ICE SKATER [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]

Capítulo 4

¿Acaso está loco?

No, no. ¡Yo estoy loca!

No debí haberle dicho que podía ser el vicepresidente. Si quedamos electos eso quiere decir que deberé pasar más tiempo con él y no quiero confundirme más.

Me aplaste la almohada contra la cara.

Pero es que se veía tan decidido...

No entendía por qué.

Y tampoco sé si estaba imaginando cosas pero me pareció ver que cuando se encontraron Sunoo y Sunghoon el ambiente se tornó tenso. Parecía que se estaba repitiendo el mismo patrón que en la otra dimensión. Ambos no parecían llevarse bien, o al menos, eso fue lo que vislumbré. Pero de nuevo, estoy tan agotada de todo esto que puede que haya sido solo mi imaginación.

Me quité la almohada de encima y me quedé viendo fijamente al techo.

¿Qué voy a hacer?

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Viernes por fin.

Al menos pasaría dos días sin verlos a todos ellos.

-Ji-won-ah, ¿tu hermana y tú quieren venir mañana a mi casa? Mis papás cocinarán Kimchi Jjigae y a mi hermano le dieron el día libre en su trabajo de medio tiempo.

Kimchi Jjigae era una de mis comidas favoritas y tenía varios días de no llegar a casa de Hana, pero extrañamente no me sentía con ánimos.

-Le preguntaré a Unnie si quiere ir. Yo la verdad no me siento bien-. Respondí con sinceridad por fin, luego de haber dicho tantas mentiras ya.

-¿Por qué?-Dijo alargando la palabra y haciendo un puchero-. ¿Por qué no te sientes bien? Hace tiempo que me he dado cuenta de ello. Quiero a mi mejor amiga de vuelta. Aquella enojona que me regaña por fijarme en cada chico guapo, que me da librazos en la cabeza por quedarme dormida mientras estudiamos juntas y con quién más me divierto y disfruto pasar el tiempo.

-Iré otro día, lo prometo-. Respondí sin dar mayor explicación, pero se me dificultó si quiera hablar. Con las palabras que dijo se me hizo un nudo en la garganta.

Yo también extrañaba sentirme como yo misma.

Sin previo aviso tomó mi mano, alzó mi meñique y entrelazó el mío con el suyo.

-Ya no puedes retractarte, ¿eh? Ya lo prometiste.

Me reí y asentí.

Sólo ella sabía como darme ánimos.

-Ya vuelvo, solo voy por mis cosas-. Dijo y entró a la clase mientras yo me quedaba viendo que libros y cuadernos iba a necesitar y cuales no para dejarlos en el casillero.

Veamos, tengo tarea de matemática, física e historia.

Historia...

En mi mente apareció el rostro del chico con quien tenía que hacer esa tarea, pero sacudí la cabeza para dejar de pensar en él. No es momento de tonterías.

Creo que solo eso necesitaré.

Cerré el casillero y casi me da un infarto al ver a alguien detrás de la puerta.

-¡Hola, noona!

-Sunoo-yah, me asustaste-. Dije llevándome una mano al pecho.

-Lo siento, no era mi intención-. Dijo con cara triste pero se veía adorable, como un zorrito triste.

-Está bien. No fue gran cosa-. Le resté importancia.

No. Un momento.

El corazón me dio un vuelco.