Verdad a medias

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Abrir los ojos representaba esa mañana un gran problema para Win, estiró los brazos hacia abajo inclinando el cuello para la derecha y luego a la izquierda bostezando lo más grande que pudo mientras se quitaba con el dedo índice las lagañas formadas a lo largo de la madrugada. Tardó un poco en procesar donde estaba por lo que al percatarse del lugar extraño comenzó a salir de la cama con sumo silencio. Tomó sus cosas evitando genera ruido que alarmara al dueño de aquella habitación.

Su intento de escape se vio drásticamente afectado por la voz de un medico conocido, giró el cuerpo mirando a Bright que iba saliendo del baño. Sonrió algo nervioso, sin siquiera quererlo abrió los ojos pensando que pudo haber cometido alguna locura anoche. Hasta donde recordaba termino dormido después de una buena serie de tragos, de ahí su mete tenía solamente registros en negro. Pero por las dudas miró abajo notando que toda su ropa estaba en el mismo lugar.

-Debes saber que el que hagas eso me ofende mucho, nunca me aprovecharía de una persona. No sé qué clase de persona crees que soy, pero te estás equivocando. Ayer te traje a mi departamento y por fortuna no tuviste la intención de vomitar, te dejé en mi cama y yo dormí en la otra habitación. Solo entré aquí porque es el único baño y debía cambiarme para hacer ejercicio.

-No te estaba juzgando, solo fue un instinto. Perdón. En serio lamento haberte hecho sentir mal. Me iré ahora, disfruta tu día libre.

Con una pequeña reverencia se dispuso a salir definitivamente de aquel lugar lo más rápido posible, si permanecía un segundo más Bright se daría cuenta del sonrojo en su rostro. Estaba muerto de la vergüenza. Una mano lo retuvo haciendo que regresara inmediatamente.

-Tengo algo que hablar contigo, pero no hemos comido así que vamos en la otra cuadra hay un pequeño lugar donde podemos desayunar.

-Pero dijiste que ibas a hacer ejercicio…

-Lo sé, pero ya que despertaste quiero hablar de algo que sucedió ayer.

Trató de encontrar alguna razón para que su mayor quisiera hacer eso, era un problema no recordar mitad de lo sucedido. Quizás le había prometido irse del hospital y ahora debía cumplir. Incluso podría amenazarlo con algún video vergonzoso, cuando bebía mucho solía comenzar a hacer barbaridades en la calle por lo que sus compañeros ya no querían acompañarlo a tomar unos tragos. Si perdía a Bright estaba solo para sus aventuras de media noche. Solo esperaba que no fuera delicado.

Ya sentados en la barra con el desayuno frente ellos, Bright miró la manera tan despreocupada de comer de Win, mezclaba todo de tal manera que se iban las ganas de comer del plato, pero que, irónicamente parecían darle felicidad, o eso le decían los gestos del chico. Con miedo comenzó a comer buscando la manera de sacar el tema sobre la mesa.

-No somos amigos, pero creo que ya somos lo suficientemente cercanos para poder hablar de cosas como las que sucedieron ayer. Al terminar de beber quise llevarte a tu departamento, pero al llegar a la dirección que dijiste un hombre estaba en las escaleras y te negaste a subir. Además, ignorabas los mensajes en tu celular mientras bebíamos. ¿Quién era?

Win dejó de comer mirando con un rostro serio su plato a la mitad, tardó un momento en recuperar la compostura suspirando y volviendo a comer sin hacer caso a lo que el mayor le dijo. Después de tres cucharadas se atrevió a mirarlo.

-Preferiría no hablar de eso, solo déjalo pasar por esta vez, no es necesario que sepas lo que sucede, no somos amigos, pero por la cercanía que estamos teniendo ahora, te agradecería que olvides este tema.

En todo el tiempo que llevaba conviviendo con él en el hospital nunca lo había visto tan serio y frío, incluso su voz sonaba tan distante, como si advirtiera el peligro en caso de dar un paso después de los límites. Pero no podía evitar preocuparse, el rostro asustado de esa noche le decía que ese chico no era cualquier persona, pero era mejor dejar el asunto, al menos hasta que Win se abriera a contarlo.

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