Pasado y futuro

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Una de las cosas más difíciles para Win fue, sin duda, dejar a sus pequeños solos, por más que quisiera permanecer en el área, el director se había negado rotundamente, pidiéndole, incluso, ayuda a Bright para que Metawin soltara a los niños de una vez por todas, en su estado y progresiva enfermedad no era apropiado mantenerse cuidándoles. Ahora quien necesitaba esa alegría y cuidados, era él mismo.

Tal cual su hermano le avisó, aquella tarde vio entrar por la puerta a su padre. Al menos estaba preparado para volver a verlo después de haberse marchado de casa.

Pero, a pesar de tener todo en mente, verlo con el rostro destruido por las emociones no le ayudo a mantenerse sereno.

—¿Por qué cuando veo nuevamente a mi hijo tiene que ser de esta manera?

—Porque estoy enfermo papá. Aunque hubiera deseado que no me vieras así. — suspiró sentándose sobre la cama mirando a su padre al pie de la base.

—¿Y no volver a saber nada de ti hasta que mueras y me den tus cenizas? Incluso si no me gusta verte en ese estado, prefiero esto a perder más tiempo contigo. Lamentablemente, no puedo reprenderte tanto como quisiera.

—¿Planeabas regañarme todavía? — se burló haciendo que su padre pudiera limpiar un poco de sus propias lágrimas.

—Al inicio quise hacerlo, te fuiste justo después que nos enteramos de tu enfermedad sin decirnos nada, tardamos mucho en dar con una referencia tuya, tuve que trabajar mucho para que Mick viniera aquí, a pesar de sus estudios él también quería encontrar a su hermano mayor. Ambos te guardamos rencor por querer vivir esto solo. Pero un día encontramos análisis de tu madre, y supimos al menos un poco la razón tras tu decisión.

Escuchar a su padre hablar de ese tema era demasiado difícil, no había sido fácil sobrellevar tanta carga, y menos quererla dar a personas que ya pasaron por algo parecido antes.

Las heridas que se crearon y trataron de sanar en esos pocos meses vieron la luz aquella tarde, volver a tener su padre y hermano cerca parecía darle una dosis de energía, esa que necesitaba y que claramente no pudo encontrar durante el periodo que estuvo lejos de ellos.

Tardarían en recuperar las platicas y revisiones, pero, indudablemente cubrirían los espacios vacíos.

Al llegar la noche sobre el hospital, Bright checó su salida para disponerse a ver a su novio, pasó por una maquina expendedora para sacar una barra de cereal, no sería muy pesado para el estomago de Win así que podría permitírselo.

—Win, ¿qué sucede? — se apresuro a entrar al ver como su pareja lloraba, tomó un pañuelo ayudándole a limpiarse los ojos con cuidado de no lastimarlo. No era normal verlo de esa manera, pero creía saber a qué se debía.

—Mi padre vino a verme, pensé que no lo extrañaría tanto, pero ahora que lo volví a ver, con esa expresión en su rostro no pude evitar recordar cuando mi madre enfermó. Me dije a mi mismo, que evitaría que me vieran de esta manera, pero no lo logré.

—Es tu familia amor, harían lo imposible por volver a verte antes de no poder hacer de manera definitiva.

—Solo quería evitarles este dolor, un poco al menos. Cuando mamá enfermó la casa se volvió una zona desastrosa, Mick era pequeño, y no entendía la razón por la que su madre estaba postrada en una cama, mucho menos cuando dejó de verla. Nuestro padre cayó, y tuve que hacerme cargo de lo que pude, verlos así me dolió demasiado, tanto que ni siquiera tuve tiempo de permitirme llorar por su muerte. Cuando me enteré que estaba enfermo no pude evitarlo, solo deseé que ellos no volvieran a ver a una persona cercana morir de esta manera.

—¿Fue por eso que viniste a ayudar en el área de pediatría? — murmuró acariciándole las mejillas rojas y húmedas de tanto llorar.

—Sí, quería estar lejos de casa, así que tomé mis cosas y me fui. En ese entonces estaba trabajando en un gran hospital, pero un día presenté mi renuncia y vine a ese lugar. Solo pedí el espacio de voluntario, y tardé un poco en ganarme el apoyo de los padres y sobre todo del director, tuve que persuadirlo hasta el cansancio. Quizás a través de ellos trataba de sanar al yo pequeño que no pudo disfrutar su infancia por la responsabilidad de cuidar a su padre y hermano. Solo espero que un día me perdonen por alearme de ellos.

—Ellos no tienen nada que perdonarte, en todo caso, tu padre es quien tendría que pedirte perdón a ti y a tu hermano, por no poder cuidarlos, cuando más lo necesitaban, entiendo que la situación fuera muy dolorosa, sobre todo para él, pero ustedes estaban ahí, ocupaban ese cuidado. Cuidado que te viste obligado en asumir. Solo mira a Mick, no lo dejaste solo y ahora ya va a terminar su carrera. Haz hecho demasiado por tu familia, no lo dudes ni un solo segundo. Yo espero que un día, ellos, sobre todo tu padre te pida perdón.

Pronto los brazos de Bright sostuvieron fuertemente al menor acurrucándolo sobre su pecho, entendía que ahora Win estaba en buenos términos con su familia, pero eso no evitaba que quisiera hacerle ver que nada había sido su culpa. Porque al final, incluso si así fuera ya lo había enmendado haciendo sonreír a todos esos pequeños.

—¿Sabes Win? Agradezco mucho que hayas huido de casa. Si no hubiera sido así, no te habría conocido.

Sin más sintió el agarre del menor sobre su cuello, pidiéndole por un beso que no dudo en darle, fue suave, tibio y sincero.

—¿Quieres dormir conmigo?

—Siempre duermo contigo.

—Me refiero en la cama, te duermes en la silla y es incómodo, lo sé, al menos por hoy hazlo, además no es tan pequeña, quedamos perfectos.

No podía resistirse ante esos ojos, menos a su sonrisa que podría jurar brillaba más que el mismo cielo en pleno sol. Conocerlo era una experiencia eternamente placentera estaba seguro de ello.

Con cuidado de no aplastar su brazo conectado se acomodo al lado apoyando la cabeza de su novio sobre su pecho.

—Bright, para ti, ¿cómo me veo?

—Muy bonito. — dijo acomodándole la bata.

—Hace un par de días, escuche que me veo más pálido, más delgado, y con un aspecto lentamente frío.

—Evidentemente, por tu enfermedad estás cambiando de manera física. Sin embargo, aún tienes partes que no dejan de ser lo que vi por primera vez en ti. Tus ojos siguen brillando, tu voz, aunque un poco pausada permanece hermosa, y tu sonrisa no deja de hacer que mi corazón se derrita cada vez que la veo.

No tardaron mucho en quedar profundamente dormidos, abrazados el uno con el otro. La calidez se extendió por el cuerpo de Bright que sonriente dejó besos sobre su frente, dándose cuenta que Win estaba hirviendo.

Trató de moverlo queriendo despertarlo, no funcionó, al ver los monitores las alarmas sonaron en su cabeza. Inmediatamente salió por las enfermeras y Luke que hacían guardia.

No tardaron en entrar a revisarlo, eliminando de esta manera algunas de las dudas del doctor, quien solo pudo observar como Luke pedía a la enfermera proporcionarle un medicamento en dosis superior a la que ya tenía encima Win.

—¿No es demasiado Luke?

—No, es justo para evitar que las fiebres sigan empeorando, cuando despierte va a tener que hacer ayuno para un par de pruebas, no tienes cirugías para mañana así que te voy a necesitar apoyándome con él. Aunque no tengo pedírtelo ¿verdad? Quédate con él, la fiebre pronto disminuirá, afortunadamente no es alérgico a ningún medicamento porque podría ser peor.

—Luke tengo que preguntarte algo.

—Claro, solo que sea rápido, tengo que seguir con mi guardia.

—¿Falta mucho para que suceda?

—Está recibiendo bien los medicamentos, no tendría que haber problema alguno por ahora, sería una mentira absoluta decirte que va a mejorar, pero si puedo decirte que aún tienen tiempo, así que aprovéchalo.





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