Más allá de una flor

6. Supresor

Ser un omega implicaba algunas desventajas, la más grande de ellas y que todavía le causaba conflicto era el celo.

Ese período era de sus peores experiencias: sufrir cada dos meses calores intensos, deseos libidinosos, reacciones en su cuerpo que jamás creyó posibles como la secesión de fluidos para un "acto especial", entre otros. Lo hizo una vivencia horrible para alguien que provenía de un mundo donde todo eso no existía.

Por supuesto que de los escasos omegas que llegó a conocer, todos coincidían que el celo era lo más difícil de sobrellevar (después de parir para quienes ya tenían hijos).

Para su suerte existía un remedio que lograba aminorar los síntomas al punto de casi convertirlos en una ligera gripe o incluso erradicarlos. No podía usarlo siempre, al menos una vez al año debía de dejarlo, sin embargo ese momento aún no llegaba, por ello Shen Yuan se dirigía al pico Qian Cao por su dosis.

Aunque era de otro pico se llevaba bien con los médicos, su tema favorito fue intercambiar conocimientos sobre plantas, venenos, animales, entre otros. Así que además de pasar por su antídoto pensó en quedarse un tiempo a platicar con los discípulos que más convivía, entre ellos Mu Qingfan, quien se convertiría en el siguiente líder de pico. En ese tiempo todavía ni siquiera era discípulo principal, conocido por el nombre de Mu Hao.

Ese era su plan hasta que llegó al área donde recibían a los hermanos marciales de otros picos.

En el lugar se encontraban varios discípulos de Bai Zhan y Wenwu con distintos tipos de heridas, al localizar a Mu Hao fue a preguntar sobre lo ocurrido.

—Los del pico Wenwu probaban nuevos artefactos y los de Bai Zhan aceptaron ser los conejillos de indias. Un dispositivo explotó, pero no te preocupes, es más frecuente de lo que podrías creer —el médico, suspiró resignado por tener que atenderlos cada cierto tiempo—. Vienes por tu medicamento, ¿no? Solo permíteme aplicar este ungüento y te lo entregaré.

Después de asentir, Shen Yuan siguió a Mu Hao esquivando a la gente. De camino, ambos chicos compartieron una leve charla, sin embargo el joven de Qing Jing se quedó callado al ver quién era el que recibiría el medicamento.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó confundido, Liu Huang.

Se encontraba tendido en un camastro con la mitad de su cuerpo descubierto, mostrando diversas quemaduras. Las heridas se veían dolorosas, no obstante el joven alfa parecía no afectarle...hasta que Mu Hao comenzó a aplicar el ungüento, su ceño se hizo más profundo, su respiración más pesada. Cuando comenzó a cerrar los puños, Shen Yuan se posicionó del lado contrario al médico, tomó entre sus manos uno de los puños y le susurró suaves palabras, al igual que su madre lo trataba de calmar cuando le aplicaban un medicamento o sacaban una muestra dolorosa.

Liu Huang, se dejó llevar por la voz del omega, lo cual le ayudó a hacer más llevadero el proceso.

Aunque en privado comenzaron a permitirse mayores muestras de afecto, ese momento fue el primero donde mostraron tanto en público.

Shen Yuan, era conocido no solo entre los discípulos de Qian Cao, sino también entre los de Bai Zhan debido a su estatus como compañero destinado de Liu Huang.

A pesar de que a los hermanos marciales de Liu Huang les dolía admitirlo, el alfa era uno de los mejores cultivadores del pico, cuando se enteraron de su compromiso con un omega, les dio curiosidad saber qué clase de persona era. Muchos fueron a buscarlo, pero todos fueron rechazados por el feroz Shen Jiu o Yue Qi, los pocos que lograron verlo no comprendían qué había de especial en él.

Al observar el cariño que les restregaban en la cara, el silencio se hizo en la sala de curación sin poder creer que el guerrero indomable ahora parecía dócil ante el erudito.

Junto al asombro, la envidia ensombreció el corazón de algunos, sin embargo los dos enamorados eran ajenos a todo ello.

*Wenwu: Artefactos