Una mano le acarició por detrás de la oreja, haciéndole recobrar el conocimiento paulatinamente. Vegeta, a quien le costaba disipar su dolor de cabeza, abrió sus ojos pestañeando de vez en cuando para centrar su vista en los pectorales en los que su cabeza reposaba.
Alzó la mirada y, en un espejismo, visualizó el rostro serio de Goku. Su mente estaba jugando con él ahora que la resaca se intensificaba. Tragó saliva y, tallándose los ojos, volvió a mirar en la misma dirección para ver el rostro dormido de Han. Soltó un suspiro y agachó la cabeza, acurrucándose en el pecho del rubio.
Un mínimo movimiento le hizo quejarse, pues sus caderas emitían pinchazos agudos bajo sus músculos. Tragó saliva y reprimió los quejidos para no despertar al que había sido su amante de una noche. A su cabeza llegaron las nublosas imágenes de anoche; la faceta inobservada de Han en la cama, en estado de incompleta embriaguez, quien le empotraba con lujuria y le hablaba tan soez que sus recuerdos se volvieron oscuros. Pero también regresó, para martirizarle, la imagen de Goku y su deslealtad con la pelinegra.
Cerró los ojos evitando así derramar lágrimas. Se sentía como basura, se sentía utilizado de nuevo y él, en venganza, había utilizado a Han como medio para desquitarse; no sabía si lo que le sucedía tenía como origen al peli-palmera o al rubio de cicatriz en la cara. Entre sus lamentos, pudo notar que el cuerpo a su lado comenzaba a despertar, pues se había removido en su sitio. El alba se presentaba en ligeros haces de luz, tintados de colores pastel y algo apagados para que no sobresaltasen a los que despertaban.
Levantó la cabeza y miró a Han, quien se estiraba para poder desperezarse adecuadamente. Éste miró a Vegeta y le dedicó una sonrisa un poco somnolienta.
—Buenos días —saludó con voz ronca.
—Buenos días —su leve sonrojo era perceptible.
—¿Llevas mucho tiempo despierto?
—N-No, acabo de abrir los ojos.
Han tragó saliva y, acercando a Vegeta a su cuerpo, lo abrazó por la cintura.
—Lo de anoche ha sido... increíble —afirmó mirándole a los oscuros ojos—. Me ha gustado mucho.
El peli-flama se había quedado callado, pues no sabía que responder a aquello. Él también lo había pasado bien, lo había disfrutado y había olvidado, en parte, a Goku mientras lo hacían. Sin embargo, por muchos pros que presentase su compañero, era imposible olvidarse del empresario. Aquél le follaba con toda su alma, le llevaba a lo más alto para luego hacerle bajar con fuerza y destrozarle internamente. El huracán «Kakarot» no le envidaba nada al ciclón «Han», pues bien sabía que él salía ganando, con mucha diferencia.
Nada tenía que ver el tamaño de sus sexos, ni mucho menos la forma en la que le habían hecho suyo; la historia iba más allá de simples roces en la cama. El peli-palmera se había convertido en el delirio de Vegeta (y éste conocía de su puesto en el corazón del empresario), quien no podía dejar de pensarle, ni siquiera con otro hombre. Han frunció el ceño al ver que el moreno no le prestaba atención.
—Vegeta —le llamó y éste regresó su alma a su cuerpo—. ¿Estás bien?
—S-Sí, claro —humedeció sus labios—. ¿Me estabas diciendo algo?
—Te preguntaba si tú también lo habías disfrutado.
—Estuvo... bien —dijo parpadeando.
—¿Estás seguro? No te noto muy convencido de ello.
El corazón de Vegeta iba a mil, ya que nadie se había preocupado anteriormente tanto por él. No quería hacerse ilusiones que no eran, y mucho menos con su compañero de trabajo. Asintió con la cabeza y, desplazando su mano a la mejilla del rubio, esbozó una sonrisa pequeña.
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Your Madness: Delirium [Kakavege Fanfic] #2 ✓
Fanfic¡¡¡SEGUNDA PARTE!!! Tras la acalorada discusión, el injustificado bofetón y su mala suerte, Vegeta decide irse a Múnich por un tiempo; como un exilio temporal. Allí los recuerdos fustigan su mente, golpean su alma y destrozan un poco más su tortura...