Capítulo 15

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T/n 

10:25 a.m.

Desperté , miré el reloj, aún era temprano, me levanté de la cama y cambie mi pijama a otras prendas, cepillé mi cabello mientras me dirigía directo a la cocina a preparar algo de desayunar. Durante ese tiempo, me dispuse a revisar mi celular, mensajes de Aaron y Park.

Llamada

- ¿T/n? - preguntó Park.

- Me pediste que me comunicara contigo - contesté.

- Si, espero que tus maletas estén listas, nos iremos mañana por la mañana, hubo un problema y debemos volar cuando antes, los chicos tienen asuntos que atender. Espero no haya ningún problema.

- Por supuesto que no, ya todo está listo, algunas de mis cosas ya fueron mandadas por paquetería, junto con algunos documentos que solicitaste.

- Perfecto, nos vemos después - dijo y colgó la llamada.

Durante la tarde, pedí algo de comer y me dispuse a ver mi serie favorita, eso hasta que vi la hora 6:30 p.m. 

La idea de volar en un avión con mis siete artistas favoritos, sonaba a un increíble sueño, pero al mismo tiempo la ansiedad recorría mi cuerpo tratando de no emocionarse. 

Me adentré a la ducha y tomé mi tiempo, hoy sería mi graduación, estaba muy emocionada y algo melancólica, pues esta sería mi última vez viendo a Aaron durante un tiempo, o hasta que volviéramos a encontrarnos. 

Dejando los pensamientos de lado, comencé a prepararme, arreglé mi cabello dejándolo suelto con unas suaves ondas, seguí con el maquillaje para terminar con un poco de brillo en los labios. 

Pasé el vestido por mi cuerpo, ajustándose a mi silueta, me sentía realmente hermosa, coloqué mis tacones y un poco de perfume. El reloj marcaba las 7:40, justo a tiempo, me di una ultima vista al espejo y esperé el mensaje de Aaron, que no tardó más de 2 minutos en avisarme que se encontraba abajo esperándome.

En la entrada pude verlo mejor, vestía un traje negro, con una corbata de color gris, como siempre, no dejaba de sorprenderme, abrió la puerta del copiloto para que pudiera sentarme, ya en el auto, tomamos camino al lugar donde se llevaría a cabo el gran y último evento que tendría en la universidad.

El lugar estaba decorado con tonos azules, plateados y toques de negro, el ambiente era increíble, con amigos y profesores pasándolo bien, llego el discurso de despedida a los estudiantes. 

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Con unas cuantas copas encima, Aaron y yo nos dirigimos a la pista de baile. Bailando, bebiendo con amigos, con bromas y comentarios sobre los recuerdos que teníamos de las primeras clases que compartimos.  Sintiendo la música mientras bailaba, el alcohol recorriendo mi cuerpo, y unas cuantas gotas de sudor queriendo resbalar por mi frente, sentí como el mundo dejo de girar, todo se detuvo por unos minutos, mientras veía como unos apuestos chicos entraban al salón de eventos.

No sabía si era el alcohol o era mi imaginación, pues juraba haber visto el rostro de Jimin, así que decidí optar por no poner atención a los chicos que acaban de llegar al evento.

- T/n no me dijiste que invitaste a tu jefe - me susurro Aaron al oído sacándome de mis pensamientos.

- No lo hice - dije mientras reía por su comentario.

- ¿Entonces qué hace aquí? - preguntó mientras apuntaba a Park, que se encontraba recargado en la barra del bar sacudiendo su mano en forma de saludo hacia nosotros - Debo admitirlo, tu jefe es bastante atractivo - dijo mientras devolvía el saludo con su mano, provocando que saliera una carcajada de mi parte. 

- Aaron, no sabía que te gustaba mi jefe - contesté mientras le daba unas palmadas en la espalda-.

- Para nada, pero aquella chica de allá, si - dijo apuntando a una linda chica de cabello rubio que se encontraba sentada con sus amigas en una de las mesas - Hora de cazar - soltó mientras pasaba su mano por su sedoso cabello y se dirigía a ella - Nos vemos T/n.

Solo pude reír ante su actuación, volteé hacia la barra esperando volver a ver a Park, pero ya no se encontraba ahí, por lo que me dirigí de vuelta a la pista de baile para seguir en lo mío. 

Todo era perfecto, en pocas horas estaría en un avión con BTS de camino a Corea, esto era un sueño, del cual no quería despertar jamás. Sintiendo la música, y bailando a ritmo de ella, siento como unas manos me jalan.

- ¿Me permites esta canción? - me pregunta aquel apuesto chico de cabellos cafés.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto sorprendida por su presencia. 


8/7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora