comerciamos todo lo que necesitamos. Frutas, verduras, herramientas, ropa. Todo lo que ven proviene de nuestras incursiones o es cultivado aquí mismo
Observé a los vendedores interactuar con los compradores, regateando precios y compartiendo noticias. La actividad era frenética, pero había un orden subyacente en el caos aparente.
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Corazón del mar
RomanceCasia Helena Harcourt es una princesa, segunda hija de cuatro hermanos de la corona de Vinyamar. Obligada a casarse con un príncipe de la realeza con el que pueda pactar la seguridad y paz de su reino. Por un lado la princesa Helena, obediente y r...