4. Cuello

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Por recomendación de su Shizun, visitaba al menos una vez por semana a su prometido en alguno de sus ratos libres.

Aquel día, de nueva cuenta, Shen Yuan se decidió por un paseo a las faldas de la secta.

No le importaba el lugar al que fueran, con pasar un tiempo junto al omega era más que suficiente.

Sin embargo, en aquellos momentos tenía dos grandes problemas.

El primero, es que no estaba seguro si llevó bien el proceso de cortejo. Seguía al pie de la letra los consejos que le enviaba por correspondencia su madre: mantuvo una distancia adecuada, le auxilió en preparar la mesa cuando compartían un té, de vez en cuando le entregaba pequeños presentes como listones, pinceles o té de alta calidad... todo con el propósito de que su prometido se encontrara cómodo.

Creyó que lo tenía todo bajo control hasta que aquella tarde el joven decidió romper el código sentándose a su lado, hombro a hombro.

Debido a ello su segundo problema tomó más fuerza.

Por lo general, Shen Yuan solía vestirse muy propio con cuellos altos y protectores de muñecas que cubrían la mayor parte de sus manos, dejando solo expuestos a sus dedos junto a parte de la palma. Para su peinado en la mayoría de las ocasiones optaba por una media coleta sujeta con algún listón, pero en aquellos momentos había elegido un peinado que acababa de poco en poco con la cordura del alfa.

Una coleta alta sujeta con una corona sencilla de plata, era su perdición.

Aunque la túnica que portaba cubría bastante del cuello, una parte de la extensión de la pálida piel seguía al descubierto, tentando a Liu Huang.

Por si todo aquello no fuera poco, también había notado que el omega nunca usaba un collar de protección. A pesar de ser un elemento importante, el no utilizar aquella prenda era común entre los omegas hasta que no consiguieran alguna pareja para que pudieran adquirirlo en conjunto, ya que por lo general era algo demasiado costoso. No obstante, en el caso de Shen Yuan, sabía que provenía de una buena familia, así que ¿por qué rayos no lo usaba? ¿Qué quería lograr al actuar de aquella manera?

A lo largo de sus salidas, Liu Huang, comprendió que el joven era alguien poco consciente de sí, aunque llegar a aquel extremo era demasiado. Si no supiera de aquella falta de prudencia por parte del omega, creería que trataba de seducirlo.

Cuando tomó la decisión de hacerle saber lo que dictaba la etiqueta, sintió como alguien se apoyaba en su hombro. Un cuerpo cálido y suave comenzaba a acercarse al suyo...

Aquella tarde sería difícil, MUY difícil.

Más allá de una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora