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comienzo

Shiro hyakki, una chica de 1,67 que nació en España, europa, padres españoles y abuela francesa, tiene los ojos azules, piel blanca y cabello marrón.En España se permitía ir a la escuela con el cabello pintado así que al empezar la Secundaria en Japón se pintó las mechas de rubio y dos mechas delanteras de rosa y azul, eso estaba contra las normas pero el director fue compasivo con ella y se lo permitió como excepción por ser extranjera y no conocer bien las normas. Vivió en España hasta los 9 años y se mudó a Japón por el trabajo de sus padres, por suerte ella ya conocía de Japón y le gustó la idea, pero tendría que dejar de nuevo a todos sus conocidos, se había mudado tantas veces que ya se había acostumbrado a perder a gente.

Esto provocó problemas de encariñamiento, ¿Si se tendrá que marchar igualmente, por qué encariñarse? Tiene mala autoestima pero lo conlleva medianamente.

En Japón hasta los 17 estuvo totalmente sola porque en Japón hay bastante xenofobia a los extranjeros o mitad japoneses (hafu) y eso provocó acoso que le hizo mal.

Pero su afán de justicia nunca permitió ver un acto xenófobo y siempre se metía en medio.

Así fue como con 9 años defendió a un chico de cabellos negros y ojos azules de esos acosadores.

ｃｏｍｉｅｎｚｏ:

Las vacaciones de verano están por acabar y es hora de empezar el último año de preparatoria, pronto cumpliría la mayoría de edad y tendría que adquirir un trabajo a medio tiempo.

En lo alto de un edificio, sentada en la barandilla que impide que la gente caiga al vacío, disfrutando de la último atardecer y noche que disfrutaría en calma con el viento agitando mi cabello con calma hasta que finalice el curso.

La puerta de entrada al techo se abrió con cuidado pero lo suficiente ruidosa para percatarme de ella, pero ignoré el hecho hasta que la voz de mi madre resonó en la oscuridad apaciguada por las luces que salían de las ventanas de las casas.

ーshiro, ya va siendo tarde y mañana comienzan las clases, ven ya a cenar y acostarte, no querrás llegar tarde el primer díaーdijo suavemente mientras sus pasos se hacían más lejanos.

Suspiré con cansancio para echarle una última mirada a la escena y bajar a cenar y dormir.

Realmente no tenía muchas ganas de ir, en la primaria ya le habían avisado mucho por ser extranjera, pero al teñirse el pelo y entrar a la secundaria nadie volvió a molestarla mucho más que cuchicheos, el rubio es visto como rebeldía así que supongo que me ayudaría, tal vez el director me permitió llevarlo para evitar que me molestasen.

Dormí tranquilamente para ser despertada por el estruendo de la alarma que tan traumada me tenía, lo apagué con desgana para incorporarme sobriamente en la cama.

Después de eso procedí a vestirme y alistarme para ir al instituto.

Mi instituto era el Honor aryes, era muy grande y lleno de modalidades y clubs, y aunq no era aceptada en ninguno, al final era un buen instituto.

Caminé por la calle lentamente como si anduviera caminando a mi entierro, me asustaba quienes estarían en mi salón ese año, nadie hablaba conmigo pero aún así conocía a todos y hay gente con la que no querría estar.

Pero no pude preocuparme más por eso porque los chillidos de todos los años volvieron.

ーJOJOO!!!〜ーesas chicas ya estaban como locas el primer día, Jotaro Kujo lleva en mi clase desde el primer año de secundaria, y no hace nada más que pelearse, gritar a las mujeres despectivamente, faltar a las clases...

Me molestaban las chicas tan superficiales, además él no es guapo no tiene buena personalidad así que no lo entiendo.

Estaba ya harta de sus voces y me adelante para correr al instituto.