ICE SKATER [ENHYPEN - Sunghoon - FANFIC]

Capítulo 9

Definitivamente debí de habérselo dicho antes. Supongo que imaginé que en algún momento surgiría la conversación pero aquel recuerdo que para Hana era reciente y para mi tan distante había quedado olvidado en mi memoria.

-El próximo viernes después de clase, ¿cierto?-preguntó Jake para confirmar y mi mejor amiga asintió.

Me había arrastrado a su plan de conseguir pareja y lo peor del caso es que yo había accedido, aunque me recordara vagamente de ello.

En mis narices organizó todo con Jake y Sunghoon y no pude negarme porque ya se lo había prometido a cambio de chocolates y artículos de arte... Debí haber pedido algo más difícil de conseguir para que le fuera imposible de encontrar y por tanto no me tuviera que ver envuelta en este rollo.

Pero como no fue el caso ahora me tenía que preparar mentalmente para ir a una cita doble el viernes de la siguiente semana porque uno de los chicos es físicamente idéntico a mi prometido pero no es mi prometido, todo por dejar pasar el tiempo y no decirle a Hana que el origen de mis problemas era ese pálido y apuesto rostro.

Aunque debo admitir que me sorprendió que el chico no opusiera resistencia, pensé que se negaría en rotundo o que pondría alguna condición pero se mantuvo callado durante toda la conversación. ¿Por qué?

Desde el jueves pasado que le había dado un pelotazo a la cara y me había dicho que me quedara junto a él no me había vuelto a dirigir la palabra, lo cuál tampoco entendía la razón. Es decir, tampoco es que hubiera pasado un mes, a penas han pasado tres días de los cuáles dos son días de descanso pero luego de eso había actuado como si yo no estuviera ahí.

¡Qué difícil comprenderlo!

Y luego las mujeres somos las complicadas.

-Hana, querida, hay algo que debo decirte-le dije cuando caminábamos de regreso a casa.

-Ay no, no usas el querida a menos que de verdad estés molesta. ¿Ahora qué hice?-se abrazó a si misma y se distanció unos pasos.

Solté un suspiro.

No, no era culpa de Hana no saberlo, era mi culpa por no haberle dicho antes.

-No estoy molesta. Bueno, sí un poco-me corregí-. Podrías haberme comentado lo que tenías planeado hacer antes de llevarlo a cabo. Pero estoy más molesta conmigo misma.

-¿Por qué? ¿Qué sucede?-preguntó preocupada.

Esperé hasta que llegáramos a su casa y luego de asegurarme que no hubiera nadie más fuimos a su habitación y le conté absolutamente todo. Desde los sueños extraños que había tenido días previos a mi cumpleaños hasta el momento en que los recuerdos regresaron a mi cual avalancha, no hubo un solo suceso que omitiera, quería ser honesta con ella. Me escuchó atentamente sin ninguna intervención hasta el final. Quizá con esto comprendiera mi situación y cancelara la cita doble, o al menos eso esperaba.

Cuando terminé de hablar me fijé en su rostro. Quería saber si ahora pensaba en mi como si hubiera enloquecido o si había comprendido, aunque probablemente fuera difícil para ella decidir si su amiga seguía cuerda. Me pongo en su lugar y pienso que si ella me hubiese contado algo similar pensaría que se había desvelado toda una semana viendo una maratón de películas al punto de que ya ni sabía lo que era ficción y lo que era realidad.

Su mirada estaba fija en el suelo y su expresión era difícil de descifrar, estaba en blanco, hasta que de un momento a otro se lanzó hacia mi y me abrazó.

-¿Cómo pudiste soportar todo esto sola? ¿Por qué no me habías contado? Creí que era tu mejor amiga, sabes que estoy contigo en las buenas y en las malas, en cualquier situación, pero no puedo saberlo si no me dices-sorbió su nariz.