El futuro es incierto, llegando a ser idiota y poco sincero el querer que exista una modificación que se ajuste a nuestras esperanzas y deseos más profundos. O así lo sentía Win, que permanecía sentado en la banca del techo del hospital.
El aire corría veloz golpeando su rostro, no le gustaban los vómitos matutinos, y menos le agradaba la idea de irse acostumbrando a ellos, por más malolientes que fueran.
Ahora más que nunca le gustaba ver el cielo, uno tan colorido y perfectamente moldeable a la intermitencia.
Un cielo lleno de matices azules le dejó tan tranquilo, que no se dio cuenta que poco a poco se iba quedando dormido acostado en la misma banqueta.
Al paso de las horas sintió un leve calor en el rostro, con suerte no se habría quemado la piel estando tantas horas expuesto al sol. Solo la vibración en su pantalón le hizo abrir los ojos permitiéndole admirar un cielo naranja, con detalles amarillos, incluso tirando al rosa.
Sonrió achicando los ojos sintiendo su corazón agitado por la preciosa imagen que se le presentaba. ¿Cómo algo tan pequeño podía darle algo de paz en medio de todo el caos que estaba por acontecer?
Poco después de colgar, escuchó el sonido de las pisadas del mayor y como la puerta sonaba al abrirse y cerrarse.
—¿Qué haces aquí Win?
—Solo quería estar un rato, así justo así. Deberías intentarlo un día. Solo permanecer recostado sin pensar en absolutamente nada.
Tratando de no lastimarlo, tomó asiento a su lado tomándolo de la mano. Quiso mirar el cielo como su pareja, pero ante él estaba el cielo más brillante que nunca vislumbro en toda su vida.
—¿Cómo te fue con los niños en la mañana? Supe que te pidieron retirarte antes de tiempo por sus revisiones. Pensé que estarías en tu departamento.
—Quería esperarte, no iba a poder descansar en la sala así que quise subir un poco, ya casi no lo hago.
Sus dedos dieron inicio a una serie de roces que pronto los tuvo sonriendo, Bright amaba demasiado esa sonrisa, lo amaba tanto que se dejó caer sobre su hombro dejando que la noche los bañara de a poco.
—Vamos Bright, tenemos que seguir con lo que dejamos pendiente ayer. — Win habló mientras el elevador bajaba hasta el estacionamiento.
—Lo olvidaba, en ese caso pasamos de camino por comida y algo de beber, para que podamos atender ese asunto hasta que terminemos. — sacó las llaves del auto activando la alarma para recordar dónde estaba.
—No creo que terminemos hoy. — se burló el menor abriendo la puerta y colocándose el cinturón al estar ya dentro del auto.
—Incluso si nos tenemos que desvelar vamos a terminar Win, de lo contrario no vamos a avanzar.
Muy a pesar de las quejas de Win, Bright realizó paradas en diferentes lugares, a los cuales Metawin no daba justificación alguna, por lo que para hacer más ameno su disgusto de no poder dormir lo necesario esa noche se dispuso a descansar en el carro. Solo podía sentir el movimiento cuando estacionaba y arrancaba respectivamente, así que no abrió los ojos nuevamente.
Al menos hasta que sintió que el tiempo para llegar al departamento del mayor se había excedido de lo normal.
Abrió los ojos notando que todo estaba oscuro al frente, no había los tan conocidos edificios que le ayudaban a guiarse, literalmente estaban en plena carretera, giró el rostro asustado aún cuando vio a Bright conduciendo.
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NUESTRO TIEMPO
Fanfiction¿La vida se salva cuando termina la operación? Bright y Win opinan demasiado diferente. Un médico testaturo y un chico que regala sonrisas. ¿Quién dijo que el amor no puede nacer en las paredes de un hospital?