Unos ruidos fuertes golpeando la puerta de mi habitación me hacen despertar, el miedo recorre mi cuerpo, me hace temblar de una manera violenta, los golpes siguen una y otra vez.
Al mirar por una pequeña ventana me atrevo asomar un poco la cabeza, un hombre alto con una espalda ancha, vestido con ese traje que conozco, un escalofrío recorre mi cuerpo, agitada trato de cerrar la puerta lo más que puedo.
Miedo. Mis manos temblorosas se quedaron quietas, mis ojos se abrieron más de lo normal, ver a esa persona enfrente mío.
No, todo debe ser mentira, no podría encontrarme tan rápido, así no era mi plan, no quiero esto para mí.
Una sombra tapa la mitad de su rostro, al acercarse a mi, dejando nuestros rostros de frente, su mano se siente tan fría, su mirada está llena de decepción y de dolor de alguna forma, una leve sonrisa se hace presente, no puedo evitar que mi corazón se altere tanto.
Ciro:
— ¿Sabes cuánto me duele el corazón por tu acción? Pero no volveré a cometer el mismo error dos veces querida.Gretel:
— ¡Por favor, déjame vivir en paz, por favor Ciro!Sus ojos se llenaron de esa ira que tanto desconozco, me mira como si simplemente fuera otra persona más, recuerdo como su mirada estaba llena de luz solo cuando pasaban dos cosas; me miraba y regresaba lleno de sangre de alguien más.
Mete sus dedos entre mi cabello y tira de él arrastrándome fuera de la pequeña casa, me deja caer tan de repente y me llevo las manos a mi estómago.
Ciro:
— Lo siento, pero ya no sirves más.Ciro de su saco oscuro saca una navaja, siento como la encaja en mi estómago, el aire que podía respirar abandona mi cuerpo, los ojos inexpresivos de aquella persona que ame.
Todo se oscurece de un momento a otro, tomo una gran bocanada de aire, mi respiración se agita, fue todo un sueño, me acerco a la puerta espiando muy poco, mi corazón va latiendo demasiado rápido, tengo que alejarme lo más pronto de Ciro, no puedo dejar que nos encuentre.
Al cerrar un poco la puerta alguien mete el pie para evitarlo, mi mirada se coloca en aquella persona.
Dominik:
— Parece que viste un fantasma, ¿estás bien?, estás muy pálida.Gretel:
— Dios, p-podrías tocar la puerta la próxima vez, casi haces que me explote el corazón.Su rostro me miraba con confusión, toco la puerta y yo quite mis manos para que pudiese pasar, dejó unas bolsas en una pequeña mesita y se sentó en el suelo.
Dominik:
— Ciro está loco, —rompió el silencio y su mirada se desviaba.— él mismo se encarga de matar a las personas si tenía en mente, en serio hiciste que perdiera la poca cordura que tenía.Gretel:
— No quiero que mi bebé conviva con él, no de esa forma, no quiero mentirle sobre su padre.Dominik:
— ¡Ah claro, hay que decirle que su padre mató a más de trescientas personas, pero que aún así sigue siendo su padre un monstruo como él, es una buena idea. —su sarcasmo fue grande.Gretel:
— Dominik, ¿qué es lo que realmente buscas? —al mirarme notó ese odio en él.Dominik:
— A mi padre, a ese sujeto busco.Gretel:
— ¿Acaso, Ciro o Marshall podría ser alguno de ellos? —mi piel se eriza.Dominik:
— ¡¿Acaso eres estúpida?! —su cara de disgusto aparece.Gretel:
— Dios, lo siento, pero no me suponía más que eso, de echo he querido preguntarte porque haces esto.Dominik:
— Ya te dije que es para usarte después.Gretel:
— No, eso no, —me acerco y me siento casi enfrente suyo en el suelo.— me refiero que eres muy joven para hacer toda esta masacre.Dominik:
— Gretel, alguna vez te has preguntado; ¿quién eres en realidad?Gretel:
— ¿Quién soy? —se abalanza sobre mí sujetando mis muñecas.Dominik:
— ¿Te has preguntado el porqué fuiste echa? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué te han abandonado? ¿Por qué tienes todas esas preguntas y no ni una sola respuesta? —su rostro queda muy cerca del mío.Gretel:
— Dominik, ¿qué te ha echo tu madre?Se aleja de mí soltando mis manos, lleva su mano a su cabello y se sienta de nuevo.
Se ve como si estuviera decepcionado de él mismo, sus ojos azules intensos me miran.
Dominik:
— Aún no sé si mi padre fue un ex policía o fue el empresario más famoso del mundo.Gretel:
— ¿Q-que? ¿Gregory?Dominik:
— Sería gracioso decir que es hereditario, pero no sé tanto de mi madre, solo supe que Gregory mantenía una pintura de ella, de la cual se robó Alex, el policía.Gretel:
— ¿No has intentado vivir tranquilo?Dominik:
— Lo hice, aquí está mi familia, ahora no lo eches a perder, se cuidadosa con lo que hagas y lo que digas.Se levanta y se va.
Jamás me hubiera imaginado tener una plática así con Dominik, me hace sentir un poco tensa, ¿cómo habrá sido la vida de Ciro?, sé que sus padres lo dejaron, Gregory lo adoptó, lo hizo heredero de todo lo que poseía, no puedo decir que ha como se crió fue un niño mimado, jamás demostró ese tipo de aspecto.
Al abrir las bolsas que Dominik dejó veo un poco de comida, igual hay unos pequeños guantes para las manos de un bebé, supongo que no debe ser tan malo, ¿acaso me verá como su madre?
Lo dudo mucho, podría ser que le afecta ese detalle, mejor no debo tocar ese tema de nuevo, miro la hora, ya está amaneciendo, acaricio un poco mi vientre.
Gretel:
— Te prometo que no dejaré que nadie, mucho menos tu padre te haga daño, pero debo confesar que no sé qué debo hacer, tengo miedo pero estoy segura de que estar a su lado no es algo que pienso.Se escuchan las aves cantando, como empieza a moverse la gente en este pequeño pueblo, debería alistarme para trabajar, no puedo mantenerme solo así, en algún momento le agradeceré como se debe a Dominik.
Debemos ser libres.
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Besos Sin Aliento. (+18)©️
Gizem / Gerilim⚠️Contenido sensible⚠️ +18 -Y si es necesario voy arrastrarte al mismísimo infierno, mientras permanezcas a mi lado. Porque amarte como lo hago se vuelve un pecado.