ICE SKATER [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]

Capítulo 12

¿Hace cuánto había estado Sunghoon detrás de nosotros? ¿Qué hacía aquí? ¿Nos había seguido?

—Ya vinieron. Síganme—dijo alegremente la maestra Mirae saliendo de la nada y entrando a la sala de maestros, instándonos a hacer lo mismo.

¿De dónde había salido? No recordaba haber escuchado el resonar de tacones.

—Te veo después, Nuna—se despidió Sunoo antes de irse por el pasillo.

Le di un par de miradas furtivas al chico a mi lado antes de entrar a la sala de maestros. Estaba viendo hacia otro lado y su postura tensa se había relajado.

Seguramente la maestra nos había llamado a ambos por algún asunto de representantes de clase, lo que resolvía la duda de qué hacía aquí.

Pero no la pregunta de hace cuánto caminaba detrás de nosotros.

—Yaedeura—hizo una pausa—. En verdad lamento molestarlos, sé que tienen otras cosas que hacer y esto no es parte de ello pero, ¿podrían apoyarme esta vez? Debo ir al doctor, no me he estado sintiendo bien estos días.

Con aquello supe a qué se refería. Estaba segura de que quería que la ayudáramos a calificar las pruebas cortas de ayer.

Ella se disculpaba y nos observaba con pena pero en realidad no me molestaba ayudar a la maestra Mirae.

—Prometo compensarlos como hice la vez pasada. Ustedes solo díganme qué les gusta de comer, yo los invito.

—Anieyo sonsaengnim. No se preocupe, nosotros lo hacemos con gusto. No es necesario que nos invite—respondí.

—Para nada, lo hago porque quiero hacerlo. ¿Están libres el otro viernes después de clases?

Por instinto nos volteamos a ver con Sunghoon.

¿Qué le respondíamos?

Me agradaba la maestra pero que nos inviten a comer solo por ayudarla me causaba cierta presión y podría crear malentendidos entre otros estudiantes.

Además, tampoco es que mi definición de viernes por la tarde fuera almorzar con el egocéntrico de al lado.

Mientras pensaba qué responder Sunghoon habló.

—Por mi está bien.

Le dirigí una sutil mirada asesina que ni notó porque seguía viendo hacia otro lado.

Eso me ponía más presión a mi porque si él lo aceptaba y yo lo rechazaba me iba a ver como una malagradecida.

—Jiwon, ¿y tú?

—Por mi está bien también, gracias—respondí con una sonrisa forzada.

—Perfecto—dijo ella alegre—. Estas son las pruebas cortas de ayer y adjunta va una hoja de respuestas. Cuando terminen, aunque yo no esté, solo dicen que vienen a entregarlas y las pueden dejar en mi escritorio.

—Ne algetsseumnida—hice una breve reverencia antes de tomar una pila de las pruebas cortas, al igual que el chico, y salir de la oficina de maestros.

—Yah, ¿por qué aceptaste?—fue lo primero que le susurré a Sunghoon una vez fuera.

—¿Querías que la rechazara?

—Dangyonhaji!—respondí con obviedad.

—¿Por qué?

—Este chico no piensa más allá—dije para mi misma y suspiré—. Porque eso solo pone presión sobre nosotros. ¿Se te olvida cómo es nuestra cultura? Si alguien te agradece por un favor básicamente te obliga o te presiona a devolver el gesto. Si ella nos invita a comer nos presiona a que la volvamos a ayudar.