Nadie está listo

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Solo habían pasado tres días desde que Win fue internado para que Bright no pudiera encontrarlo en la habitación designada para él. Aunque no hacía falta pensarlo mucho, no existía otro lugar donde pudiera ver al chico.

Caminó acomodándose el cabello para atrás antes de entrar al área de pediatría, justamente, en el medio de las dos hileras de camas estaba sentado Metawin con el suero siendo administrado por intravenosa. 

Inmediatamente al ver a su novio, Win sonrío haciendo que, sin poder evitarlo, Bright lo imitara. No podía hacer nada contra esa expresión.

—¿Cómo te sientes? Parece que internarte no funcionara para sacarte de este lugar, pareciera más tu casa que otra cosa.

—Mucho mejor que ayer, solo por eso vine, no me gusta estar encerrado, además todavía puedo caminar, y el suero es lo único que tengo conectado por lo que son es problemático estar fuera de la cama.

—A este paso incluso con la silla de ruedas vas a terminar aquí. — se acomodó la bata antes de revisar que el suero continuara pasando al menos duraría para unas pocas horas más.

—Doctor gruñón, ¿el virus feliz está enfermo? — se escuchó la voz de una niña, no menor a los siete años, misma que sostenía un peluche. Ambos no supieron qué decir, aunque era más evidente que nada más, Win tenía una bata de paciente, no podían esconder mucho.

—Sí, sí lo estoy.

—¿Y te vas a recuperar como nosotros?

Las palabras quedaron estancadas en una sonrisa suave, dada cuando levantó ambos brazos levantando los dos dedos pulgares.

—¡Por supuesto que voy a recuperarme, por algo soy el virus feliz! — su sonrisa era grande, pero al menos había cumplido su objetivo, porque la niña pronto se marchó totalmente alegre, aunque la pareja permaneció unos segundos en silencio.

—¿Tienes cirugías para hoy? — Win rompió el silencio levantándose lentamente de la silla, con un movimiento de cabeza le pidió a su novio salir con él del área.

—No, estoy al pendiente por si sucede algo, pero básicamente estoy libre, por ello viene a buscarte. ¿por qué hicimos preparativos si ibas a romperlos?

Su intención era ser amable, pero quizás terminó sonando altanero, al menos así lo sintió él mismo, pero parecía que Win tuvo la impresión deseada porque al ver que nadie estaba cerca tomó su mano justo para entrar a su habitación.

—Porque quería hacerlo Bright, solo eso, al romperlos quiero ver tus expresiones, me gusta demasiado hacerte sentir.

—Tú ya me haces sentir todo, y en todo momento.

—¿Qué te hago sentir justo ahora? — se detuvo frente la cama mirándole directamente a los ojos con una gran sonrisa.

Bright no mencionó nada, se aferró a la mano de su pareja sobre el sostén del suero, aproximándose lo suficiente para poder besarlo.

—Esto. Espera ¿por qué estás tan rojo?

—No puedo creer que seas tan cursi, esto sigue siendo nuevo para mí. Siempre con el ceño fruncido y mirada fría, pero justamente ahora tus ojos están brillando, y me besas así.

—Me gusta cómo me haces sentir.

—¡Demonios, no hagas eso! se supone que debo hacerte expresar emociones, no que tú lo hagas conmigo.

—Tú me lo dijiste una vez Win, no escuches a Luke. Aunque he de decir, que sus palabras son agradables de escuchar.

—¿Nos escuchaste? — con ayuda de Vachirawit, fue recostándose en la cama hasta poder acomodar su espalda sobre la almohada.

—Solo un poco, no podía meterme en la plática de tu médico, cuando solo soy tú novio.

No pudo evitar reír cuando esos labios tan suaves formaron una mueca de resignación. Estiró los brazos pidiéndole a su pareja un abrazo que no tardó en llegar, para Bright, estar cerca del pecho de su novio lo era todo, porque podía sentir sus latidos, era cálido y especial estar ahí.

—Te amo Win, con todo mi corazón.

—¿Cómo puedo resistirme a mi doctor gruñón? Te amo, cada parte de mi lo hace, incluso las que están enfermas.

—¿Qué haces aquí Luke? Supongo que Bright te pidió esto. Ya que él no puede ser mi médico a cargo.

—No puedo negarlo, ayer en la noche me lo pidió, y ahora estoy aquí, con una responsiva como tu especialista a cargo. Además quería hablar contigo antes que pase más tiempo. Cómo director de este hospital, y tu médico, habiendo visto a mucha gente morir o sanar, te tengo una pregunta, espero no te incomode ¿cómo crees que Bright reaccione cuando lo peor suceda?

—La verdad no lo sé, ni siquiera puedo imaginar mi propia reacción, dicen que puedes sentir ese final cerca, lo único que quiero es que él este a mi lado, pero si lo pienso, sería muy cruel para él verme morir.

—Sería más cruel tenerlo lejos, estoy seguro que no te perdonaría nunca morir sin él cerca. Ese chico es egoísta. — acomodó la silla cerca del menor mirando con dirección a la ventana.

—Pero por qué lo preguntas Luke. No somos tan cercanos, mucho menos lo eres con él.

—Te lo pregunto porque, cuando no estés, solo Bright quedara aquí. Y por como es, o lo que he visto, no es del tipo de persona que expresa sus sentimientos tan fácilmente. Sería una pena verlo perderse siendo el mejor médico de la zona.

—No le digas eso, su ego subiría hasta las nubes nuevamente si te llega a escuchar.

—Lo dudo mucho, Bright solo te escucha a ti. Pero regresando al tema, lo mejor que puedes hacer es sacarlo de su área de confort, incluso si ambos saben cómo terminara todo, les ayudara a sobre llevarlo, aún más para él, es importante crear esos recuerdos, de lo contrario podría quedarse solo con fragmentos de tu enfermedad, y eres más que esos síntomas, lo sabes.

Las palabras de Luke, poco a poco iban calando dentro de Win, quien suspiro mirando sus pies cubiertos con la sabana, lo que decía era cierto, totalmente, si moría, su novio no tendría de dónde sostenerse, y, personalmente, tampoco quería partir con ganas de hacer alguna cosa, por más complicado que fuese, deseaba crear memorias agradables, incomodas, de todos colores con el hombre que amaba.

—A veces eres muy acertado en tus consejos Luke, en serio gracias, hiciste mucho por mi.

—Detén tus palabras de agradecimiento Metawin. Pareciera que te estás despidiendo, y para eso falta un par de meses, eso espero. Todavía no consigo números de voluntarios para ocupar tu lugar,

—Solo asegúrate que sea alguien bueno con ellos, ya tienen suficiente con sus propios problemas de salud y familiares para que llegue alguien a darles más pesar.

Luke asintió recibiendo una alerta en su celular, se despidió del menor dejándolo solo en aquella habitación.

—Por cierto, antes que lo olvide, ya están en camino tus medicamentos, vamos a iniciar mañana temprano por intravenosa, espero disfrutes de tus pocas horas con suero. — regresó sus pasos sosteniéndose de el soporte inferior de la cama.

—Lo haré Luke, descuida, al menos podré hacer algo que me gusta mucho antes de iniciar con los medicamentos intensivos. — sonrió como pudo.

Antes que Luke saliera de la habitación, Bright aceleró el paso para evitar que el director del hospital lo alcanzara a ver. Aunque en un principio quiso intervenir, y decirle que sus preocupaciones eran innecesarias, a medida que la conversación avanzaba podía ver las intenciones de sus palabras.

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