«Beep, beep... Beep, beep»
Un gruñido salió de lo más profundo de su garganta. El trasnochar le había pasado factura, otra vez. Apagó el cansino ruido del despertador y se sentó en la cama, ya había amanecido. Fastidiado apartó las mantas de su cuerpo y las puso a los pies de la cama. Se levantó y caminó hasta las cortinas para abrirlas de par en par; y ya que estaba deslizó la ventana corrediza, permitiendo que el aire fresco de la región germana se colase por ella.
Descalzo continuó su camino hasta llegar a la cocina. Sus tripas rugían como leones. Bostezó de nuevo; no había pasado una buena noche. Llegó a la cocina y agarró un paquete de pan de molde, sacó dos rebanadas y las untó de mermelada de melocotón. Del mueble inferior cogió un pequeño zumo de brik y lo colocó al lado de su plato. Dejó su móvil a un lado, encima de la mesa, y se dispuso a comer tranquilamente.
Escuchaba a los pájaros piar y a los coches pasar. Miró el reloj que estaba en la pared. Las 7:20 de la mañana, hora en la que el vecino de arriba ponía a sonar sus CD's de Frank Sinatra. That's Life llegó a los oídos del moreno. Éste sonrió y rompió el plástico que envolvía la pajita del zumo; la introdujo y comenzó a absorber el líquido con sabor a manzana.
La mesa vibró y dirigió su mirada a su móvil, cuya pantalla se había encendido. Lo agarró y lo revisó, era un mensaje de Bulma en el grupo de chat. Frunció su ceño y desbloqueó la pantalla. El mensaje decía lo siguiente:
Bulma.
Buenaaaas, grupitooo.
Hay que elegir el color para los trajes de dama de honor.Bulma.
¿Tienen algún color en mente?Vegeta miró la hora del mensaje. Allá eran las tres y diecisiete de la tarde, ya habría terminado su día lectivo en la universidad.
Tights.
Yo creo que los colores pastel son los más adecuados.Vegeta.
Estoy con Tights, pero me da igual.Bulma.
Bien, se lo comentaré a Launch cuando la vea.Y después de eso, Tights mandó un emoticono de un corazón y Vegeta mandó el del pulgar hacia arriba. Se rascó los ojos y quitó algunas legañas que se habían quedado en ellos. Siguió comiendo acompañado de la voz de Sinatra. Hasta que se detuvo, por lo que tenía veinte segundos de silencio hasta que el vecino pusiese otro CD en el reproductor. Miró por la ventana del salón, dejando que el rayo de luz impactase en su iris.
—Vamos, anciano, pon una canción —dijo en voz baja para levantarse y dejar el plato en el fregadero.
I've Got You Under My Skin se coronó como la nueva canción que rellenase el callado salón. Comenzó a fregar el plato y, cuando terminó, lo dejó secarse en el otro hueco del fregadero. Agarró una bayeta de color naranja y se secó las manos, la volvió a dejar en su sitio y caminó hasta su habitación. Ya en ella, fue directo al armario, de donde sacó su uniforme del trabajo; constaba de una camisa de botones azul suave de manga corta y unos pantalones de pinza de color negro. También escogió una camisa de tirantes blanca y unos mocasines negros igual de cómodos. Se fue al baño y allí se cambió. Tras peinar su cabello de manera ascendente, salió del cuarto de baño para entrar de nuevo en su habitación y hacer su cama. Su teléfono emitió su peculiar sonido de llamada. Era su padre.
—¿Diga? —Preguntó dejando su móvil en su hombro.
—Hola, hijo. ¿Cómo estás? —Le preguntó a través de la línea.
—Bien, papá. Ahora mismo estaba por irme al trabajo.
—¿Quieres que le diga a mi guardaespaldas que te lleve?
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Your Madness: Delirium [Kakavege Fanfic] #2 ✓
Fanfic¡¡¡SEGUNDA PARTE!!! Tras la acalorada discusión, el injustificado bofetón y su mala suerte, Vegeta decide irse a Múnich por un tiempo; como un exilio temporal. Allí los recuerdos fustigan su mente, golpean su alma y destrozan un poco más su tortura...