Más allá de una flor

5. Autocontrol

¡¿Por qué rayos no lo había hecho antes?!

Tal vez no estaba abrazado y restregando su rostro en el pecho del alfa como quisiera, pero ese contacto se sentía tan bien que sin pensarlo, comenzó a arrimarse más a su prometido.

Se decidió en hacer eso cuando recordó las películas que a veces veía junto a su hermana menor, la cercanía podía fortalecer los lazos de las parejas. Aquel mundo xianxia era demasiado conservador, pero Shen Yuan creyó que estaría bien mientras estuvieran solos.

Se mantuvo de aquella forma, hablando de lo hermoso que era el lugar, recibiendo por respuesta monosílabos.

Eso no se sentía bien.

El lado omega de Shen Yuan quería ser mimado, quería que le dijeran cosas dulces, no un "ujum" o "ajá", ¿acaso Liu Huang no sentía lo mismo que él? El pánico comenzó a amenazar con arrastrarlo de nuevo al hoyo del que escapó.

[Usuario, este sistema le invita a continuar con la misión, si aborta ahora perderá valiosos puntos.]

« ¡Nunca se mencionó alguna pérdida de puntos!»

[ ...

Está implícito cada vez que el usuario acepta una nueva misión, viene en los términos y condiciones que se mencionaron al inicio del contrato de uso.]

Shen Yuan, se encontró a punto de despotricar contra el sistema hasta que a su memoria regresó el viejo recuerdo que tal vez había aceptado esos términos y condiciones sin haberlos leído, cuando terminara la misión sería una buena idea repasarlos.

De nuevo al inconveniente de aquel momento, ¿qué estaría bien hacer para aligerar el ambiente?

[Este sistema tiene una sugerencia: puede tomar la mano de su prometido y ver su reacción.]

De las primeras sugerencias sin sentido que el sistema le propuso, aquella fue una de las más razonables, para después pasar a otras mucho menos decorosas. Por supuesto que en aquel tiempo, Shen Yuan, rechazó tal idea debido a que no era muy cercano al alfa, sin embargo en aquellos momentos, ¿podría decir que ya eran más allegados? Además, debía hacerlo para hacer avanzar la misión.

De forma lenta acercó su mano a la del alfa, la cual se encontraba hecha un puño sobre su pierna. Dolía ver lo tenso que se encontraban sus nudillos, casi blancos. El joven omega no notó el detalle hasta ese momento, ¿qué tenía tan tenso a Liu Huang? Siendo liderado por su instinto omega, rozó con la yema de sus dedos aquellos nudillos, quería contentarlo, deseaba que aquella tensión desapareciera.

Nunca imaginó que en cuanto sintiera el contacto, su prometido lo lanzaría algunos metros, lejos.

Ambas partes se quedaron quietas unos segundos, sin creer lo que acababa de suceder.

— ¡¿Qué rayos intentas hacer?! —gruñó, preguntó, Liu Huang una vez salió del trance.

Por reflejo quiso acercarse al omega para asegurarse que se encontraba bien, pero temía ya no poder resistirse y hacer algo de lo que se arrepentiría después.

— ¡No!, ¡¿Qué intentas hacer tú?!

Con dificultad, el omega se puso de pie, disimulando el dolor tanto físico como emocional del golpe que acaba de recibir. ¿Qué hizo mal?

Sin que nadie pidiera su opinión, el sistema volvió a entrometerse en el momento menos indicado.

[En este punto de la historia hay dos caminos a desarrollar, uno más largo que el otro. Ambos llevan a la misma resolución, no obstante dependerá del usuario cuál llevar a cabo para un mejor desarrollo de trama. Si elige el camino correcto, el usuario obtendrá una bonificación de +50 puntos B.]

Shen Yuan, quería llorar, en aquellos momentos solo deseaba quedar bien con su prometido, ya no tanto ganar más puntos. Para continuar, desplegó el menú de opciones, sorprendiéndose por los dos puntos a elegir.

Ambos se referían a lo mismo, solo que uno negaba la acción y el otro la aceptaba.

[A. Hablar de sus sentimientos

B. No hablar de sus sentimientos]

Lo más fácil y que mantendría más cómodo a Shen Yuan era la segunda opción, ser abierto con alguien implicaba darle en bandeja de plata la posibilidad de lastimarlo o lastimar a alguien.

Aunque fueron pocas las relaciones que mantuvo en el pasado, desde muy chico aprendió que la mejor forma de mantener contentas a las personas a su alrededor era mantener en secreto aquello que le aquejaba: su molestia por tener que realizar visitas contantes al hospital, el dolor que le causaban algunos estudios, incluso decir lo mala que era la comida del hospital podía provocar que sus padres y hermanos se sintieran mal. Así que guardaba todo dentro de él, la única excepción fue el vasto mundo de las malas novelas de sementales, con el anonimato que brindaba el internet podía liberarse de todo el peso que retenía.

No obstante, en ese momento estaba frente a él a su prometido, quien parecía muy concentrado en darle una charla acerca de la importancia del decoro, sin notar el dolor en los ojos del omega.

Shen Yuan, nunca dudaría en elegir guardar sus sentimientos para evitar una disputa mayor, pero en aquellos momentos, confiando en una corazonada que parecía no funcionar, eligió la primera opción.

—Yo, quiero abrazarte —susurró sin poder ver a los ojos del alfa, quien de inmediato guardó silencio—. Desde hace tiempo, solo quiero aunque sea poder tomar tu mano. Pensé que si estábamos solos los dos no estaría mal, lo lamento si te incomodé—finalizó antes de que su voz se quebrara.

Aquel pequeño bosque de ensueño se quedó en silencio, frío y desolado.

Desde su primer encuentro, el omega supo que Liu Huang era alguien especial. Sin pensar mucho en ello, cree que por eso él se esforzó tanto en que las cosas salieran bien entre ellos dos. Tal vez las estrellas se equivocaron, en realidad no era el indicado para el joven discípulo de Bai Zhan.

Al no recibir alguna respuesta, se encaminó de nuevo a Qing Jing, no había caso seguir en aquel lugar si solo causaría problemas a quien se convirtió en alguien importante para él.

Mientras pensaba en cómo le explicaría a su Shizun sobre la ruptura de su compromiso, una fuerte mano tomó la suya, provocando que Shen Yuan detuviera sus pasos.

—También, quiero lo mismo —comenzó a decir Liu Huang al tiempo que ponía al omega frente a él y tomaba su otra mano— aunque sé que no es correcto y a veces anhelo algo más (mucho más) que solo abrazos, también quiero lo mismo.

Una sonrisa comenzó a formarse en el rostro de Shen Yuan, cuando lágrimas de alivio se reunieron en las esquinas de sus ojos.

—Si los dos lo deseamos, no puede ser algo malo, ¿no?

La sonrisa de complicidad del alfa selló aquel acuerdo entre los dos.

Liu Huang, sabía que si en aquellos momentos abrazaba al omega, tal vez no podría controlar lo que haría después. Debía aprender a dominar esos impulsos que su lado alfa exigía llevar a cabo, debía ser un mejor alfa para Shen Yuan.

Con cuidado guio al joven omega hasta el lugar donde estaban sentados unos instantes atrás, tomaron sus respectivos asientos y esta vez se negó a que sus manos se separan.

Todavía no podía llevar a cabo lo que deseaba, pero ir de poco en poco adaptándose el uno al otro sonaba bien para él.