Caminaba codo a codo con quien se suponía sería el villano de aquella historia (situación que evitaría a toda costa), ambos con destino al Pico Qiong Ding para su sentencia de muerte.
Bueno, no era una sentencia de muerte en el sentido literal, sin embargo por más que trató de evitar su destino al final tuvo que ceder a lo que se esperaba de un omega como él.
Omega.
Odiaba esa palabra.
Odiaba el sistema de castas.
Odiaba esta historia que parecía girar sobre un segundo sexo que, siendo sinceros, ¡no tenía ninguna razón de ser!
Desde su mundo original había discutido en algunas ocasiones por el hecho de que, por dar un ejemplo, era bastante insalubre que un hombre diera luz por medio del mismo conducto por el cual eliminaba sus residuos (trató de decirlo en una forma amable). Aunque daba argumentos lógicos al final lo silenciaban los miles de fans del género, sin dar una sola razón sobre por qué aquello podía funcionar.
Continuó leyendo aquella historia que odiaba, por lo menos era una novela de sementales y no un BL como los que leía su hermana menor, al menos había un poco de "sentido" en todo aquel mundo absurdo.
O eso creía hasta que aquel lugar sin pies ni cabeza se convirtió en su nueva realidad después de morir.
Creció como un niño normal, con la diferencia de que en vez de tener padre y madre, tenía dos padres. Como un pequeño bebé con recuerdos de adulto agradeció bastante la función automática del sistema de congelar sus acciones y traducirlas a algo más acorde a su edad, pues si no tuviera aquel filtro no duraría más de un día en aquel mundo después de ese shock inicial.
Para su sorpresa comenzó a acostumbrarse hasta que al final pudo aceptarlo un 90% (no le exijan más a su pobre alma).
Sin embargo le seguía pareciendo absurdo que por el simple hecho de pertenecer a un género, una persona tuviera su destino escrito en piedra.
En un punto del camino se detuvo unos momentos, no estaba listo a pesar de que a petición suya (y tal vez gracias a las habilidades de diálogo de su Jiu-ge) le habían concedido algunos años de prórroga, no estaba dispuesto a tomar a su pareja después de su primer celo que en su caso fue a los 15, ¡No, gracias!
Shen Jiu, aparentó fastidio resoplando en voz baja, no obstante no lo presionó de continuar. Si hubiese sido su caso hubiera preferido rebanar el cuello de aquel "elegido" para él, para su suerte Qi-ge fue su destinado.
Ninguno de los dos quería llevar a cabo su compromiso, solo por ser el precio que debían pagar para continuar con su cultivo aceptaron aquel trato.
Cuando su determinación se restableció, siguió su andar con la frente en alto.
Estaba disgustado, tal vez con algo de miedo, sobre todo porque no conocía a su prometido. En cuando ingresó a Qing Jing, su maestra supo su género, sin pensarlo fue a consultar al Pico Xingxing para que determinaran quién sería su pareja ideal, ¿quién diría que su destinado estaría en la misma secta?
En realidad un omega podía llevar a cabo su cultivo sin problema alguno en solitario igual que cualquier alfa o beta, sin embargo podían potenciar su habilidad por medio de cultivo dual con una pareja adecuada. Esto no era algo exclusivo de omegas, pero en ese mundo de mierda para que el protagonista tuviera más excusas de llevarse a más mujeres a su harén y ellas aceptaran con gusto, casi era una regla no escrita que si un omega deseaba ser cultivador debía tener una pareja, asimismo los alfas buscaban parejas a su altura.
Antes de subir el último tramo de escalones, Shen Jiu le dio un apretón en su mano, un gesto sin palabras con el cual le expresó su apoyo, «Si no estás de acuerdo, puedo intervenir» casi le escuchó decir.
En silencio, Shen Yuan devolvió el afecto.
Se resignó a este destino aunque no estuviera de acuerdo, no quería crear más problemas solo porque su Jiu-ge seguía sintiéndose en deuda con él, suficiente había hecho para retrasar lo inevitable durante cinco años.
Antes de ingresar al salón donde se encontraba su maestra, el líder de secta, el líder del pico Bai Zhan y su prometido, inspiró una bocanada de aire para tranquilizarse.
Al abrir la puerta una voz fastidiada resonó en sus oídos.
— ¿Tardará en llegar?
Aquellas simples palabras hicieron a su ser vibrar, como si hubiera encontrado la mejor melodía. Su cuerpo quiso moverse hacia la fuente de la voz, con la intención de poder complacer al dueño y acabar con aquello que le molestaba.
Durante su primer celo descubrió lo aterrador que podía ser un omega: ser esclavo de sus impulsos fue algo que jamás en su vida como un hombre moderno se hubiera imaginado, sin alguna una de sus peores experiencias.
En aquel momento volvió a sentir ese miedo por aquel cuerpo suyo.
Nota:
XingXing: según google traductor es "Estrellas".
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Más allá de una flor
FanfictionPara un cultivador omega, tener una pareja de cultivo era una regla no escrita que todos seguían. Cuando, Shen Yuan, ingresó al Pico Qing Jing fue comprometido con un alfa casi de inmediato. Al aceptar su destino, su único objetivo es llevarse bien...