-¿Jiji así está bien?- el anciano veía el cuaderno con los kanjis sobre escritos, repasados letra por letra - muy bien Naruto-kun, avanzas rápido- el pequeño se emocionó, continuó su trabajo, se encontraba sobre las piernas del Hokage, el anciano acababa de encontrarlo un día antes en el bosque comiendo y durmiendo en un refugio, se había asustado bastante cuando supo que huyó, lo buscó por toda la aldea, hasta que él mismo lo localizó, había corrido a la matrona del orfanato de su puesto, cuando se enteró del maltrato diario al pequeño, motivo por el que había huído del lugar - eso está perfecto Naruto-kun- se escucharon toques en la puerta de su oficina - pase-
Un trío de anbus se paró frente al Hokage - Hokage-sama, ¿nos ha llamado? -el pequeño aún no se percataba de su presencia, estaba demasiado concentrado en su cuaderno, sintió una mirada intensa sobre él, levantó la vista asustándose de inmediato, dejó el cuaderno y el lápiz lentamente, se dio un poco la vuelta, se encajó en el pecho de su jiji con miedo- los he llamado aquí por un motivo importante - el rubio giró un poco el rostro para observar al sujeto que lo veía con intensidad, sus ojos negros onix parecían querer atravesarlo, su mirada lo intimidaba bastante, pero no pudo evitar quedar hipnotizado por su ojos, eran hermosos -me he enterado, que la aldea maltrata de forma constante a Naruto-kun, es un niño por kami, su misión será cuidarlo, vigilar que esté seguro, por lo menos unos meses en lo que la gente se da cuenta que el pequeño es vigilado, para evitar más ataques-
Naruto seguía hipnotizado, cuando se dio cuenta se sonrojó un poco girando su rostro al pecho de su abuelo - Naruto-kun, no tengas miedo, ellos se encargarán de cuidarte -el pequeño asintió lentamente viéndolos de lado, el peliplata y el de cabello corto sonreían con los ojos, pero el sujeto de los ojos hermosos lo veía con seriedad e intensidad- ¿ya no me lastimaran los aldeanos jiji? duele- el anciano lo vio con tristeza, lo abrazó a su pecho apretando su puño con coraje -ya no te lastimarán físicamente pequeño -el pequeño asintió, con cuidado tomó su lápiz, bajó la mirada rápidamente hacia su cuaderno para continuar con su enseñanza. Los anbus lo veían con curiosidad y un poco de tristeza - así será Hokage-sama - el anciano asintió- bien, pónganse de acuerdo en las rondas- los tres anbus desaparecieron.
….
El pequeño caminaba con miedo por la calle, tenía semanas sin aparecer por la aldea, tenía miedo de que lo fueran a atacar nuevamente, a pesar de saber que lo estaban cuidando, los aldeanos lo veían con coraje y le lanzaban cosas, un anbu apareció a su lado atemorizando a la gente, ahuyentándola- gracias anbu-san ttebayo -el pequeño no levantaba la vista, sabía que era el anbu serio y de mirada intimidante, continuó caminando con tristeza de regreso a su departamento, al llegar se acostó en su cama deprimido apretando las sábanas reteniendo las lágrimas. Media hora después se sentó un poco cansado de su lamentable estado, él no era así, no se dejaría de ningún estúpido aldeano, sacó sus cuadernos de la mochila, comenzó a avanzar en sus lecciones, tenía seis años, iba un poco atrasado, pero en sí, desde que el Hokage lo recogió y le dio el departamento, había comenzado sus lecciones, así que su avance fue rápido a diferencia de otros.
Cuando terminó las lecciones de la semana, adelantando las de los días siguientes, se sentó en su cama a pensar cómo se desquitaría de esos estúpidos, hasta que sonrió divertido, corrió a la calle tratando de ocultarse de los mayores, tomó un costal vacío de una tienda de verduras y frutas, corrió al bosque a buscar lodo fresco y llenar el costal. El pequeño iba totalmente sucio, subió a su departamento y se quedó dormido, el anbu que lo cuidaba observaba con curiosidad lo que había hecho.
Naruto se levantó a media noche, salió de su departamento con el costal de lodo. Al llegar al centro de la aldea comenzó a lanzar terrones de lodo por todos los negocios donde lo han molestado con una sonrisa de satisfacción -malditos abusivos- susurró con diversión, corrió hacia su departamento, se bañó lavando su ropa, quedando en calzoncillos fue a dormir.
Al día siguiente sonrió divertido cuando se despertó temprano esa mañana, se cambió rápidamente, salió a ver la reacción por su fechoría, se escondió en un callejón, sacó una caja y se metió en ella para poder esconderse y ver en primera fila los resultados de su travesura. La gente comenzó a llegar a sus puestos dándose cuenta del desastre que había, todo estaba lleno de lodo, comenzaron a gritar y a exigir responsables, pero nadie decía nada, los clientes comenzaron a llegar, tuvieron que calmarse, esperó un poco más, salió de su escondite hacia lo oficina de su jiji donde el anciano le dio más actividades para seguir con sus lecciones.
El pequeño caminaba de regreso a su departamento cuando un grupo de aldeanos lo aventó dentro de un callejón - ¿crees que no sabemos que fuiste tú? maldito demonio, te haremos pagar desgraciado- iban a comenzar a golpearlo, pero antes de recibir el primer puñetazo, este fue detenido por un anbu quién los veía atemorizante- por orden del Sandaime cualquier intento de agresión será castigado - por primera vez Naruto escuchó la voz del anbu serio, aunque aún seguía en shock temblando como para poder responder de alguna manera- el anbu invoco a un clon, sometió a los cuatro aldeanos llevándolos frente a Ibiki. Naruto iba tras sus piernas bastante asustado, su manita apretaba su pantalón anbu con fuerza. Cuando dejaron a los aldeanos abusivos en TI, ambos regresaron al departamento del pequeño. Naruto bajó el rostro apenado - lo lamento - el anbu lo observó intensamente, sin responder desapareció del lugar.
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Tu mirada (Itanaru)
Romance...su mirada lo intimidaba bastante, pero no pudo evitar quedar hipnotizado por su ojos, eran hermosos... ...antes de hacerlo hizo un gesto con el rostro... "así que también me odia, ahora entiendo"... - no pedí tu ayuda... - el rubio sabía de quié...