NUESTRO TIEMPO

Hermano menor

Los sonidos de la carretera eran lo único que se lograba escuchar en el auto de Bright, quien se encontraba manejando rumbo su departamento acompañado del lado del copiloto del hermano menor de Win, que solo miraba por la ventana mordiéndose el contorno de las uñas.

Después de aquel momento abrupto en el hospital le pidió acompañarlo para buscar a Win, ya que no atendía ningún mensaje o llamada, incluso de números de otras personas. No quería admitirlo, ya que era vergonzoso haberlo tratado tan mal y tener una idea equivocada, pero estaba agradecido de poder saber la verdad al fin tras los comportamientos extraños del chico desaparecido.

—¿Me puedes decir qué sucede realmente con tu hermano?

—Me sorprende que no lo sepas, eres su novio. Por ley tendrías que saber más que yo.

—No lo soy, sé incluso menos que tú. Lo único que conozco es que la salud de Win ha estado disminuyendo en estas ultimas tres semanas. Mi jefe me aviso sobre su contrato, pero no entiendo nada.

—Win está enfermo.

El auto freno de golpe asustando a Mick que se aferró al cinturón de seguridad apretando los ojos, había olvidado esa sensación, solo que ahora no estaba su hermano para calmarlo.

—¿Cómo que enfermo? — Su voz salió nerviosa, hasta el punto de temblar en el acto, sus manos picaban y su vista se nubló en media carretera.

—¿En serio preguntas lo obvio? Tú estás con él todos los días, convives con él, ¿y nunca te diste cuenta de ello? ¿Realmente no notaste algo como su pérdida de peso, vómitos o derrames nasales? No es normal que alguien tenga todos esos síntomas, y menos lo continuos que son.

Como una tormenta cayendo sobre su cabeza, una serie de escenas se mostraron en sus recuerdos dejándolo sin aliento, claro que lo había visto, incluso al inicio, cuando lo detestaba, pero nunca le había prestado la importancia necesaria. Apoyó la frente sobre el volante mordiéndose los labios mientras los autos continuaban su camino.

—Aunque, no puedo reprocharte eso, nosotros tampoco lo notamos hasta hace un año.

—¿Nosotros?

—Papá y yo. Hasta hace un año, él vivía con nosotros, pero cuando nos enteramos sobre su enfermedad se fue sin decirnos nada. Y hasta ahora no sabíamos de él.

Bright asintió mirando al frente con la intención de retomar su viaje, pero algo seguía dándole vueltas en la cabeza, y sabía que la respuesta podría definir su vida.

—¿Qué es lo que tiene Win? ¿Qué puede ser tan delicado como para que él tomará la decisión de irse y cerrar contacto con su propia familia?

Un silencio inundó el carro haciendo que el pánico entrada en el mayor que esperaba ansioso la respuesta tan lejana de Mick. Este solo apretó los puños tratando de relajarse para poder hablar.

—Win, tiene leucemia, en etapa terminal.

Posterior de ello, Bright dejó de escuchar, el mundo se había puesto en modo silencio en cuestión de segundos. Él sabía que signos debía tener un paciente para cada enfermedad, pero como es que nunca encasillo a Win en una con tantos detalles que presentaba. No podía ni quería creer que incluso él no se hubiera dado cuenta de ello.

Escuchó un llanto a lo lejos, poco después notó que quien lloraba era él mientras el hermano menor de Win permanecía sentado totalmente recto mirando al frente sin expresión alguna en el rostro. Mick ya había pasado por ese lugar, no era sencillo aceptar que incluso estando ahí uno no podía hacer nada. Pero tampoco podían perder tiempo.