Ciro's POV
El sonido de las gotas cayendo se escucha y retumba en toda esta alcantarilla, tomó una gran bocanada de aire, mi mirada se dirige a aquella persona colgando de sus brazos, sus ojos vendados y sus sollozos envuelven el ambiente.
Ciro:
— ¿Ya estás listo para decirme quién te mando por mi?, necesito irme a casa, mi amada me espera y no deseo ponerla nerviosa.
Desconocido:
— ¡¡Por favor, déjeme ir, no tengo idea quien fue, lo hacen por un área virtual!! — mi móvil empieza a sonar.
Ciro:
— Amordázalo, —uno de mis hombres cubre su boca, levantó mi palma tomando la llamada.— Habla Ciro.
Gretel:
— ¿Te interrumpo? —su dulce voz me envuelve.
Ciro:
— Para nada, mi junta está por terminar, pasarán por ti después de tu revisión.
Gretel:
— Te espero en casa, vuelve con cuidado por favor.
Ciro:
— Espero con ansias llegar y verte, nos vemos luego.
Mi corazón siente una paz inmensa, miro hacia una pizarra, ahí tengo las últimas pistas que tengo sobre Tonelay, lo encontraré y lo haré pedazos, mi familia no estará en paz hasta que lo mate, ese mal nacido. La última vez lo encontré pero era mejor no actuar enfrente de Gretel, odiaría hacerle daño.
Me relamo los labios, me llevo un cigarro a la boca, me llevo el cabello hacia atrás con la mano tomando aire absorbiendo el humo, me quito el cigarro mirando a aquel sujeto, suelto todo el humo en su rostro cubierto.
Ciro:
— Debo irme, así que ya no me sirves más.
Me acomodo en el sofá justo enfrente de él, señaló con el dedo la cuerda, los hombres toman a aquel sujeto tratando de liberarse inútilmente, termino mi cigarro posando mis brazos sobre mis piernas, miro al suelo negando con la cabeza, solo sacudo mi mano.
Al levantar la vista miro al sujeto colgado, podría haber sido más divertido pero el tiempo es corto, a un lado mío uno de mis hombres me entrega ropa limpia, procedo a tomar un baño en uno de los cuartos que tengo en el área.
Mi cuerpo y mi mente están frescos, me coloco los guantes, esta temporada ha estado nevando, espero que se haya abrigado bien.
Saliendo de aquella alcantarilla se escucha cerca de la puerta de salida mucha música, es el mejor escondite para mi, también mi negocio se volvieron los sitios nocturnos, el último socio no tenía como pagar así que adquirí ocho lugares como estos, claro que son totalmente distintos.
Paso entre la gente, observo como la gente se menea, se extasía con sus propios movimientos y con las melodías, es tan diferente a lo que Gregory me enseñó. Acomodo mi corbata mientras mis hombres hacen espacio para que pueda llegar a la puerta.
Me quedo inmóvil al sentir una mano, la sujeto y nuestras miradas se encuentran.
Ciro:
— ¡¿Gretel?! —me suelta mientras se ella se aleja y comienza a menearse junto con la canción.— Imposible.
Tocando los hombros de mis hombres se alejan un poco, sigo entre la multitud a Gretel, no, mi duda no desaparece por más que pida a mi cordura recordar que ella se encuentra en casa, usa un escandaloso vestido blanco, lentejuelas hacen que brillen con las luces cambiantes, siento un leve piquete que me distrae.
Ciro:
— ¡Gretel! —mis nervios se ponen a tope.
Es como si me atrajera totalmente, se sube a la barra, sus movimientos son tan, extravagantes, mi piel se eriza, su mirada no se aparta de mi, baja y se acerca a mí en medio de todos, su cuerpo se pega con el mío, no me encuentro bien, mi bolsillo comienza a vibrar.
Al meter mi mano nuevamente ella sujeta mi brazo, me confunde tanto. Rodea mi cuello con sus brazos, algo no está bien, me siento fuera de lugar, mis ojos se nublan, mi cabeza da algo de vueltas, siento que alguien toca mi hombro al tratar de mirar de quién se trataba pude esquivar aquel golpe.
Ciro:
— ¡Mierda! —un hombre casi de mi altura cubierto con su gorra.— Así que eras tú. Sabía que Gretel no podría hacerme esto.
¿Gretel?:
— ¡Ciro, no dejes que me lleve! —su voz. La tiene sujeta del brazo.
Ciro:
— ¡Suéltala!
Sujeto el brazo de ese bastardo, se quita la gorra y me va coloca halando de ella hacia abajo para cubrir mi vista, me da un golpe haciéndome retroceder, suelto un gruñido mientras me reincorporo, entonces que aquí sea.
Con la mirada busco a mis hombres pero ninguno de ellos se encuentra cercano o a la vista, acomodo mi saco y lanzo su gorra hacía su rostro, Gretel se atraviesa con una sonrisa inocente, mi cuerpo queda paralizado, ¿qué es lo que está pasando?, mi corazón retumba y me hace caer al suelo, sin poder evitarlo comienzo a vomitar.
Mi pecho se siente tan pesado, siento que mis ojos pesan demasiado, no puedo caer, Gretel no puede preocuparse por mi, mi móvil callo al suelo, en la pantalla aparecen llamadas perdidas de Gretel, mi mente se despeja, es lo que necesitaba.
Saco una cuchilla de mi saco clavándola en mi mano, me hace despertar el dolor, no tendré piedad de esta mujer, sin pensarlo dos veces me levanto rápido y encajo la cuchilla en el costado de aquella mujer, Tonelay queda sorprendido.
Tonelay:
— ¡No, Isabella! —trata de golpearme, sujeto aquella chica del cuello encajando más la cuchilla.
Ciro:
— Gracias por ayudarme a despejar mis dudas, eres bueno para algunas cosas, muy malo para efectuar planes. —giró la cuchilla y cubro la boca de la chica.
Tonelay:
— ¡Basta, es conmigo todo el asunto!
Ciro:
— ¿Acaso tú carnada es tan patética como para no lograr escapar de mí?, es patético pensar que no habría una gran grieta en tu plan, ahora alguien pagará las consecuencias.
Encajo más profundo, la gente alrededor está perdida en lo que ellos hacen, con una leve sonrisa empujó a la chica haciéndola caer al suelo, lamo la cuchilla disfrutando aquel sabor tan conocido.
Tonelay se abalanza sobre mi, esquivó un poco sus golpes, empuñó con firmeza la cuchilla, trató de apuñalarlo, logra evadir todo pero lo he herido, algunos rasguños nada para morir aún, lanza un último golpe y paso mi cuchilla cerca de su cuello, al tratar de esquivar su golpe noto que solo es una distracción, toma a la chica en sus brazos y se aleja de nuestro escenario. Mi sangre comienza a hervir, uno de mis hombres se acerca posando su mano en mi hombro, de reflejo golpeó su rostro y cae.
Ciro:
— ¡Joder!, no hagas eso, eviten todo contacto conmigo.
Hombre 1:
— Si joven Ciro.
Arreglo mi cabello hacia atrás, guardo la cuchilla mientras me sacudo un poco, ahora a lo principal. Miro mi móvil nuevamente, mando un texto para Gretel; "lo siento cariño, el trabajo se alargó, pero estoy saliendo, abrígate, estará nevando.".
Suelto un leve suspiro, al salir el auto espera por mi, al subir me dejo caer sobre el sillón, como es posible que hagan este espectáculo, un momento, ¿realmente puede ser Tonelay aquel sujeto?
Ciro:
— ¡Vámonos Ya!
Gretel, espero que no hayas encontrado aquel fatal hombre, no puedes liberarte mí, pequeña ave encantadora, mi jaula estará diseñada por y para ti, siempre te amaré.
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Besos Sin Aliento. (+18)©️
Mistero / Thriller⚠️Contenido sensible⚠️ +18 -Y si es necesario voy arrastrarte al mismísimo infierno, mientras permanezcas a mi lado. Porque amarte como lo hago se vuelve un pecado.
