22. Parche, cuidados, impregnación de aroma

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Advertencia: mención de sangre.
No es explícito y solo es un párrafo, pero aviso por si les da asco o les da ñañaras.



Todo se volvió negro unos segundos, no se dio cuenta de lo agotado que se encontraba hasta ese momento, si no fuera por el olor a hierro tal vez caería en un sueño profundo.

Al bajar la vista, lo primero que vio fue la marca en el cuerpo de Shen Yuan, su marca, no pudo reprimir una sonrisa de triunfo.

Tuvieron que pasar unos minutos hasta que Liu Huang pudo ir por los artículos que le fueron confiados para limpiar y curar la herida, antes de eso, solo pudo seguir abrazando a Shen Yuan con la esperanza de que no se despertara hasta dentro de un buen rato.

Como discípulo de Bai Zhan, además de provenir de una prestigiosa familia de cultivadores, había sido testigo de heridas mucho peores; la herida en la nuca de su omega era en realidad pequeña, a pesar de ser algo escandalosa no suponía un peligro real, en poco tiempo incluso dejó de sangrar. Aun así le causó bastante inquietud al alfa.

Fue muy difícil mantener a raya su deseo de curar a Shen Yuan, hacer circular el qi después de un enlace era muy peligroso, en especial para el omega. Para su suerte, se le advirtió antes de este riesgo.

Una vez terminó, soltó un suspiro de alivio. Pasó a renovar los talismanes que purificaban y hacían circular el aire, aunque era importante para un omega marcar su territorio también era cierto que si no hacía eso lo más probable es que duraran más tiempo del planeado, claro que a Liu Huang no le importaba, solo que prefería cuidar el cuerpo de su esposo; después, cambió las cobijas del centro del nido por unas limpias; fue al baño, limpió tanto el cuerpo de su amado como el suyo, al final se metió junto a Shen Yuan a la tina con cuidado de que los vendajes no se mojaran.

Minutos después, Shen Yuan despertó de su sueño. Al inicio se extrañó por encontrarse rodeado de agua, sin embargo la tranquilidad regresó al sentir el abrazo de Liu Huang.

Todavía se encontraba en medio de su celo, solo que gracias al vínculo recién formado podía gozar de algunas horas lúcido. Por ello, Shen Yuan, fue capaz de sentirse avergonzado de su desnudez y de todo lo que hizo con Liu Huang por primera vez desde que comenzaron su noche de bodas. Una parte de él quiso huir a algún lugar para evitar ver a la cara a su esposo, no obstante al sentir el vendaje en su cuello se detuvo.

Un chispazo de emoción se encendió dentro de él, buscó su reflejo para confirmar lo que pensaba, solo que la imagen no era clara, pues entre las ondas en el agua, el vapor que despedía y la poca profundidad a lo mucho permitía que se formara una leve sombra.

Liu Huang, estuvo al tanto de todos los cambios de humor de Shen Yuan, no solo por el hecho de ya tener un tiempo de conocerlo, sino que podía sentirlos. Sin poder evitarlo, abrazó más fuerte al omega en sus brazos, para al final depositar un ligero beso sobre el vendaje donde se encontraba su enlace.

Se sentía tan afortunado.

— ¿Quieres ir a la habitación? Para que puedas verlo.

Después de que Shen Yuan asintiera, Liu Huang lo sacó del agua y lo ayudó a secarse entre algunas protestas del omega.

—Permite que este esposo sirva a su marido. Sé que eres capaz de hacerlo todo tú solo, pero es mejor que no te sobre esfuerces, todavía no termina tu celo.

Con eso no solo logró calmarlo ese momento, sino también le permitió cargarlo.

Del baño al cuarto era una distancia corta. En ese trayecto, ya con sus cuerpos limpios y sin ningún otro olor que dominara el lugar, ambos pudieron percibir un aroma particular: eran sus esencias, ahora la de Liu Huang tenía un leve rastro de Shen Yuan, de igual forma la de Shen Yuan ahora estaba mezclada con el de Liu Huang.

Una parte de esto se debía a toda la actividad que habían tenido día y noche, era natural que sus aromas se mezclaran. Solo que ambos sabían que no era solo eso, sino que junto con la marca ahora sus aromas se combinaron, se había creado un nuevo aroma.

Ambos intercambiaron una mirada, radiantes por su descubrimiento se dieron un beso que aumentó en intensidad.

Liu Huang, a pesar de que había planeado dejar descansar a Shen Yuan algunas horas, vio que sería imposible pues sabía que ambos deseaban volver a ser uno, no solo con el vínculo.

Más allá de una florDonde viven las historias. Descúbrelo ahora