Capítulo 22

353 37 78
                                    

No cabía duda, había regresado.

Volteé a ver a mi alrededor. Parece que me encontraba en el área al aire libre del segundo piso de un hospital. Un enorme edificio se alzaba detrás de mi y un balcón que funcionaba como una pequeña plaza con bancas, árboles y otras plantas frente a mi. Escuchar el sonido de los autos pero no poder verlos me decía que estaba en alto. Si no era un segundo sería un tercer piso quizá pero no podía ser tan alto tampoco.

Algunos pacientes caminaban alrededor con sus acompañantes o con doctores o enfermeras. Todos estaban tan ocupados en sus propios asuntos que nadie se percató de mi repentina aparición. Aunque no es que hubiera tantos de todas formas y yo estaba más alejada de ellos también.

Saqué mi billetera del bolsillo y abrí el zipper del pequeño compartimiento que tenía. Me quedé contemplando el anillo antes de por fin sacarlo.

No tenía ni la menor idea de cómo había vuelto a la dimensión Pavo pero, ¿tenía que ser en ese preciso momento? Necesitaba respuestas concretas y ahora no había forma de obtenerlas.

La única explicación lógica que se me ocurría, dada la información que recopilé poco tiempo antes de regresar, era que había estado en el futuro de la dimensión Cygnus. Pero hasta donde yo sé, tenía el poder de viajar entre dimensiones no en el espacio y tiempo.

En ese momento un recuerdo cruzó por mi mente. Un recuerdo que aclaró mi mente y, a la vez, estrujó mi corazón.

Un fragmento de una de mis series de libros favorita se añadió a eso. En las Crónicas de Narnia, mientras que en la Tierra pasa solo un año allá ha pasado casi un milenio entre la primera visita de los Pevensie a Narnia y la segunda.

La primera vez que viajé a a la dimensión Cygnus estuve por meses mientras que al regresar a penas y habían pasado unos minutos.

Lo que me llevaba a la siguiente conclusión:

El tiempo fluía diferente en ambas dimensiones.

Eso quería decir que probablemente mientras aquí habían pasado meses allá habían pasado décadas ya que se habían referido a Sunghoon como el abuelo de un rey.

Recordar ese hecho me cayó como un balde de agua fría.

Apreté mi mano en un puño, la que tenía el anillo.

Un dolor inexplicable se instaló en mi. No me di cuenta en qué momento comencé a temblar por los diferentes sentimientos acumulados en mi interior. Frustración, desesperación, impotencia, furia, tristeza, decepción. Pero sobre todo, lo que se anteponía a lo demás, el dolor de la traición que se incrustaba en mi pecho como una daga envenenada. Ya había sido físicamente apuñalada con una así que sabía el sufrimiento que producía pero, aún el dolor generado por esa arma se quedaba corto en comparación con el que sentía en este momento.

Una avalancha de recuerdos se reprodujo en mi mente.

«-Estoy seguro de que quiero pasar el resto de mi vida contigo».

«-Será una promesa entre ambos de que pase lo que pase uno estará para el otro. Y claro, eventualmente algún día llevará al siguiente paso».

«-No creo que sea coincidencia que a ambos nos gusten estas flores, tampoco creo que ninguno de los eventos que sucedieron y que nos unieron ocurrieron por suerte, es como si un hilo nos hubiera atado a ambos incluso desde antes que nos conociéramos.

-¿Como si fuera el destino?

-Quizá, pero aún si no lo fuera, yo haría cualquier cosa por volverlo realidad. Aún cuando muriese y volviera a nacer no te olvidaría, tal como el nombre de esta flor y haría lo imposible por volver a encontrarte».

ICE SKATER [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora