ICE SKATER [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]

Capítulo 1

El clima estaba frío. El invierno aún no había terminado.

Podía ver el vaho que salía de mi boca con cada aliento que exhalaba.

Concéntrate en tu respiración, concéntrate en tus latidos, concéntrate en correr y... Olvida todo lo demás.

A pesar de que afuera estuviera helando me levanté más temprano de lo usual para hacer ejercicio. Eso me ayudaría a despejar mi mente.

O eso creí.

Tenía la música a todo volumen, a este punto no me importaba si me quedaba sorda, solo quería borrar aquellos recuerdos que tanto daño me causaban.

No estaba segura de si recordar era una bendición o maldición.

No...

No podría llamar una maldición ser capaz de reproducir todas aquellas vivencias en mi mente, revivir, aunque fuera solo en mi cabeza, el tiempo que había pasado allá, las personas que había conocido.

Pero dolía, quizá más incluso que aquella lanza que atravesó mi vientre.

No lo entendía.

No entendía absolutamente nada.

En un abrir y cerrar de ojos, literal, había vuelto a mi realidad. Sin lágrimas, sin despedidas emotivas, sin un solo recuerdo.

Pero estaban ahí, en mi subconsciente, escondidos bajo el olvido forzado.

¿Por qué se habían reprimido esas memorias? ¿Sería el viaje interdimensonal? ¿Sería alguien más? ¿O incluso yo misma?

No solo eso había desaparecido.

Había regresado sin un solo rasguño, a pesar de ser herida múltiples veces en la otra dimensión, siendo la última en especial, la más grave de todas.

Ya había revisado. Fue lo primero que hice. No había marcas de sutura en mi brazo, no había cortes, no había un agujero enorme atravesando mi estómago y llegando hasta mi espalda como pensé que estaría.

Claro, mis padres y mi hermana se habrían escandalizado si de pronto hubiera despertado herida y era un alivio no tener que lidiar con el dolor y el tiempo de recuperación, pero no me cabía en la cabeza cómo jocotes había desaparecido.

Tampoco había lugar para creer que todo fue un sueño. El anillo era la prueba de que no había sido mi imaginación dejándose llevar. Era lo que en cierta forma me daba esperanza y me recordaba que no estaba loca, que no había inventado todo aquello en mi cabeza.

Instintivamente acaricié con mi pulgar el anillo.

Crucé hacia la derecha y seguí corriendo hasta el lago Han.

No había perdido mi habilidad atlética porque de una forma u otra había estado entrenando mi cuerpo.

Desaceleré el paso y comencé a caminar, preparándome para estirar y luego regresar a casa a darme un baño antes de salir a la escuela.

Observé mis manos. Estaban rojas por el ejercicio.

Pensar que hace tan solo unos días podía hacer que saliera fuego de ellas...

Eso también lo extraño.

Extraño todo de allá

Pero, ¿no era cierto también que cuando estaba allá extrañaba a mi familia y a mi mejor amiga?

¿Cómo rayos manejaba esto? Es cómo si mi vida se hubiera partido en dos, una mitad estaba aquí y la otra allá. Esa separación, como un trozo de tela roto en dos, manteniéndose unido por una costura a penas resistente.