BESOS SIN ALIENTO. (+18)©️

CAPÍTULO 5: ¿Miedo?

(Unos meses después)

Haciendo las compras para alimentarme puedo mirar de reojo a unos padres inútiles, el chico se ve pequeño y muy mal comido, no es mi asunto. Dispuesta a pagar escucho como algo se rompe, mi piel se eriza y no puedo evitar mirar esa escena tan dulce.

El joven chico le arrojó un frasco a su madre, su rostro muestra una furia incomprensible, la madre quedó en shock y un poco herida.

Niño:
— ¡Te odio, te odio, muérete de una vez! — siento como si ese grito estuviera pidiendo algo, ¿ayuda?

Salgo del supermercado esperando impaciente en mi moto, logró mirar de reojo al chico y su madre, se suben en una camioneta en mal estado, esa mujer se ve muy molesta interiormente pero lo más llamativo son las cicatrices del niño.

¿Quién eres?

Su auto se mueve en dirección contraria a mi casa. No quisiera arriesgarme, empieza la temporada de la nieve pero igual necesito saber todo, ¿podría acabar mal? Logró seguirlos a distancia, se adentran en una casa en mal estado igual, se ve gastada la madera, quizá empezará a pudrirse.

Son las siete de la noche, ya llegué hasta aquí, lo menos que puedo hacer es ver qué pasa con esos tipos, este sentimiento no me deja en paz, soy consiente de lo que pasa pero el remordimiento de ese niño me ha atrapado.

Me acerco con cuidado a una de las ventanas mal tapadas, logró ver a los padres frente al televisor, la mamá se retira, no logro encontrar al chico. Escucho un fuerte golpe, al mirar un poco a la derecha logró ver qué el niño está fuera se su casa. No puedo evitar está sensación.

Logro encontrar el cableado de la casa, lo corto totalmente y entro a la casa. El padre se encuentra durmiendo en el sofá, que asqueroso se ve, saco el cuchillo de mi bolsillo de la chaqueta mientras me coloco detrás de él, coloco mi mano cubriendo su boca y en un movimiento corto su cuello dejando que salga sangre como si fuese manguera.

Con un trapo limpio el cuchillo y un poco mis manos, me siento asqueada. La habitación de la mujeres está entreabierta, detenidamente miro que está buscando algo entre su clóset, me coloco la capucha y me coloco una mascarilla, entro con cautela.

No es un lugar que se pueda vivir en paz, ni tranquilo, ni siquiera se siente algún tipo de felicidad en esta casa, solo se cae a pedazos. Sujeto a la mujer por el cabello jalando de el, suelta un pequeño quejido y me mira.

Desconocida:
— ¿Quién eres? ¡Ayuda! —exclama sin respuesta alguna.

Bella:
— Ya es hora. —forcejea intentando librarse.

Desconocida:
— ¡Nicolas, Nicolas, llama a la policía! —su grito no tiene respuesta.

Bella:
— ¿Es el del sofá? —le doy un puñetazo y cae al suelo.— Fue el primero en morir.

Desconocida:
— ¡Te daré dinero! —la avaricia humana a llegado lejos.

Bella:
— No lo quiero. — acerco mi cuchillo a su rostro y ella llora a mares.

Desconocida:
— ¡Marshall! —miro por encima de mi hombro a un niño.

Bella:
— ¿Te gusta estar aquí? —niega con la cabeza pero lento.— Ya no te harán daño.