Misión: Sin Frenos [JENLISA]

¿Quién es Somi? - 2° parte

Continuación...

- Rosie ¿sabes quién es Somi?- pregunte mostrando mi preocupación. Rosie al escuchar aquello reacciono de inmediato por lo que era obvio que sabia de quien hablaba.

- ¿Por que quieres saber de ella?- pregunto curiosa Rosie. - Claro, si se puede saber- aclaro rápidamente.

- Lisa dijo ese nombre mientras dormía.- dije intentando ocultar mi preocupación y evidentes celos ya que me esperaba lo peor.

- Ya veo... Creo que es mejor que lo converses con ella, si Lisa esta lista te hablara de Somi, pero es mejor que esa conversación la tengan entre ustedes.- sentencio seriamente Rosie.

- Vale... lo tendré que hablar con ella entonces.- Rosie al notar mi evidente preocupación me tranquilizo de inmediato.

- No te preocupes que no es nadie de quien debas estar celosa, fue alguien especial para Lisa pero no de la manera que crees, ya lo notaras cuando hablen del tema.- dijo Rosie.

- Gracias eso me tranquiliza bastante.. pasando a otro tema Jisoo me a contado que suele cantar contigo a los pacientes del hospital ¿A quien se le ocurrió?

- Jisoo fue la de la idea, me pillo un día tocando y cantando en la azotea del hospital y me propuso tocar debes en cuando a los demás pacientes, ahora la estadía en el hospital no es tan aburrida pero aun así extraño mi departamento y a mi pequeño Hank.

- Lo bueno es que cada vez falta menos para que te den de alta, asique animo y no hagas muchos esfuerzos ni movimientos bruscos, no querrás pasar otra semana en el hospital.- le advertí.

- No se preocupe doctora, créame que me estoy esforzando por recuperarme lo antes posible y ver a mi perrito.- dijo Rosie con una sonrisa.

- Así me gusta, cuídame a Jisoo que no se estrese mucho, bye- me despedí antes de que siquiera Rosie pudiera responder.

Después de colgar, Lisa se acerco a mi con un puchero y me abrazo yo no entendía que pasaba y le devolví el abrazo de inmediato.

- ¿Qué pasa?- pregunte preocupada.

- No nos queda pepperoni, esas pequeñas y tiernas bestias se lo comieron todo.- Dijo Lisa apuntando acusatoriamente a sus gatos que se relamían los bigotes o se lamian las patas.

- ¿Puedes atrapar criminales pero no puedes atrapar a tus gatos?- pregunte incrédula.

- Es que lo criminales no son así de tiernos- se defendió Lisa apuntando nuevamente a sus gatos.

Yo solo rodee los ojos y coloque el recipiente en el que estaban los pepperonis en el lavaplatos, en eso Lisa me sujeta sorpresivamente por la cintura y me sienta en la encimera de la cocina, saco una toalla húmeda y empezó a limpiar mi rostro cuidadosamente.

- Aun tenias harina peque- dijo Lisa mientras retiraba la harina de mi cara.

Mi corazón parecía derretirse al escuchar aquel apodo tan tierno, Al terminar de limpiarme la cara Lisa me dio un beso en la mejilla para luego mirarme con un sonrisa y acomodarme un mechón de pelo tras la oreja.

- Ahora si, ¿terminamos la pizza antes de que los gatos se coman el resto de ingredientes?- pregunto Lisa entre risas a lo que asentí.

[...]

Después de terminar de comer la pizza que no nos quedo nada de mal, y luego de limpiar el gran desastre que había en la cocina, nos cambiamos de ropa y fuimos en moto al lugar de la quedada con las chicas, estaba llenísimo debido a que se trataba de una inauguración y los precios suelen ser más económicos los primeros días.