Universidad de Ciencias de Tokio,
Shinjuku, Tokio.Las puertas ya se cerraban para dar comienzo a la ceremonia. Muchos del alumnado que se iba a egresar vestía elegante, arropados con aquellas túnicas negras y decorando sus cabezas con los gorros negros. Vegeta se encontraba en las gradas superiores, sentado al lado de su padre y de su amiga Launch, la cual ya estaba en el meridiano de su embarazo; acariciaba su pancita con su mano lentamente, disfrutando de la emoción de los futuros graduados. Bulma hablaba entretenidamente con una amiga que tenía a su lado, de cabello rojizo y alborotado en ondulaciones en el final de las puntas y gafas redondas.
Tights sostenía a Trunks entre sus brazos y éste la miraba con sus grandes ojos azules a la par que ponía sus regordetas manos en sus pechos, queriendo amamantarse. El mayor de los Ouji jugueteaba con el pequeño aprovechando su distracción.
Vegeta se sentía mejor tras un exhausto mes metido en rehabilitación, ya no requería de la ayuda de las muletas o de la silla de ruedas. Había recuperado totalmente la movilidad tras el accidente. Un accidente que todavía daba vueltas en su cabeza y el cual, a veces, no le dejaba conciliar el sueño. No había vuelto a ver a Goku; ni una triste llamada ni un superfluo mensaje. Nada. Unos pasos llamaron su atención y al levantar la cabeza se encontró con el de cabellos largos, quien se sentaba al lado de su esposa.
—Perdón por llegar tarde, me había pillado el tráfico —sonrió nervioso.
—No te preocupes, todavía no empieza —le dijo ella.
Raditz acarició el vientre de su mujer y, dejando un beso sobre él, se acomodó en el asiento asignado. Levantó su mano y la dirigió a Vegeta, quien la acogió amablemente.
—¿Te sientes mejor, Vegeta? —Preguntó Raditz.
—Sí, voy progresando —le afirmó con una sonrisa pequeña—. ¿Y tú cómo estás?
Deshicieron el estrechamiento de manos y aquél se encogió de hombros.
—Supongo que bien, algo estresado en la empresa.
—¿A qué se debe?
El barbudo atendió a la conversación de su hijo con el pelilargo. Éste suspiró algo cansado.
—Kakarot no está y tengo que hacerme cargo de sus deberes hasta que regrese.
Aquella confesión tomó desprevenido al más bajo. ¿Cómo que no estaba?
—¿A dónde ha ido?
—No lo sé, ha hecho bomba de humo y no me ha dicho nada.
—Oh, ya... —Musitó Vegeta.
El mayor de los Ouji frunció el ceño y suspiró inaudible al ver la preocupación en su hijo. El rector de la universidad se subió a la plataforma, en la cual estaban los directores y decanatos del ente docente. Las luces se atenuaron en el espacio y el proyector se prendió para visualizar la foto de la promoción que en escasos minutos se orlaría.
—Muchas gracias a todos por venir. Es una alegría inmensa el ver al alumnado acompañado de sus familiares tras este... arduo e intenso camino lleno de aprendizaje —sonrió—. Pronto os encontraréis en el mundo laboral y, con lo que habéis aprendido aquí, sabréis, y eso esperamos, desenvolveros allí fuera. Desde el rectorado, y desde la propia institución en la que habéis depositado vuestra confianza, os deseamos un buen futuro y una gloriosa orla de despedida. Muchas gracias.
Todos empezaron a aplaudir, y algún que otro silbido resonó en el lugar. Trunks aplaudió como pudo, pues todavía era muy pequeño para ello. Su madre le ayudo con ellas y sonrió inocentemente, sacándole una sonrisa pequeña al moreno. El proyector emitió un vídeo de la promoción; desde que iniciaron la universidad hasta el último día en la misma. En muchas de esos fotogramas y cortos vídeos aparecía Bulma, y eso llenaba de orgullo al peli-flama. Su mejor amiga lo había conseguido, al fin.
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Your Madness: Delirium [Kakavege Fanfic] #2 ✓
Fanfic¡¡¡SEGUNDA PARTE!!! Tras la acalorada discusión, el injustificado bofetón y su mala suerte, Vegeta decide irse a Múnich por un tiempo; como un exilio temporal. Allí los recuerdos fustigan su mente, golpean su alma y destrozan un poco más su tortura...